Opinión

¡Campeones de invierno!

El Real Madrid sufrió de lo lindo para ganar por la mínima (1-0) a un peleón y sólido  Mallorca que como viene siendo habitual, le complicó la vida al equipo blanco con dos balones a la madera. Fue un partido  donde  el Madrid  se sintió muy incomodo de principio a fin. Tuvo que masticarlo lentamente hasta el pitido final.

Y es que el Real estuvo un tanto ramplón en su primer partido del nuevo año. Aún le duraba la resaca de estas Navidades. Durante todo el primer periodo, no supieron contrarrestar la defensa numantina que preparó Javier Aguirre con ese 1-5-4-1, que le funcionó muy bien hasta que Rüdiger, el único central de verdad que tenía el Madrid, marcase al aprovechar un saque de esquina sacado por Modric y al que el alemán respondió  con un espléndido cabezazo que mandó a la escuadra de Rajkovic.

Rüdiger, fue al auténtico héroe del partido y volvió a confirmar que se encuentra en un estado de forma excelente. Al terminar, el encuentro, con ese solitario gol, supo de su gran importancia porque además de formar parte importante de la defensa menos goleada del campeonato, seguían como líderes lo que les permite  terminar como campeones de invierno. Por esta circunstancia al finalizar el encuentro, besó la hierba del Bernabéu.

 El gol del alemán a los 78 minutos, desatascó un partido que se le estaba complicando de sobremanera a un Madrid que salió un poco dormido y que vio como recibía algunos sustos de un Mallorca que vivió siempre  a la espera.

 Vinicius, volvió mes y medio después a jugar tras su segunda lesión muscular. Se le notó la inactividad pero siguió igual de agitador con la vigilancia especial de Maffeo y Raillo, con los que mantuvo pasadas rencillas y que volvieron a presionarle. Al brasileño, le falta explosividad aunque gozó de una buena oportunidad a pase de Modric, que se le fue por rozar levemente la bota de Rajkovic. El extremo, siempre estuvo dispuesto a cambiar el rumbo del partido. Un disparo suyo desde fuera del área después de un caño obligó al guardameta mallorquin realizar una gran parada.

El sacrificado para que jugase Vinicius fue Brahim, que no se merecía el banquillo pero que después fue el revulsivo que su equipo necesitaba.

El conjunto bermellón, apenas pisaba el terreno blanco. Su delantero Larin estaba solo ante la contundencia de Rüdiger que estuvo acompañado por Tchouaméni ,central de emergencia por la sanción a Nacho.

El Mallorca, no pisaba mucho los dominios madrididtas pero en las pocas que llegaba, lo hacía con peligro. En una de ellas Antonio Sánchez cabeceó al larguero y el balón botó casi en la raya. Ese no fue el único susto, porque en el segundo periodo, Samu Costa, la sombra de Bellingham, disparó al palo izquierdo de Lunin.

Del Madrid adormecido del primer periodo dio pasó a un Real más espabilado, sobre todos en los últimos viente minutos. El partido pedía cambios y Ancelotti, reaccionó retirando  a Vinicius y Kroos e introduciendo a Brahim y Joselu.  Y Brahím, desatascó a su equipo. El malagueño tuvo en su cabeza el 1-0 pero se encontró con el palo tras una gran parada de Rajkovic a Rodrygo. Tenía toda la portería para él  y hasta el Bernabéu cantó gol, pero,incomprensiblemente, terminó yendo  al palo.

El Real, ya era otro con el impulso de Bellingham que dirigía todos los ataques. Pero curiosamente, el gol no llegó de jugada,sino otra vez de córner como sucediese contra el Alavés con aquel tanto de Lucas Vázquez. En esta vez fue Rüdiger quien puso las cosas en su sitio, tras un más que sufrido partido ante el siempre bizarro Mallorca.

No fue un partido brillante, más bien fue un tanto oscuro por parte madridista, pero la liga no sólo se gana con buen juego también sufriendo, con partidos agónicos y ganando por la mínima. Esto fue lo que hizo el Real Madrid, que termina con el título honorífico de campeón de Invierno.

 

 

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