Sufrido triunfo del Real Madrid (1-0) frente a un Sevilla muy peleón que se las hizo pasar moradas a los blancos. Modric, tuvo que ser el croata, el que les sacase las castañas del fuego a sus compañeros que durante todo el partido atacaron y atacaron pero sin remate y muy atascados a la hora de la verdad.
El duelo había comenzado con la emoción del regreso de Sergio Ramos al Bernabeú, el gran capitán durante muchos años que recibió el justo homenaje previo al partido. Una vez que comenzó, las cortesías se acabaron y recibió pitos en cada intervención suya. Así es el fútbol, en muchos casos carece de memoria.
El golazo de Modric en el minuto 81, desbarató el engranaje defensivo que preparó Quique Sánchez Flores. El magnífico derechazo del croata impide que la liga se reactive. El triunfo del Madrid se puede catalogar como muy importante, diría que crucial. Está visto que Modric es pura esencia competitiva. Nadie puede con su espíritu ganador. Se resiste a que su edad prime más que su gran talento. Fue un golazo que recuerda que aún le queda fútbol pese a que se vaya atisbando su final.
Modric no se rinde y se vaya o no cuando finalice la temporada, va a seguir ofreciendo lo mejor de su gran repertorio. Su salida en el minuto 73, de alguna forma resquebrajó el excelente tramado defensivo del Sevilla. Quique metió una línea de cinco con Kike Salas,Sergio Ramos, Bade y por delante Soumare y Sow. Era muy complicado traspasar esa línea defensiva y tuvo que ser Modric quien abriese hueco, para conseguir un triunfo vital para su equipo. Eterno el croata.
La visita del Sevilla llegaba muy caliente por la denuncia del cuadro andaluz a lo vídeos de Real Madrid TV que a mi juicio son un error pero les ampara la libertad de prensa. El caso que el turno era para el colegiado Díaz de Mera que muy pronto sintió la ira del Bernabéu al anular el gol de Lucas Vázquez a los diez minutos, por una falta previa de Nacho a Al-Nasyri tras indicación del VAR. Lo que había validado el arbitro lo anuló González Fuertes desde el laboratorio. Aunque se tardó en tomar una decisión, creo que fue correcta. Es el fútbol que tenemos.
A partir de entonces el ambiente estuvo crispado con el árbitro en la diana, que señalaba lo que para los jugadores blancos eran simples faltitas que paraban el juego. No le veía así el colegiado manchego. Tanta fue la frustración que ocurrió algo inaudito: sacó de sus casillas a Kroos, que recibió tarjeta amarilla.
Había mucho enfado y poco remates. El Real avanzaba a trompicones sin apenas amenaza. Un disparo con mucha intención y mucho efecto de Valverde que sacó muy bien el guardameta Nyland, fue lo más peligroso del Madrid durante todo el primer. tiempo.
El Sevilla, estuvo muy ordenado aunque también muy cauteloso. Aguantó con mucho orden las acometidas de Vinicius y Rodrygo (muy juntos) que lo intentaron de todas las formas posibles pero nada les salía. Los hispalenses estaban cómodos aunque les costaba recuperar y salir con el balón jugado. Así finalizaban los primeros 45 minutos sin apenas nada que llevarse a la boca.
No hubo cambios tras el descanso. Ancelotti siguió confiando en sus tres diablillos de delante: Vinicius,Rodrygo, de falso 9, y Brahim. Un pase del malagueño lo remató Valverde al palo. El partido se empezó abrir con un juego más vistoso y rápido en este segundo tiempo. Del que pudo ser el 1-0, se pudo pasar al 0-1 del Sevilla. En una contra rapidísima llevada por Ocampos, metió un pase con el exterior a Isaac que remató a quemarropa. No fue gol gracias a la milagrosa parada de Lunin que sacó una rodilla para despejar el balón que llevaba camino de gol. Si Modric, fue decisivo para el triunfo madridista, Lunin, también lo fue.
También Vinicius obligó a Nyland a otra gran parada. El Real ponía cerco al área sevillista. Era un agobio continuo. En esas estaba el partido cuando el colegiado Díaz de Mera se lesionó,siendo sustituido por el cuarto árbitro, el asturiano Fernández Buergo. Fuese por esa parada, el caso es que el ritmo decayó. Era tiempo de cambios. Modric salió a escena en el minuto 74 por Nacho por lo que Tchouaméni pasó a central junto a Rüdiger. Quique, a su vez hizo triple cambio. Se fueron Navas, Oliver e Isaac.
El Madrid subió revoluciones y siguió encajonando al Sevilla. Lo intentaba por las bandas,jugando en corto, en largo…..pero no encontraba resquicios. Hasta que en el minuto 81 un balón salió despejado, lo cogió Modric que se fue de su par con un excelente control, levantó la cabeza y de rosca disparó, marcando un golazo que para el Madrid vale un Potosí.
Luka lo celebró con una ilusión desbordante, subiéndose a la valla publicitaria y ofreciéndolo al Bernabéu que lo elevó hasta los cielos. El Sevilla reclamó fuera de juego previo de Rüdiger. Era fuera de juego posicional pero no interfería en la jugada. Gol legal.
El Sevilla, se fue lamentando que su serio partido no tuviese premio. El Real Madrid, por su parte sudando lo suyo ganó por acoso y derribo y consiguió un triunfo que le acerca un poco más a su objetivo de ser campeón de liga. Mantiene el tipo y continúa con ocho puntos de ventaja sobre el Barcelona y a la espera de lo que haga el Girona frente al Rayo Vallecano.
