Opinión

Un derbi para recordar

El Real Madrid se ha clasificado para la final de la Supercopa después  de vencer,tras prórroga, al Atlético de Madrid por 5-3, en un partido espectacular en todos los aspectos. Sin duda, ha sido el mejor derbi disputado por los dos equipos madrileños en mucho tiempo.  Fue una oda al fútbol. Se necesitó una prórroga para determinar el primer vencedor, al terminar el tiempo reglamentario, con empate (3-3), en partido disputado en el estadio Al Awwal Park de Riad.

Los derbis  suelen ser partidos broncos y ásperos, en este caso fue todo lo contrario, los dos equipos se dedicaron a jugar al fútbol y el resultado fue un maravilloso partido jugado de poder a poder. Lleno de acción, de pisar mucho las áreas, de errores y aciertos . Por haber, hubo hasta un buen arbitraje por parte del castellano-manchego,Alberola.

Ganó el Madrid porque tuvo más energía que el Atlético en la prórroga, al que dominó en el amplio sentido de la palabra, con un gran despliegue físico. Todo lo contrario que los rojiblancos que físicamente se vinieron abajo, durante todo el alargue. En ese tiempo, fue cuando el conjunto blanco ganó el partido en un remate mordido de Joselu, que había entrado por Vinicius en la prórroga, que tocó Savic de forma involuntaria.

Al partido entró mejor el Atlético dirigido con la potencia que ponía De Paul,cada día más acertado. Muy pronto, en un disparo de Lino obligó a Kepa a una buena intervención, la única que tuvo toda la noche. Saque de esquina, y a los seis minutos, Hermoso, prácticamente solo, cabeceó en picado a la red. De nuevo, de cabeza volvía el Atlético a marcarle un gol al Madrid, como sucediese en el Metropolitano en partido de liga. Misma superioridad área rojiblanca ante la falta de atención madridista.

El equipo de Simeone flotaba sobre el césped con la dupla de Saúl y De Paul,que salía fácilmente de la presión  de los blancos que poco a poco fueron entrando en el partido. Fue así, como en el minuto 19 en un córner botado por Modric, Rüdiger de impecable cabezazo lograba el empate (1-1). Mismos actores que en el triunfo contra el Mallorca.

Con el gol del alemán cambió el  rumbo del partido que tenía más color blanco, con combinaciones entre Bellingham, Vinicius y Rodrygo  con las ayudas inestimable de Modric y un inmenso Carvajal, por su banda derecha. En el minuto 27, sorprendentemente marca Ferdinand Mendy, de toque suave el (2-1) a pase de hombre del partido, Carvajal, que estuvo sublime toda la noche. Fue con diferencia el mejor del encuentro. Está  en plan incombustible. Vamos, está que se sale.

Con el gol del defensor francés, el Atlético se estiró y entonces hubo intercambios de golpes. El otro francés, Griezmann había aparecido poco, pero cuando lo hizo vaya si se notó. Lo hizo a lo grande.  En el 36, cogió un balón casi en el centro del campo, se deshizo de Modric con facilidad ayudándose con el tacón y de fuerte disparo con la derecha,  desde fuera del área, marcó un señor gol,superando a Luis Aragonés como máximo goleador  de la historia del Atlético de Madrid. Era el empate  (2-2).

No obstante, el Madrid seguía mandando un poco más. Oblak, poco ante del descanso, con un gran intervención salvó a su equipo tras una estupenda jugada de Rodrygo que   recortó una y otra vez para ver con desesperación como el portero rojiblanco despejaba con la pierna lo que ya se cantaba como gol. Así terminó el primer periodo que fue para enmarcar.

La segunda parte, comenzó con menos brillantez  que la primera, pero fue igual de intensa. Salvo alguna jugada aislada los primeros minutos transcurrieron sin mucho peligro. Llegaron los primeros cambios, Nahuel Molina entró por Saúl  por lo que Llorente paso al centro del campo y en el Madrid, entró Kroos abucheado por el público por sus críticas al fútbol saudí, por Modric. Y con la entrada del alemán y su compás, el Madrid fue más profundo aunque por entonces el juego ya no era tan alegre por ambos equipos. Las ocasiones llegaban con cuentagotas y más bien por fallos. En uno de ellos, pudo marcar Carvajal tras una pillería de Vinicius que sacó rápidamente una falta. Oblak, fue decisivo. Todo lo contrario que Kepa, que no fue lo contundente  que debe ser un portero en su área ante Morata, que le choca y propició el 2-3 del Atlético, con autogol  de  Rüdiger en el minuto 77.

Al Atléti, se frotaba las manos, quedaba poco tiempo para el final, pero no sabia que ese tiempo era el terreno del Madrid.  En una de sus embestidas Vinicius se fue de Giménez  su tiro lo salvó Oblak. El rechace lo remató hasta dos veces Bellingham contra dos defensores atléticos. Y tras otro rebote, Carvajal, en el 84, lo mandó a la escuadra. Era el empate a (3-3). Era el tercer gol de un defensa del Madrid. Algo poco corriente.

Prórroga. Aquí el Madrid tuvo más aguante físico que su rival y el tiempo extra se convirtió en un monólogo madridista. Entraron piernas frescas como Riquelme, Correa, Galán, por el bando rojiblanco y Camavinga, Joselu e Brahím por el blanco. El Madrid tenía más arrojo ante un Atlético aculado atrás. Y de esta forma llegó el barullo entre Joselu-Oblak y Savic que terminó en el 4-3 en el minuto 115. El Real, ya tenía el billete para la final, pero faltaba el adorno final que puso Brahim, quien en un gran sprint  a lo Usaín Bolt, le ganó a Oblak que había subido al remate, para rubricar el definitivo 5-3.

Los contendientes de este hermoso derbi, terminaron exhaustos,algunos lisiados, otros cojos pero lo hicieron abrazados como dos campeones.

 Esto promete, en el carrusel de derbis que nos esperan.

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