Opinión

Esplendor en el Bernabeú y disgusto por Alaba

Partido completo a la vez que brillante del Real Madrid en el Santiago Bernabéu,que lució por primera vez un techo que le da un aspecto espectacular  y donde, venció con autoridad por 4-1 al Villarreal al que ahogó de principio a fin, con una presión adelantada muy fuerte que dejó sin argumentos futbolísticos al submarino amarillo.

  Todo el esplendor del juego y del partido que contemplamos tuvo su punto negativo en la grave lesión de Alaba, tiene roto el cruzado  de su rodilla izquierda y dice adiós a toda la temporada. El central, cuando se cumplía el minuto 34  se retiró tras un mal giro de rodilla. Hechas las pertinentes pruebas  han confirmado que tiene roto el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. La plaga de lesiones continúa en el Real Madrid que con la lesión de Alaba, solo se queda con dos centrales: Rüdiger y Nacho  

    También resultaron lesionados Baena y Gerard Moreno en un partido que fue muy accidentado. El primero fue sustituido por Terrats y el segundo, por Sorloth. Por lo tanto, apenas hubo disputa entre Baena y Valverde por el incidente la temporada pasada en el parking porque el jugador del Villarreal se lesionó muy pronto.

Al margen de esas desgracias, en el nuevo Bernabéu que luce majestuoso con esa cubierta cerrada que le da un aspecto impresionante, vimos un estupendo partido con un Madrid explosivo que fue un equipo en toda la extensión de la palabra. Brilló todo el conjunto al completo. Todos cumplieron su cometido. Hay algunos que  destacan un poco más como es el ejemplo de Bellingham. ¿Bellingham otra vez? si, el inglés, contumaz él, volvió a su rutina de abrir los partidos.

Pero si hemos de destacar a alguien, ese es Brahim, el hombre del trabajo en silencio, que además de marcar un gol magistral  hasta mágico, hace ese trabajo oscuro que casi nadie ve  pero que tanto bien hace a su equipo. El malagueño ha entrado por derecho propio al magnífico triplete que forman Bellingham, Rodrygo y él.

Rodrygo es otro que está en estado de gracia. Llevaba oncepartidos sin marcar y ahora lleva otras  tantas seguidas haciendo goles (9). Y qué decir de Modric? Pues que está metido en ese traje de eterna juventud y que fue otro de los destacados del magnífico partido del Madrid. Tiene el espíritu de un recién llegado que se tiene que ganar el puesto. Y eso, con 38 años encima.

El Villarreal, que  el año pasado asaltó el Bernabéu, en aquella noche donde brilló con luz propia Chukwueze,nada tienen que ver con aquel. El Madrid le  dominó en todo momento. Además, lo hizo con gran poderío, ambición y con una presión agobiante que provocaba las pérdidas de los amarillos y la recuperación de los blancos.

El llamado submarino amarillo, fue una sombra de lo que fue. También es cierto que ante un Madrid con hambre,ambicioso que sometió a su rival en todas las facetas, poco podían hacer. Y si encima, hace concesiones defensivas se explica el resultado de 4-1 final.

La lata, como decíamos, la abrió Bellingham en el minuto 25. Lo  marcó a lo Santillana, marcando los tiempos con un cabezazo fuerte,picado y abajo que es como mandan los cánones. A lo puro delantero centro.  Ya lleva 13 tantos en la liga. El 2-0, fue obra de Rodrygo que aprovechó un balón suelto en el área pequeña. Lo anuló el colegiado Figueroa por fuera de juego que después desmintió el VAR.

Con la ventaja de dos goles se llegó al descanso. En la reanudación hubo cambios Albiol y Mendy, uno por bando, dejaron su sitio a  Cuenca y Fran García, respectivamente.   El Villarreal salió con algo más de intensidad y el Madrid con menos tensión. Así, en el minuto 55 gol de Morales que  acertó en un mano a mano con Lunin, que devolvió a Kepa al banquillo.

 Con el 3-1, subió la temperatura del encuentro con muchos encontronazos y piques entre jugadores. Y,  para acabar la discusión, apareció Brahim en el 64 con una auténtica fantasía para marcar todo un golazo: control con reverso incluido en el centro del campo,avance sorteando rivales,recorte final a Cuenca y gol. Una obra de arte. Brahim ha llegado para quedarse.

 El estadio estaba encendido con el gol que acababa de ver y el equipo blanco, también. Entonces ofreció toda una borrachera de fútbol con una energía y ambición que desdibujó aun más al Villarreal que vio como en el minuto 69, Rodrygo robó la pelota, lo tumbaron en un claro penalti, pero no lo fue porque Modric acertó a anotar el cuarto.

A pesar de ese 4-1, seguía habiendo bronca. Bellingham tuvo sus más y sus menos con Altimiras, recibió tarjeta amarilla y el inglés un tanto alterado fue,acertadamente, cambiado por Ancelotti. Ceballos fue su sustituto.

 Triunfo claro y contundente de un sobresaliente Real Madrid que va a dormir líder a la espera de lo que haga este lunes el Girona que recibe al Alavés. ¿Aguantará la presión? De momento, el equipo de Ancelotti aventaja en siete puntos al Barça y ocho al Atlético de Madrid.

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