Opinión

Eibar y Real Madrid honran al fútbol

¡Qué gozada de partido! El encuentro  en Ipurua que han disputado Eibar y Real Madrid  es sin duda alguna, el mejor que se ha visto en esta temporada. Un Real Madrid exquisito sufrió para vencer (1-3) a un rival encomiable que al final le hizo sufrir.

Ganó el Madrid, pero es lo de menos, después de presenciar  la entrega y el esfuerzo de los dos equipos que han honrado al fútbol, dejando todo el sudor sobre el césped del coqueto estadio del Eibar.

Comenzó el equipo de Zidane dando toda una exhibición de juego, con Modric como director de orquesta que escribió una sinfonía luminosa y emotiva. Al croata, le acompañó Benzema y su magia que junto a su nuevo rol de compromiso total, le hacen hoy por hoy un jugador capital y determinante para su equipo.

Los primeros 20 minutos de los blancos fueron una delicia,  perfectos. No es que jugarán al fútbol bailaron sobre el césped: circulando el balón  con velocidad y hasta vértigo,  jugando al primer toque con una precisión absoluta, cambiando continuamente de dirección la trayectoria de la pelota que llegaba con precisión a las bandas. Era el fútbol total, todo ello con mucho ritmo y marcha que descolocó a su rival en su intento de presión alta, una de las armas del equipo de Mendilibar. 

Era todo un concierto de alto nivel futbolístico que muy pronto tuvo sus frutos con dos goles de categoría, con Benzema como protagonista. El primero llegó a los seis minutos, el francés controló magistralmente un gran envío de Rodrygo y remató con colocación ante Dmitrovic. En el segundo, como su fuese un funámbulista sobre la línea de fondo dejó sentada a la defensa rival, pase atrás para Modric que remató el 2-0. Luego le anularon otro que fue una maravilla de dominio y de técnica. Fue anulado por un pie que estaba fuera de juego.

El juego espectacular del Madrid hubiese tumbado a cualquier rival de esta liga, pero el Eibar de Mendilibar  con su fútbol de uñas y dientes, es ajeno al desaliento. Corre y resiste hasta  dejar la ultima gota de sudor, y más si se mete en el partido como hizo KIke García en el minuto 28, marcando todo un golazo que entró por toda la escuadra tras disparo desde fuera del área.

El Madrid pasó de disfrutar a empezar a tener apuros. Lo único que se le puede reprochar a los de Zidane es su falta de pegada y puntería  con lo que sacar provecho de su gran caudal ofensivo. Al Eibar lo pudo tumbar definitivamente en la primera media hora, pero por esas carencias el equipo armero se le subió a las barbas.

A partir del 2-1, el encuentro fue un ir y venir de los dos conjuntos que se mostraron generosos en el esfuerzo con grandes detalle de los virtuosos Modric y Beznema, por el Madrid; y de un chaval de 19 años del Eibar llamado a ser alguien importante en el mundo del fútbol, su nombre es Bryan Gil y está cedido por el Sevilla. Quédense con este nombre, va para figura.

Los agobios le llegaron al Madrid tras el descanso, cuando el cansancio ya hizo mella en Modric,  y el Eibar, sin nada  que perder y al que su maldición en Ipurua -no ha ganado todavía en esta temporada en su propio terreno- le empieza a pasar factura, le animó para irse con rabia hacia la portería de Courtois. Entonces los armeros con un fútbol muy directo, con centros muy envenenados  propusieron un intercambio de golpes que en algunos momentos escapó al control del Real Madrid, al que le faltaba fuelle, igual que al Eibar. No me extraña porque el envite fue frenético desde el principio hasta el final. Y es que Ipurua es un territorio que exige mucho consumo de energía. El Madrid traía  bien aprendida la lección.

Con los depósitos secos por el esfuerzo,llegaron los errores en los dos contendientes. El Madrid se volvió terrenal ante las sacudidas de su rival. Había amenazas por doquier, unas veces fallaba Rodrygo y otras el delantero armero, Muto.  Eran dos equipos directos que jugaban  a tumba abierta  para lograr sus objetivos. Así fue hasta el último aliento.

Para añadir más picante a este hermoso partido, hubo un golpeo del balón en el codo de Sergio Ramos que ni el arbitro  ni el VAR creyeron que fuera penalti. Lo de las manos en el área es un auténtico cachondeo, unas veces se sancionan y otras se hace la vista gorda. Debe aclararse de forma definitiva.

Pero no seré yo el que me enfangue en esta polémica después de ver todo un partidazo para rebobinar y volver a ver, de dos equipos que honraron al fútbol.

En tiempo de descuento, Lucas Vázquez erradicó los apuros finales de los blancos, marcando el definitivo 1-3.A pesar de lo ajustado del resultado, las diferencias entre ambos equipos fue mucho mayor de lo que refleja el marcador.

Un Real Madrid renacido y comprometido , salió victorioso del audaz Ipurua y encadena cuatro victorias consecutivas  en la liga que le aúpan hasta lo más alto,  junto  al Atlético de Madrid.   

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