Opinión

¡Pentacampeón del Mundo!

  ¡Uf, qué susto! El Real Madrid de nuevo tuvo que remontar en una final (4-2). Fue en la final del Mundial de clubes (antigua copa Intercontinental) que se disputó en Yokohama, muy cerca de Tokio, capital de Japón, donde el animoso y buen equipo del Kashima tuvo contra las cuerdas a un Madrid que empezó en plan mandón, pero que llevado por la excesiva confianza, se fue acomodando para darle vida a un rival que sabía muy bien a lo que jugaba. Para el Kashima era el partido más importante de su historia y puede estar orgulloso porque han tuteado y por momentos han sido superiores a un Real Madrid que hasta bien mediada la segunda parte no se puso serio.
  Cristiano Ronaldo, en la prórroga fue quien rescató a su equipo con dos goles que acabó con el debate, antes empató a dos al transformar un penalti que le hicieron a Lucas Vázquez. Su triplete coronó a su equipo como el mejor del mundo.
 El Madrid parece ser que no puede vivir un partido y mucho menos una final, sin sufrimiento. Le va la marcha y la emoción. En Yokohama tuvo que sacar lo mejor de sí mismo  para evitar lo que hubiese sido no solo la sorpresa del año sino del siglo. Lo evitó Cristiano Ronaldo con sus dos goles en la prórroga que con mérito le hizo llegar el animoso  Kashima, que ante la blandura madridista hasta llegó  a ponerse por delante en el marcador al comienzo del segundo periodo. El pánico, entonces, se apoderó del rostro de los jugadores blancos que veían como los japoneses les tuteaban y sabían cómo jugarle a ese  Madrid de tono gris que no terminaba de espabilar.

   De la forma más absurda, por infravalorar a su rival, y más ridícula, por el nivel del adversario, el Madrid  ponía  en riesgo un título que daba por seguro, pero que se le complicó por su indolencia y falta de pegada. La reacción del Madrid tenía que llegar para evitar el gran bochorno mundial.... Y llegó. Se dejó de tonterías, dejó de ser blando para ser más agresivo y profundo. Modric y Kroos adelantaron posiciones. Los laterales Carvajal y Marcelo eran dos atacantes más que partían desde el centro del campo. Casemiro retrasó su posición hasta jugar de central junto a Sergio Ramos y Varane.
   Los de Zidane estaban con la soga al cuello, y entonces guiados por un magnifico Benzema –esta vez sí- autor del  1-0, y por el empuje de Lucas Vázquez,  no tardaron ni diez minutos en igualar la final que llegó de  penalti que el propio Lucas Vázquez provocó al ser arrollado. No hizo falta la videoasistencia, fue claro. Cristiano, con la cara demacrada y con el susto aún reciente,  empató  e igualó  la contienda que había puesto en ventaja al equipo japonés por mediación de Shibasaki,autor también del empate a uno.
   El partido entonces  ganó en emoción y tuvo más picante. El propio Cristiano en la recta final pudo rematar el encuentro en una gran oportunidad que desbarató el guardameta japonés, pero también el Kashima, en los últimos dos minutos pudo desnivelar el resultado. Antes de todo esto, el colegiado de Zambia, le perdonó la roja a Sergio Ramos. El árbitro se llevó las manos al bolsillo, pero debió darse cuenta de la trascendencia de esa decisión y se hizo el sueco. En una palabra, se arrugó

   Ya en la prórroga, Cristiano que había hecho un primer tiempo infame y que hasta se hubiese merecido la sustitución, apareció  en la posición de delantero centro para  firmar los dos goles y resolver la final del Mundial de Clubes, que hace al Real Madrid pentacampeón (tres intercontinentales y dos mundiales de clubes). Nadie tiene tantas....
  Cristiano, que al final resultó ser proclamado el mejor jugador de la final, selló su gran año no sólo por haber sido  reconocido a nivel individual con el balón de oro, sino que ha conseguido todos los títulos internacionales posibles: Champions,Supercopa europea de clubes, Mundialito y la Eurocopa  con la selección portuguesa. Ha sido su año perfecto

  Y en cuanto a Zidane, qué decir. Ha obtenido  tres titulo en menos de un año y  ¡lleva 37 partidos invicto! . Ya no es ni flor en el culo..., ni casualidad, es algo más. Algo tendrá cuando  ha conseguido tanto, en tan poco tiempo. Hay que darle mucho mérito al técnico francés, sobre todo porque tiene enchufado a todo el equipo, titulares y suplentes.

   El Real Madrid, tras sufrir lo indecible salió airoso y cierra el 2016 con un triplete internacional: Champions, Supercopa europea y ahora el Mundial de Clubes. Curiosamente, los tres títulos de este año los ganó en la prórroga. Sin duda alguna, el Madrid  es el dueño de los últimos minutos. Por ahora, es el señor del Mundo.
 

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