Creciendo contigo. El Colegio Teresiano María Inmaculada de Mora cumple 100 años

En agradecimiento a Maria Martín Maestro se quiso poner su nombre a la calle Honda, que era el nombre original de la calle, pero a ella no le gustó la idea en un primer momento, al final la calle donde está situado el colegio pasó a llamarse Maria Martín Maestro a partir de agosto de 1921.

Mañana jueves se cumplen 100 años desde la fundación del Colegio Teresiano María Inmaculada en Mora, y es que después de algunos sueños, un proyecto, un deseo y muchas dificultades, un día como mañana, 8 de octubre pero del año 1920, se abrió este importante colegio en esta localidad toledana. Desde esa fecha y hasta nuestros días, el colegio se ha mantenido vivo, formando y ayudando a crecer a miles de alumnos.

Fue en 1915, cuando el entonces párroco de Mora, Don Ángel Ríos Rabanera, puso en marcha un sueño y un proyecto: la construcción de “un colegio católico de niñas y señoritas”, la idea fue acogida con entusiasmo por Doña Maria Martín Maestro, vecina de Mora, que costeó tal empresa y puso a su disposición el solar donde se construiría un colegio para niñas con el objetivo de formar cristianamente a la niñez y juventud de Mora de Toledo.

En un principio, se encargó a las Religiosas de la Inmaculada Concepción (Las Damas Negras) que se hicieran cargo de la educación en el Colegio, pero una serie de oscuros sucesos en el pueblo provocaron que nadie se responsabilizase de seguir con el proyecto, incluida la orden religiosa que estaba previsto que asumiera la labor educativa. Y así, en 1917, el Colegio ya construido, seguía cerrado a cal y canto.

Había que buscar otra congregación religiosa que se hiciera cargo del colegio,  para ello unos morachos fueron a Madrid en tren y casualidades de la vida en el tren iban dos hermanas de La Compañía de Santa Teresa de Jesús fundada por Enrique de Ossó en 1876.

Contactaron mediante carta con Teresa Blanch, superiora general de la compañía que vivía en Barcelona para ofrecerles el colegio. Hubo carteo que se ha perdido. La compañía asumió el proyecto. El día 8 de octubre llegó la Compañía a Mora y fue recibida con alegría y entusiasmo. Eran doce religiosas como los Apóstoles de Jesús. La madre superiora se llamaba Carolina Bernardos, aquí las esperaban otras dos hermanas que habían preparado la llegada.

El colegio comenzó su andadura  con 348 alumnos, 9 profesoras y 3 auxiliares. Mientras que se daban las clases las obras continuaron hasta que el edificio terminó de construirse. Los actos de  inauguración oficiales fueron los días 16 y 17 de abril de 1921 y se hizo una procesión desde la Parroquia hasta el colegio, según cuentan las fuentes no faltó de nada: autoridades civiles y eclesiásticas, cortejo, banda de música y mucha gente en las calles.

En agradecimiento a Maria Martín Maestro se quiso poner su nombre a la calle Honda, que era el nombre original de la calle, pero a ella no le gustó la idea en un primer momento, al final la calle donde está situado el colegio pasó a llamarse Maria Martín Maestro a partir de agosto de 1921.

El colegio siempre ha cuidado de los más necesitados y se creó una clase para niños pobres en agosto de 1921. Los años pasan y llegamos al año 1936, año muy convulso y trágico para España. En marzo de 1936, quieren quitar el colegio a la Compañía y hacerlo escuela pública, pero la iniciativa no cuajó. En junio de 1936, las autoridades públicas quieren que Maria Martín Maestro lo ceda al Estado y que la compañía se vaya de Mora.

La situación durante el mes de julio de 1936 se complica para España, Mora y el colegio. La Guerra Civil estalla el 18 de julio y el 25 de julio las hermanas de la Compañía abandonan Mora dejando todo lo que era suyo en el colegio, sin saber si volverán o no.

A partir de esta fecha, el colegio pasa a ser un edificio de oficinas y cárcel republicana. La Guerra Civil continúa y el colegio se convierte en Instituto y en museo municipal. En  noviembre de 1937 la República quiere convertir el colegio en un hospital de 500 camas, el Ayuntamiento se niega en un primer momento, pero al final cede a las presiones del gobierno y se convierte en hospital.

A finales de marzo de 1936 el colegio se convierte en escuela pública, la situación sigue siendo complicada para las Teresianas que no pueden volver todavía.

En  julio de 1941, la Compañía de Santa Teresa de Jesús vuelve a Mora,  se refunda el colegio y en octubre comienza el curso. A partir de este momento se ofrece educación a todas las niñas en edad escolar y a los niños hasta los ocho años

En  1960, se abrió el Instituto en Mora y el número de alumnas bajó considerablemente, el colegio estuvo a punto de cerrar, pero antiguos alumnos y gente muy vinculada al centro hizo todo lo posible para que esto no ocurriera y así fue. A mediados de la década, se comienzan a preparar en el centro futuras maestras y se abre un internado para alumnas de fuera de Mora.

Desde 1964 a 1973, en el colegio se establece una escuela de carácter social en la que se enseña a hacer alfombras.  A partir de 1980, el colegio se reestructura con la nueva ley de Educación y solo se imparte parvulitos y EGB. En las siguientes décadas el colegio se fue adaptando a las sucesivas reformas educativas y continuando con la labor educativa sin perder de vista su identidad teresiana al estilo de Enrique de Ossó. Desde el año 2011 hasta la fecha,  el centro forma parte de la Fundación Escuela Teresiana.

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