Opinión

El Real Madrid reconquista la Liga

El Rey de la liga, el Real Madrid, vuelve a reinar después de conquistar en Málaga donde venció por 0-2, el trigésimo tercer título de liga , se dice pronto, que lo encumbra en lo más alto.

   Consigue  esta liga a lo grande, ganando en los partidos cruciales sin especular, como el que jugó este domingo y más aún el que ganó al Celta, en Balaídos  en ese partido aplazado que  tenía al equipo blanco en un sin vivir.

   Eran ya muchos años, cinco, los que llevaba el Madrid sin conquistar la liga que unas veces se le escapó por falta de regularidad y otras por el dominio que ejerció el Barcelona, que exceptuando el año que ganó el Atlético, se había convertido en el rey momentáneo de la liga.

  El  Madrid que anhelaba este título, se lo arrebata a su máximo rival que deprimido por las noticias que llegaban de Málaga  tuvo que remontar (4-2) al Eibar en el Camp Nou.

   Nadie ha hecho más que él Real Madrid  para  ganar esta liga que quiso desde que se disputó el primer partido. Mereció el título más que ningún equipo. Fue el más regular, el más sólido y el que tuvo más empaque durante este campeonato que ha sido duro y muy disputado codo con codo con el Barcelona que se agarró como un clavo ardiendo al Málaga, para ver si podía volver a cantar bingo como hizo hace años en Tenerife. 

   En esta ocasión, el bingo y el bote fue para un Madrid que se lleva el máximo entorchado por haber sido el más regular a lo largo de casi nueve meses. Es un campeón de ley.

   Si la última liga de los blancos fue la de los récords, esta tiene nombres y apellidos, lleva la firma de Zinedine Zidane. Lleva su sello. El técnico francés  ha sorprendido a tiros y troyanos. Los había que creían poco en él; otros dudaban de su conocimientos tácticos; y algunos de su poca experiencia  como entrenador. Pues bien, Zidane, ha tapado la boca a todos y  a los que más de una vez nos hemos atrevido a cuestionar su política de rotaciones.  Fueron muchos sus críticos, que ahora se esconderán bajo el manto de la euforia blanca, diciendo que nunca dudaron del francés, mentira.

   Si a alguien hay que mirar como gran protagonista de la liga número 33 del Real Madrid es a, Zinedine Zidane para encontrar la fórmula del campeón. En la temporada y media que lleva en el banquillo ha logrado: Champions, Supercopa de Europa, Mundialito y la liga trigésimo tercera.

   El técnico francés es el gran triunfador de esta liga. Ha tenido el mérito de tener enchufados y comprometidos a toda la plantilla, especialmente a los menos habituales. La ganó con dos equipos que en cada momento daban lo mejor de sí mismos, empujados por la fórmula de rotaciones de Zidane que tenía un plan muy  estudiado y le ha salido perfecto. Dio importancia a los otros,y a la postre, ha sido la clave para que el Real Madrid haya llegado como un cañón a la recta final de esta liga que en justicia se merecía.

    Zidane, el jugador del frac y sencillo como persona,ha dejado todo el protagonismo a sus jugadores. En principio nadie entendió su política de rotaciones pero desde siempre  lo tuvo claro. De su etapa como ayudante de Ancelotti comprendió el riesgo de la saturación de las figuras y el peligro que conllevaba. El técnico italiano perdió aquella liga y Zidane tomo buena nota.

  Era una medida un tanto  revolucionaria, pero al final la razón ha estado de su parte. Y lo mejor, es que todos los jugadores, estrellas incluidas, lo asumieron y hasta lo entendieron. Resultado: todos estaban implicados al tiempo que  frescos.

   No es de extrañar que los jugadores también señalen a Zidane como el hombre clave de esta liga que acaban de reconquistar. Al final hubo saltos, manteo y una ducha de cava al entrenador francés

   En las 38 jornadas de la liga todos han  tenido su momento. Ha sido la gran diferencia con el Barcelona, que solo le ha respondido la primera unidad,la segunda  le falló. Sin embargo al Madrid, los menos habituales cuando salían hacían olvidar a los titulares. A eso se le llama tener fondo de armario algo de lo que carece hoy en día el Barcelona.

   Ya tocaba el título doméstico. La Cibeles se lo demandaba ya, como se demostró en la fiesta de madrugada que todo el madridismo celebró por todo lo alto en la fuente de la Diosa que abre paso a la Castellana, Gran Vía y Puerta de Alcalá. Todas ellas lucían de color blanco.

  La fiesta tuvo su antesala en la Rosaleda frente a un Málaga  que ni mucho menos fue una comparsa.  Fue competitivo hasta el final. El equipo de Michel,que ha sido el equipo revelación del último tercio liguero,hizo un buen partido jugando con descaro y con buen gusto. Sandro, su mejor jugador, obligó a Keylor Navas a realizar una de las paradas  de la temporada, al detenerle un golpe franco que se colocaba por la escuadra derecha de su portería, cuando el resultado era de 0-1.

    El Real Madrid,supo jugar con paciencia y aunque se le notó la tensión por la trascendencia del partido,  tuvo el dominio psicológico de la situación al tiempo que cerró su portería  a cal y canto, con Modric,Kroos e Isco dirigiendo la circulación. No fue el mejor partido de los blancos, pero hicieron lo suficiente para imponerse por ese 0-2 ante él siempre correoso y competitivo Málaga.

  Pronto, a los dos minutos, el inefable Cristiano,  comenzó acariciando el título al marcar el 0-1, culminando  un pase magnífico de Isco, quien también tuvo el reconocimiento de  la que fuese su afición hace tres años, que le despidió con una gran ovación. El gol de Cristiano sirvió para alejar los fantasmas de Tenerife de los años 90 y evitar cualquier disgusto  El Málaga , a pesar del tempranero tanto del portugués, no se arrugó poniendo entusiasmo, remate y buen fútbol.  El Madrid jugaba con fuego, hasta que al poco de comenzar el segundo periodo, Benzema marcaba el 0-2 y el título de liga  ya tuvo dueño, el Real Madrid.

   El equipo de Zidane fue más coral que nunca, todos lucharon por una causa común, el campeonato de liga. Nadie fue más que nadie, todos se sintieron importantes. La liga, siempre la gana el mejor y en esta ocasión, fue el Real Madrid.

   Ahora a Cardiff, donde el próximo día 3 de junio le espera la Juve en la final de la Champions.  Pero esa, será otra historia.

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