Opinión

El clásico fue de Bellingham

Jude Bellingham, el jugador orquesta que todo lo toca y abarca, arruinó la fiesta del Barcelona que estuvo de celebración durante una hora con la presencia de dos miembros de los Rolling. Mick Jagger y Ron Wood quedaron impresionados  con la enorme presencia de su compatriota, Jude Bellingham, que reventó el clásico con sus dos goles, dando la victoria (1-2)  al Real Madrid. Dos goles  que se clavaron como  puñales en los corazones azulgranas  que acabaron con la lengua fuera después de dominar durante una hora larga el partido. La excelente irrupción del inglés dejó al Barça compuesto y sin puntos.

En el primer clásico que se disputaba en Montjüic, se presentaba Bellingham que sin apenas hacer ruido durante casi una hora, apareció en el tramo final para con sus dos goles firmar un triunfo importante para el Real Madrid. Este jugador, mejor dicho, jugadorazo, es una bendición para su equipo.

El Barcelona, hasta el empate fue superior. Ponía más energía que un timorato Madrid que estuvo  anestesiado durante todo el primer tiempo donde no  recordamos ningún disparo a puerta. El Barça, aunque fuese sin grandes alharacas, estaba siendo mejor. Gavi y Fermín, todo intensidad,  eran los bastiones de las cargas azulgranas. Así fue… hasta que Bellingham, con la ayuda inestimable de Modric que se marcó una media hora extraordinaria, lo cambió todo. El inglés, con tan solo 20 años, ha cambiado a todo el Real Madrid . Es una auténtica aparición de un jugador que está iluminado.

El Barça a pesar de sus bajas, estaba siendo más contundente en todos los sentidos que su rival. Tanto con balón como sin él. En los marcajes también se imponía sobre sus pares. Araujo, fue el lateral derecho para parar a Vinicius y Gavi sobre Bellingham, al que sujetó bien hasta  que el inglés apareció  cuando tuvo que hacerlo. Primero, con un disparo duro y lejano; y en el descuento, con un gol de oportunista que asegura el liderato del Madrid. El rock and rol de los Rolling no pudo con el “Hey Jude” de los Beatles.

No fue un gran Clásico, pero como siempre si tuvo una pizca de emoción. Xavi, hizo algunos cambios tácticos, situando a Cancelo como extremo y con Araujo de lateral derecho para ser la sombra de Vinicius. De nuevo fue la  kriptonita del brasileño que estuvo muy desdibujado más pendiente de guerras que de jugar.

Lo azulgranas, aún  sin alardes fueron los dueños y señores de medio duelo. Solo con la intensidad y mejor colocación le bastó ante un Madrid errático en el arranque e indefinido en buena parte del encuentro . Ni corría, ni disputaba la posesión. Era más lento que el caballo del malo tanto en la circulación como en el repliegue.

El gol del Barça llego muy temprano, a los  seis minutos, en un fallo imperdonable de Alaba (de nuevo quedó retratado). Gündogan, hizo la pared con Ferrán, punteó Tchouaméni hacia atrás y Alaba en lugar de despejar fuerte lo hizo con la pierna blanda,dejándole a placer el gol al alemán que marcaba el 1-0.

El gol culé no incendió al Madrid que seguía sin espabilar. En cambio  el Barcelona   le ponía el ímpetu que le faltaba a los blancos. Fermín y Gavi eran los   principales exponentes de esa energía. Los dos protagonizaron una clara ocasión de gol. Gavi roba un balón a Kroos,se pidió falta, lo pasó a   Fermín que disparó al palo

El Madrid, era un desierto. Carvajal, era el único entonado que entendió muy bien que lo que se jugaba era todo un clásico. El defensa, en gran estado de forma, le estropeó un par de jugadas peligrosas  a Joao  Felix.

   Y como siempre, tiene que haber polémica. El primer acto se cerró con un córner donde Tchouaméni,arriesgando demasiado, agarró levemente a Araujo. No lo pitó Gil Manzano que no lo consideró suficiente para la pena máxima. Tampoco  lo consideró como tal, la entrada de Araujo a Camavinga. Los dos fueron penaltitos. Gil Manzano, después de tanta polémica, salió  ileso del choque de los dos grandes buques de nuestro futbol.

En el segundo tiempo, no hubo cambios en ningún equipo. Todo seguía igual, aunque el Madrid avisó primero con un servicio de Valverde a Rodrygo que remató sobre la marcha. El Barcelona, siguió dominando y creando cierto peligro,sobre todo en los saques de esquina. Iñigo Martínez estrelló en el palo un remate de cabeza y Kepa, salvó en el rechace posterior de Araujo. 

El Real, seguía en la inopia. Así estaba, hasta que llegaron los cambios. Mendy, que no entiendo el empeño de Ancelotti de alinearlo de titular cuando es más bien un estorbo que una solución, fue sustituido por Camavinga. Modric, entró un poco después por Kroos y Joselú por Rodrygo, que sigue en la cueva.  Xavi respondió con Lewandoski.

La entrada de Camavinga junto a la de Modric cambió el guión del partido. El francés influyó sobremanera en el juego madridista, tapando el lateral izquierdo e interviniendo mucho en ataque, rompiendo líneas. Al igual que Modric que impartió cátedra en el tiempo que estuvo sobre el terreno de juego. 

El Barcelona, entonces se replegó, tal ve demasiado, y apareció Bellingham que  tomo las riendas del partido. En el minuto 68, casi en los medios, levantó la vista y conectó un disparo muy duro que no pudo parar el sorprendido Ter Stegen. Era el 1-1. Eran los mejores minutos del Madrid que no aprovechó Joselu en una buena ocasión.

Xavi, reaccionó con más cambios, refrescando los extremos con las salidas de Raphinha y Lamine Yamal. No obstante, el tanto del empate les hizo mucho daño y de alguna forma confirmó el agotamiento del Barça personificado en Fermín y Gavi. Ya no tenían el dominio, y y tampoco la pelota, aunque lo intentaran. El partido, tras el empate estuvo mucho más abierto. El Real, gestionaba mejor los ataques gracias a la verticalidad de Camavinga y a la pausa que le ponía Modric.

Parecía que se firmaban las tablas, hasta que en el minuto 92, Carvajal centra al área, Modric, en una asistencia sin querer,  va  a parar a Bellingham que llegaba desde atrás para marcar el 1-2 y reventar el clásico para desesperación de un cansado Barcelona, que vio como le superó un Madrid mucho más físico, con más pegada y mucho más hecho. 

El resultado, visto lo visto sea demasiado castigo para el Barça. Lo justo hubiese sido el reparto de puntos. Si el Real Madrid no puede presumir del juego exhibido, si puede hacerlo por tener un jugador como Bellingham. Una auténtica estrella que domina en estos momentos el planeta fútbol. 

  La victoria blanca distancia al Barcelona a cuatro puntos y le permite seguir como líder, con el Girona  empatando a 28 puntos, en el primer puesto. 

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement