Opinión

Todo empieza y acaba en Bellingham

Con la victoria del Real Madrid sobre el Nápoles (4-2), se asegura ser campeón de su grupo suceda lo que suceda en la última jornada con el Unión Berlín, en esta Champions que cuenta sus partidos con triunfos.

El encuentro disputado entre madridistas y napolitanos ha respondido a la expectación que había levantado. Fue un más que entretenido partido con un Madrid cargado de recursos y sobre todo de talento frente a un Nápoles respondón y que estuvo a punto de rebelarse. Algo que hizo muy pronto, a los nueve minutos fue cuando se adelantó en el marcador  por mediación del hijo de Simeone, el Cholito Simeone, después de una buena jugada de Kvarastkelia al que le salió un centro muy medido (0-1).

Inmediatamente,no pasó ni un minuto, el Madrid reaccionó  empatando (1-1). Rodrygo, en estado de gracia, fue al autor del tanto, tras robo magnífico de Ibrahim (esta vez titular) y una ruleta lo que posibilitó un pase a Rodrygo que igual que hiciera en Cádiz, se revolvió para marcar por la escuadra.

El Madrid no había causado el gol tempranero del Nápoles , es más le dio comba para apoderarse del partido. Y con ello, apareció la figura gigante y el talento de  Jude Bellingham, el jugador total.  ¡Todo un espectáculo! ¡Qué manera de jugar! Si el inglés aparece , el Madrid vuela y eso fue lo que ocurrió durante casi todo el primer tiempo.

A los 21 minutos,como consecuencia de un largo ataque con Kroos en la dirección de campo,repartiendo juego por doquier;Carvajal entrando por banda, Ibrahim entre líneas y Rodrygo apareciendo en ataque, se sumó Alaba del que salió  un delicioso pase con esa izquierda de guante que tiene para que Bellingham entrando desde atrás, marcase el 2-1 de bello y estético cabezazo. Ese gol,define la gran potencia que tiene así como su buena colocación.

El Madrid estaba encantando a su afición con su juego preciso y brillante. Pudo aumentar la ventaja.  Carvajal era un peligro constante por su banda con los pases diagonales que le enviaba Kroos. Pero el Nápoles no entregaba la cuchara y casi al descanso Simeone estuvo a punto de empatar lo que impidió Rüdiger (el jefe de la defensa), con un corte muy oportuno a pase de Di Lorenzo.

En los minutos finales del primer tiempo, el Bernabéu contuvo el aliento al ver al inglés  que le dolía el tobillo derecho. Tuvo que ser atendido, todo quedó en un susto.

Todos pensábamos que por precaución, Bellingham no saldría  en la segunda parte. Las sospechas eran infundadas, apareció tan pancho dispuesto a comerse el partido y al Nápoles, que introdujo el cambio de Osimhen (estaba algo tocado) por Simeone. Los  napolitanos salieron muy animados, mientras que el Madrid lo hizo aturdido. A  los dos minutos de la reanudación llegó el gol de Anguisa de violento disparo que embocó de formidable volea tras un mal despeje de Ceballos.

El Madrid estaba en esos minutos un tanto obtuso.  El equipo de Ancelotti había perdido la gracia y el oremus. El Nápoles durante algún tiempo tuvo el balón y el control del partido. En una pérdida absurda de Ceballos, el conjunto napolitano estuvo a punto de hacer el 3-2, pero Valverde oportunamente, lo impidió cuando se relamía Osimhen. Ceballos muy desacertado dejó su sitio a Joselu y poco después Ibrahim(acalambrado) cedió su sitio  a Nico Paz.

El Nápoles seguía dominando durante todo el segundo periodo. Hasta que Bellingham dijo aquello de: “hasta aquí hemos llegado” De ese mal momento salió el Madrid gracias  al talento del inglés, que es su música de fondo. Y comenzó su exhibición,  curiosamente se hizo  más fuerte en el tramo final que es donde se deciden los partidos. Su jerarquía es innegable.

El Madrid se enganchó a él. El inglés hacía de todo, era rematador,pasador,ayudaba en defensa, al centro del campo que junto a Kroos, que dio otro recital, se adueñaron  de nuevo del partido.

 Con Bellingham y el alemán, el Madrid volvió a dominar y a ser dueño de la situación con llegadas de todos los colores. Lástima que Joselu falló ocasiones clarísimas de gol, como un cabezazo a puerta vacía tras una gran jugada de Jude. El que sí hizo acto de presencia fue el joven de 19 años Nico Paz, una firme promesa de la cantera, que hizo el 3-2 con una buena maniobra de por medio para culminar con un fuerte disparo desde lejos que sorprendió al guardameta Meret. Un gol que jamás olvidará.

El Madrid quería más y el Nápoles empatar.  Y  lo que llegó fue una contra  que tuvo como protagonista, como no, a Bellingham que coronó su gran  noche europea con un pase extraordinario desde la izquierda, que fue a dar al segundo palo donde apareció Joselu para marcar el 4-2 definitivo. Un gol, que le sirvió para pedir perdón por los fallos anteriores. Fue un gol redentor para el trabajador Joselu.

Y así finalizó un estupendo partido donde se volvió a ver a un imperial jugador llamado Jude Bellingham, por el que vale la pena pagar una entrada, por cara que sea.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement