Desde tiempos inmemoriales, Almonacid del Marquesado ha mantenido una tradición oral que narra la endiablada en honor a la Virgen de Candelaria y a San Blas, que se celebrará durante este fin de semana en esta localidad conquense.
Del 1 al 5 de febrero la plaza y las calles de Almonacid se llenarán de diablos y danzantas, que harán resonarán con intensidad los cencerros y paloteos en honor a los patronos.
Este sábado comienza la programación organizada para celebrar el día de San Ignacio. Los diablos se reunirán en la casa del diablo mayor para llegar a la casa del alcalde, todo esto acompañados por las danzantas y los vecinos y vecinas. Esto tendrá lugar a las ocho de la tarde, para después realizar la segunda vuelta alrededor de las diez.
El domingo se celebra el día de la Virgen de la Candelaria. La primera vuelta comenzará desde la sede de la endiablada a las ocho y media de la mañana, para seguir a las nueve y media con la vuelta de la torta.
A las doce y media tendrá lugar la procesión de la Candelaria. Y ya por la tarde, uno de los actos más destacados y representativos de estas fiestas almonaceñas, el lavado de cara de San Blas. A las cinco y media de la tarde comienza la vuelta de la cera, y después se le lava la cara al santo con aguardiente. En este momento los diablos cambian parte de su atuendo, dejan el tocado por la mitra episcopal del patrón.
El lunes es el día más importante de la fiesta, es el día gran de San Blas. Este día Almonacid se conviernte en epicentro de visitas de la comarca y región. Los diablos madrugan también para juntarse en la casa del diablo mayor para recorrer las calles del pueblo, hasta que a las doce y media comienza la procesión.
Por la tarde los diablos y danzantas siguen haciendo sonar sus cencerros y sus bailes en honor al santo, esta vez visitando también el cementerio de la localidad. A las ocho y media de la tarde comenzará la última vuelta.
El día 4 se celebra San Basilio, se hará una misa por los diablos difuntos a las seis y media de la tarde, y después, cena de la endiablada. Este día las danzantas piden por las puertas de las casas al ritmo de la dulzaina, haciendo sonar las castañuelas y el paloteo.
Y el último día, el miércoles 5, más conocido como El Nieto, será la comida compartida de la endiablada, y la misa por las madrinas difuntas a las seis y media.
Desde el ayuntamiento de Almonacid del Marquesado agradecen el sentimiento y pasión que ponen los almonaceños y almonaceñas por continuar con una de las tradiciones más antiguas del mundo según cuentan las leyendas y que año tras año logra convertirse en un escaparate turístico en toda la comarca.
