Incarlopsa impulsa su responsabilidad medioambiental certificando la huella de agua de sus instalaciones productivas

Medir la huella de agua significa conocer los impactos ambientales directos e indirectos sobre el agua y el uso que se realiza de ésta para desarrollar su actividad, lo que permite una gestión más eficiente y responsable de este recurso natural

Incarlopsa, compañía castellanomanchega líder en la producción y elaboración de productos cárnicos porcinos, continua avanzando en su compromiso medioambiental y en su modelo de desarrollo sostenible y a largo plazo articulado en torno a varios ejes de actuación relacionados con el medioambiente y el bienestar animal. En este sentido, acaba de certificar la huella de agua de sus instalaciones productivas situadas en Castilla-La Mancha y Castilla y León.

En concreto, la certificación aplica para las instalaciones situadas en Tarancón (matadero, planta de corte y envasado de producto fresco, fábrica de elaborados, planta de empaquetado y reparto y secadero de jamones), en la provincia de Toledo (secaderos de Olías del Rey y de Corral de Almaguer) y en la localidad salmantina de Guijuelo (fábrica de embutido ibérico). La compañía sigue trabajando para certificar la huella de agua de sus instalaciones situadas en Andalucía.

Certificar la huella de agua significa conocer qué volumen de agua se necesita para la fabricación de un producto, la prestación de un servicio o la realización de una actividad y el impacto ambiental directo e indirecto sobre el agua. Con esta certificación y ese conocimiento, Incarlopsa puede hacer una gestión más eficiente y responsable de sus recursos hídricos.

“Con motivo de la próxima celebración del Día Mundial del Agua, nos llena de orgullo anunciar que hemos certificado la huella hídrica de nuestras instalaciones, en línea con nuestro firme compromiso medioambiental. Un esfuerzo que hemos venido desarrollando durante los últimos años y que también se ha concretado con la certificación por tercer año consecutivo de nuestra huella de carbono. Entre nuestras prioridades siempre ha figurado hacer una gestión responsable de los recursos naturales, pero, en un momento en el que predomina la ausencia de precipitaciones, ahora es todavía más importante”, explica Monserrat García, responsable del área de Calidad, I+D+i y Medioambiente de Incarlopsa. 

Incarlopsa también avanza en su compromiso con el bienestar animal

En 2021, Incarlopsa también ha seguido reforzando su compromiso con el bienestar animal. A la instalación de sistemas de videovigilancia en su matadero de Tarancón para tener controlado al animal mientras que está vivo antes incluso de que sea obligatorio por ley, hay que añadir la certificación del secadero de Corral de Almaguer, la planta de loncheado de Tarancón y la fábrica de embutido ibérico de Guijuelo conforme al Reglamento Técnico de Bienestar Animal y Bioseguridad, Interporc Animal Welfare Spain (IAWS).

Los consumidores están cada vez más concienciados con el bienestar animal y demandan una mayor transparencia a las empresas que operan en el sector alimentario. La obtención de esta certificación, basada en un reglamento que está revisado por un comité científico independiente y por asociaciones de protección de los animales, permite a Incarlopsa trasladar su compromiso con el bienestar animal al packaging de sus productos, cumpliendo así con las expectativas del consumidor.

Además, en 2021, el secadero de Corral de Almaguer también ha sido certificado para la producción de jamón libre de antibióticos e Incarlopsa ha renovado las certificaciones que ya tenían las diferentes plantas de producción en materia de medioambiente, calidad y seguridad alimentaria.

Sobre Incarlopsa

Incarlopsa, empresa familiar de capital 100% español con más de 40 años de historia, es un referente en el sector cárnico en España. Con sede en Tarancón (Cuenca) y 10 centros productivos en Castilla-La Mancha, Castilla y León y Andalucía está especializada en la elaboración de productos cárnicos porcinos frescos, curados e ibéricos. 

El equipo humano de Incarlopsa se ha duplicado en los últimos años. Actualmente el grupo genera unos 3.600 empleos directos e indirectos.

Incarlopsa cuenta con un modelo de producción vertical que garantiza una trazabilidad total del proceso productivo y la máxima calidad del producto. La calidad, la seguridad alimentaria y el respeto al medioambiente articulan un modelo de gestión sostenible líder en su sector, en el que la innovación desempeña un papel fundamental.

Puede encontrar más información en https://www.incarlopsa.es/

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