Teatro infantil y de adultos para dar la bienvenida al nuevo año en Quintanar

El teatro ha centrado los actos en este 2 de enero de 2020 al representarse en Quintanar dos obras, una dirigida al público infantil y otra dirigida al público adulto y juvenil.

El Ayuntamiento quintanareño sigue apostando por la Cultura en todas sus facetas, y así lo ha puesto de manifiesto, esta vez con sendas representaciones teatrales que han tenido lugar en el Centro Cívico “Príncipe de Asturias” de la localidad.

En primer lugar, y en horario de mañana, tenía lugar la representación “La Faldicaja”. Un peculiar personaje que vive en los libros salía de una extraña caja. Se trataba de una  duenda Sujetatítulos, que decía venir del mundo de los cuentos, donde la explotan para que sujete letras y letras. Por sorpresa salía de una caja enorme que ha resultado ser su falda. El duende Comepatatas no para de buscarla, mientras ella comienza a sacar historias y objetos extraños de su Faldicaja. Las historias narradas y el teatro de figuras y objetos, ese espectáculo visual en el que se aprende y desaprende, con la intervención también del público al que ha sabido ganarse cuento tras cuento historia tras historia.

Ya por la noche, el Centro Cívico volvía a abrir sus puertas esta vez, para un teatro de adultos, que además, tenía un fin solidario pues el dinero recaudado con la entrada sería destinado al Colectivo “Las Supernenas”.

“La queja de Mariteja” un espectáculo teatral con alma de juego. Se juega con las rimas, con los objetos, con los títeres, con proyecciones audiovisuales y desde el principio el público es confidente de lo que ocurre y se cuenta. La historia se desarrolla en una azotea loca donde se improvisa un escenario, se lava y se tiende la ropa, se abren cajones y se guardan recuerdos. Allí aparece  “Mariteja”, un personaje lleno de ternura, locura y en el que se dibujan mil mujeres diferentes. Mariteja recibe varios objetos, paquetes y cartas de gente de su pueblo, a través de ellos surgirán historias que irán resolviendo la trama y cambiando la escenografía. Todo está al revés, a todo se le da la vuelta, la azotea se transforma en un delirante cabaret, de la lavadora nunca sale la ropa como entró, y al tender el gran pañuelo de lágrimas en él se reflejan imágenes sorprendentes que interactúan con Mariteja. En este espectáculo se mezclaba el teatro, la música, el lenguaje cinematográfico, los títeres de varilla y de manos vivas. La obra es un canto a la comunicación, a la amistad y a la alegría de vivir.

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