La Coral Mar de Vides ofrece un concierto por la paz en Miguel Esteban

El programa del acto abarcó diferentes periodos que van de la mano dando lugar a un concierto con gran armonía y equilibrio. Las obras fueron interpretadas en orden cronológico inverso, por lo que el público las escuchó de la más reciente a la más antigua.

El pasado domingo 10 de abril en la Ilesia San Andrés Apóstol el Ayuntamiento de Miguel Esteban organizó el concierto de la coral polifónica Mar de Vides que estuvo a cargo del director Pedro Ferrer junto a la directora de técnica vocal Cruz Culebras y el pianista José María García.

El concierto titulado ‘Paz’ fue una oración por la paz y la concordia, ya que como afirman los directores del concierto Cruz culebras y Pedro Ferrer “nuestra arma es la música, el canto y con ello rogamos a Dios que cese la guerra entre Rusia y Ucrania”.

El programa del acto abarcó diferentes periodos que van de la mano dando lugar a un concierto con gran armonía y equilibrio. Las obras fueron interpretadas en orden cronológico inverso, por lo que el público las escuchó de la más reciente a la más antigua.

El concierto se abrió con el himno religioso Ubi Cáritas, del compositor noruego Ola Gjello. Continuó con Signore Delle Cime, del compositor Giuseppe de Marci, para posteriormente interpretar una composición del joven Gabril Fauré, con el que dieron paso al periodo más romántico gracias a su obra El Cantique de Jean Racine, inspirada en un texto del poeta francés Jean Racine.

A continuación, pudieron disfrutar del aria Ave María, obra que se atribuyó a Giulio Caccini y que parece ser que fue compuesta por el guitarrista y compositor ruso Vladimir Vasilov en 1970.

Con Mozart se alcanzó el Clasicismo. El Motete Ave Verum Corpus, obra con simetría tonal respaldada por el contraste que se produce en los pasajes diatónicos y los pasajes modulantes. Después fue el turno de Lacrimosa, tema que pertenece a la Misa de Requiem en re menor.

El concierto finalizó con dos temas de dos grandes maestros del Barroco: ¡Oh, rostro lacerado! de Johann Sebastian Bach y con el icónico Hallelujah de Georg Fiedich Händel, perteneciente a su oratorio El Mesías.

El público, que respetó en todo momento las medidas de seguridad Covid, disfrutó considerablemente del evento.

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