Opinión

Bellingham tiene estrella y ha caído de pie en el Madrid

Otra vez Jude Bellingham fue la solución en el triunfo del Real Madrid sobre el Celta por (0-1) en partido disputado en Vigo. Otro tanto del delantero a falta de 10 minutos derriba el muro que levantó el Celta, en un partido que tuvo mucha historia con la lesión de Vinicius y en el fallo de Rodrygo, en la pena máxima-

Hasta entonces el inglés no había tenido demasiada presencia  frente a un meritorio Celta que salió  más motivado que nunca por su Centenario y que le dio mas de un susto  al Real Madrid. Hasta que apareció Bellingham para sacar las castas del fuego de su equipo. Sin duda alguna este jugador ha caído de pie en el Real. Vamos como diría un andaluz: ¡Ozú, este chico es gloria bendita!Su remate de delantero centro puro,de cabeza,tirándose en  plancha solventó el partido para los blancos que sufrieron ante un Celta que se defendió muy bien y con mucho orden. El impacto de Bellingham en el juego del Madrid y en nuestra liga está siendo devastador. El británico con su gol de ariete certificó el pleno de victorias a domicilio del Real Madrid y de pasó, marcó su cuarto tanto en tres partidos. ¿Ha caído o no ha caído de pie en el equipo madridista? La respuesta, es clara y rotunda, si.Para el Celta fue un partido muy especial por ese Centenario. Los gallegos se entregaron en cuerpo y alma con su equipo entonando su himno con emoción contenida. Y más aún cuando a los tres minutos el árbitro de campo concedió el gol de Larsen tras un toque sutil prolongando el disparo de Fran Beltrán desde fuera del área, sin embargo, avisado por el VAR, el colegiado acudió al monitor y apreció agarraron del delantero sobre Kepa, como así fue.

Ancelotti, en está  tercera cita de la temporada, volvió apostar por el músculo y la lozanía en el centro del campo. Ahí estuvieron Camavinga, Tchouameni,Valverde y Bellingham. Los veteranos Modric y Kroos quedaron en la sala de espera. Kepa debutó en la portería y apunta a ser el portero titular.

Los vigueses con tres centrales y dos laterales de amplio recorrido comenzaron tuteando al Madrid  con rápidas contras y con dos buenas ocasiones a cargo de  Mingueza y Bamba, un jugador a tener muy en cuenta. El plan de Benítez funcionaba cuando tenían el balón, pero las pasaba cantas cuando era el Madrid quien tenía la posesión.

El Real, a raíz del gol anulado comenzó a  reaccionar poquito a poco hasta que lo hizo a campo abierto, con Vinicius como estandarte. Pero el brasileño duró sólo trece minutos, en los que dejó dos jugadas de puro talento,dignas de su repertorio:  ganando las líneas de fondo con regates y acelerando hasta imponerse a dos centrales del Celta. En esa jugada de larga carrera llena de velocidad y potencia, sintió un pinchazo en la parte trasera del muslo derecho y se retiró lesionado. Le sustituyó Joselu.  En la primera revisión, los médicos del club no ven ,en principio, motivos para preocuparse.

Fuera Vinicius, quien cobró protagonismo fue Rodrygo, que en la segunda parte se echó el equipo a la espalda, escorándose a la izquierda. Pero ante un Celta muy bien organizado, el brasileño era hábil en el regate pero impreciso en el remate que siempre chocaba en la defensa Celtiña.

Ancelotti le dio una vuelta de tuerca a la situación y a la hora del encuentro dio entrada a la vieja fórmula. Modric y Kroos entraron en escena. Durante mucho tiempo, la fórmula era 60 minutos para el alemán y croata, y 30 minutos para la energía  de Camavinga y Tchouameni. Ahora es al revés. Son los nuevos tiempos.El caso era que  pasaba el tiempo y no se veía quien pudiese llevarse el premio. Ahora era Valverde que no acertó a un palmo de la portería y, poco después, Larsen mandó fuera la pelota en una ocasión inmejorable. Hasta que apareció Bellingham que filtró un buen pase a Rodrygo que sacó un penalti en el minuto 66. El guardameta Villar lo derribó en un mano a mano y el árbitro  señaló la pena máxima pese a que el guardameta aseguró que antes había rozado el balón. El colegiado no lo creyó así y el portero respondió con una gran parada.

El Celta entonces creció y Larsen gozó de una buena oportunidad para marcar. Y lo que pudo ser para el Celta lo fue para el Real Madrid. En un saque de esquina, Joselu prolongó un balón aéreo y en el segundo palo estaba el inglés oportunamente como un auténtico nueve, para marcar el único tanto del partido y  conseguir la victoria del conjunto blanco.

Es lo que se llama la solución Bellingham: cuatro goles en tres paridos, pichichi del Madrid y de la liga y principio y fin de su equipo. Tiene estrella y ha caído de pie.

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