Opinión

Ramos apeló al minuto "93" de Lisboa para ganar la Supercopa

Sergio Ramos, volvió a rescatar al Real Madrid en otra final europea. Al igual que en Lisboa, en el minuto 93, cuando el Sevilla empezaba a saborear la Supercopa de Europa, apareció el mariscal Sergio Ramos para empatar el partido y prolongarlo hasta la prórroga.
  Sergio Ramos, sin duda alguna, se ha convertido en un especialista en finales. En las últimas tres finales europeas que ha disputado el Madrid, el cuatro blanco, el capitán, ha sido el hombre clave. En todas ellas marcó y ese minuto 93 se ha convertido en algo mágico en el transcurrir de este jugador que tiene embrujados los últimos minutos de partido.


  El sevillano nacido en Camas, tiene algo especial, un aura, un duende que ayer se presentó en el minuto 92:33 para forzar la prórroga. Una de esas maravillas de Ramos, el mismo central que había derribado torpemente en el área a Vitolo para dar vida al valeroso Sevilla. El mismo al que usurparon el 3-2 por una insólita infracción sobre Rami que solo el árbitro de fondo debió ver. Inexplicable la anulación de ese tanto.

  Ramos forzó la prórroga en ese minuto que ya tiene enmarcado, y Carvajal dio el título también en  el último minuto de la segunda parte de la ampliación. Un auténtico golazo que el lateral derecho blanco se fabricó de forma extraordinaria: le robó el balón a Konoplyanka en el centro del campo, se fue directo a por la portería de Sergio Rico exhibiendo gran poderío físico a pesar  de que la mayoría de los jugadores  ya estaban exhaustos por el desgaste que supuso los 120 minutos de juego, estando en el inicio de la temporada, y marcó el tanto de la Victoria con una gran definición.
  Fueron dos mazazos tremendos que hundieron al Sevilla que  ya no pudo reponerse. Tuvo el trofeo en sus manos y  se le escapó en el último instante. Después en la prórroga y con un jugador menos por expulsión de Kolodziejczak por doble amonestación, los hispalenses entregaron la cuchara ante el mayor empuje de un Madrid que ya fue de forma descarada a por el partido y evitar la lotería de los penaltis.

  El partido de esta Supercopa disputado en la ciudad Noruega de Trondheim fue muy disputado y bravo pero con  muchos altibajos. Comenzó dominando el Madrid, que tras el golazo de Asensio (una maravilla este chico), se replegó demasiado atrás. El Sevilla dominaba, tenía  la posesión y los espacios y se hizo dueño del balón, tanto fue su dominio que al filo del descanso,”Mudo” Vázquez, todo un jugadorazo, logró el justo empate. En la segunda parte, el nuevo equipo de Sampaoli, dominó mucho más y jugó hasta mejor que el Madrid que seguía agazapado. Ante su mejor disposición y empuje, llegó el claro penalti de Ramos a Vitolo que supuso el 2-1, al transformarlo Konoplyanka.  A raíz de ese tanto, el Sevilla se creció y ofreció sus mejores minutos de juego ante un retraído Madrid que no reaccionaba.
  El Sevilla, no obstante cometió el  gran error de dar por muerto al Real Madrid y por vender la piel del oso antes de cazarlo. Se olvidó que enfrente tenía a un equipo que nunca baja los brazos, que jamás da nada por perdido con ese espíritu indomable que lleva en los genes. Y sucedió lo que ya les hemos contado: que el Madrid le dió la vuelta a la situación.

   Este Madrid que hizo un partido  nada más que notable, sin grandes alharacas, no extrañó a siete titulares: Keylor, Pepe,Kroos,Modric, Bale, Benzema y  Cristiano. Luego en el segundo parte se marcharon Isco,Morata y Kovacic y entraron  Modric, Benzema y James  que hizo una gran prórroga.  Pero de inicio el Madrid jugó con cinco canteranos que piden paso (cantera al poder), sobre todo Asensio que tiene en su zurda un auténtico guante. Puede ser el gran fichaje del Real Madrid esta temporada. Le falta creérselo como se lo creyó la temporada pasada en el Espanyol. Su golazo fue de auténtico crack. Al final el partido se le hizo un poco largo, pero clase tiene para aburrir.
 Otro de los destacados, fue Lucas Vázquez, otro de los jugadores claves y que cobró especial protagonismo en la recta final del partido y sobe todo en la prórroga.. Lucas Vázquez ya no es un descubrimiento, es una realidad. Trabaja a destajo , desborda con facilidad por su banda y encima centra de maravilla. El Madrid tiene un tesoro en este jugador.
  El que salió más desfigurado del partido fue Morata que no termina de arrancar en esta pretemporada. Pero paciencia...

  En cuanto al Sevilla, diré que me gustó. Con siete caras nuevas, más la de su nuevo entrenador Sampaoli, un luchador nato y buen estratega,va a ser un equipo muy difícil de batir. Presionan hasta aburrir y sigue teniendo ese espíritu de lucha tan propio de su ex entrenador, Unai Emery. Le falta rodaje, lógico, pero tiene muy buena pinta.

  El Madrid, sin hacer el mejor de los partidos, ganó porque creyó hasta el final y por ese espíritu  indomable que le hace casi invencible en las finales. No pierde una final desde hace 16 años. Una final que volvió a tener a Sergio Ramos como talismán y a Carvajal como ejecutor. Gracias a ellos, el Real Madrid consiguió su tercera Supercopa de Europa. Zidane, suma y sigue.


 

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