Sentimiento, fe, devoción y tradición arraigada en el pueblo de Horcajo de Santiago durante el Vítor 2023

La entrega del estandarte tenía lugar a las 10:20 minutos del 8 de diciembre durante una fría noche de manos de los tres caballeros devotos Luis, Andrés y Antonio después de más de 24 horas por las calles de la localidad.

Un año más, el Vítor 2023 deja momentos de fe, devoción y emoción entre los horcajeños y horcajeñas que vivían sus fiestas patronales en honor a la Inmaculada Concepción del 7 al 9 de diciembre.

La noche del 7 de diciembre a las 8 de la tarde daba comienzo esta tradición tan arraigada en el pueblo de Horcajo de Santiago con el cántico de la salve a su patrona, en el templo parroquial "La Concepción" abarrotado. Justo después, asomaba por la puerta de la sacristía el estandarte donado por Mª Carmen, de manos de la portadora Eusebia, que al tiempo con el resto de jóvenes lograban alzarlo alto para su salida a la puerta del sol, entorno a las 21:20 horas. En la Puerta del Sol esperaban los tres caballeros devotos, Luis que tomaría el mástil con el estandarte, Andrés y Antonio que llevarían una borla cada uno de ellos. Durante este momento, a pesar de la lluvia intensa miles de personas vitoreaban una y otra vez mientras aplaudían la entrega. Así empezaba la procesión más larga de la cristiandad.

Procesión que recorrió las calles de Horcajo de Santiago, barrio por barrio, haciendo parada en cada una de sus ermitas, primero en el Niño del Remedio, después San Sebastián, Santa Ana, donde se unió la Asociación Cultural Musical "La Concepción" para amenizar el trayecto, la Virgen del Carmen, Virgen del Rosario y por último la conocida cuesta del Marqués antes de que llegara al Cerrillo donde se encuentra la Iglesia Parroquial. Este año el paso era más lento respecto a otros años en el recorrido de los barrios, pero avanzaba más rápido en el último tirón del trayecto, hasta su llegada sobre las 22:00 horas a la puerta del sol. El momento de entrega, dentro de la fría noche, tenía lugar a las 22:25 minutos después de que Luis de manera cuidadosa recibiera las borlas de los compañeros para atarlas al mástil y devolver el estandarte a Eusebia.  Entre el gentío y vítores tanto dentro como fuera de la Iglesia la portadora se hacía paso para llegar a la sacristía y realizar su cometido.

La procesión con la imagen de la Purísima Concepción salía sobre las 23 horas del día 8 de diciembre con autoridades locales, corte de honor  y miles de personas que al son de la banda local realizaron el itinerario de costumbre. El gran castillo de fuegos artificiales preparado por la Comisión de Festejos y Ayuntamiento sonaba sobre las 2 de la mañana una vez que la carroza de la Virgen ya estaba en el templo.

Como cada año las fiestas de El Vítor finalizaban con el 9 de diciembre, día de la Virgencilla donde se celebraba la santa misa en honor a los difuntos y el domingo de la Rifa.

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