Cabezamesada recupera la tradicional matanza del cerdo en unas jornadas de aprendizaje, diversión y degustación de todos los manjares del animal

La jornada de matanza y degustación se desarrollaba durante todo el día en las inmediaciones de las escuelas viejas de Cabezamesada con la participación de más de 100 personas.

El pasado sábado la Asociación Cultural el Pozo Pindongo de Cabezamesada, con la colaboración del consistorio, recuperaba la fiesta tradicional de la matanza con una participación de más de 100 personas que disfrutaron de una jornada de sacrificado y aprovechamiento de la carne como se hacía antaño en los pueblos.

Sobre las 9 de la mañana llegaban los más madrugadores, encargados de realizar el socarrado, raspado y lavado del animal para luego sacrificarlo y degustar un almuerzo típico manchego de asadura y forro.

A la hora de comer se reunía la mayoría de personal de todas las edades, unas 100 personas comían la gachas artesanas acompañadas de chorizos, morcillas, panceta y somarro. Ya por la tarde, tenía lugar el despiece, el corte y la elaboración de los embutidos, y también la merienda con la que se ponía fin a esta fiesta de la matanza.

Los mayores se encargaban de enseñar las herramientas y el modo de elaboración de los productos de la matanza a los más jóvenes. Desde la asociación agradecen a las mujeres de la asociación y carniceros sobre todo por su predisposición y por remangarse durante todo el día.

Por tanto, la primera fiesta de la matanza se suscribe con un balance positivo por parte de la organización que han cumplido su objetivo con creces, según apuntaban a este medio. Reunir a multitud de personas, mantener vivo el espíritu y dar a conocer esas labores con los tradicionales platos que se preparaban antiguamente.

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