Opinión

Antes la vida que el fútbol

Desde hace  días el mundo del fútbol  debate, con la que está cayendo como si no hubiese cosas más importantes, sobre la vuelta de la liga y,  según parece podría ser en un breve periodo de tiempo.
En principio, está previsto que los entrenamientos  de los equipos comiencen este lunes y según cálculos estimados, la competición se reanudaría en el mes de junio. Volverán a entrenar pero sin los test masivos. Algo que nos parece del todo razonable y justo.  No van a ser los futbolistas unos privilegiados,  cuando el resto de la Sociedad no puede acceder a esos test que son la única solución para acabar con los contagios. 
Los jugadores para ser sometidos a las pruebas deberán haber padecido síntomas, haber convivido con personas que lo hayan padecido. En esta fase 0 no tiene sentido hacer test masivos ya que pasaran exhaustivos reconocimientos médicos  y solo se les harán pruebas por prescripción médica. ¿Son o no son unos privilegiados los jugadores de fútbol, y en general casi todos los deportistas de élite?
A pesar de los deseos de los capitostes y burócratas  del fútbol que forman la Liga de fútbol profesional (LFP), La Federación Española (FEF), los clubes y  la Asociación de jugadores (AFE), el regreso de la competición está en el aire. La última palabra la tendrá ese maldito hijo de puta llamado Coronavirus  (COVID19), y en última instancia  el gobierno, que en esto como en muchos casos está dando palos de ciego, pero eso es otra cuestión.

Dada la crítica situación que estamos viviendo, nos parece muy arriesgado que vuelva el fútbol y todo lo que sea deporte de competición. Los médicos y jugadores, tanto de fútbol como de baloncesto, no ven nada claro el regreso y más  ahora que no habrá test masivos.
Creo, sinceramente, que ante la mayor crisis de la humanidad tras la 2º Guerra Mundial, que el mundo no está preparado para que vuelva el fútbol competitivo. No se dan las condiciones para su regreso hasta como mínimo,  el mes de septiembre.
Por lo tanto, lo más lógico y más recomendable, es que se suspenda la liga porque no hay garantías absolutas  para que los futbolistas  no se contagien.

En todos estos debates, al igual que sucede en las medidas de cada gobierno  para combatir al terrorífico virus, hay disparidad de criterios. Mientras Alemania ha sido la primera en permitir la vuelta a los entrenamientos  y está a un paso de reiniciar la Bundesliga (llama la atención esta medida ante la siempre prudente Alemania); Francia ha dado por finalizada la liga  con el PSG como campeón electo. Al igual que Holanda que suspendió el campeonato hace ya unos días. Italia e Inglaterra, están hechos un mar de dudas, pero lo más probable es que  suspendan sus respectivos campeonatos.

Aquí, en España, de nuevo vamos con retraso en tomar medidas,  y si nadie lo remedia se volverá a entrenar y se completarán las once jornadas que restan. Lo que supone un inmenso riesgo aunque se juegue sin público en las gradas.

Me apunto a la teoría de que la liga no debería reanudarse porque estamos en una situación muy dramática y el virus sigue ocasionando estragos,  y no hay garantías de poder evitar el contagio. Puestos a sopesar, la vida debe prevalecer por encima del dinero y los intereses que tienen la liga, la federación y los clubes.. La vida está por encima del negocio.
No se puede jugar al fútbol si los jugadores están obligados a permanecer  a dos metros unos de otros para entrenar, y mucho menos para después jugar un partido. No tienen sentido. 
 Además, si hay un deporte donde haya contacto, ese es el fútbol. Sin ese contacto el fútbol es imposible y una de las cosas en la que inciden una y otra vez los epidemiólogos es que debe evitarse el contacto.
  La clave para erradicar esta pandemia es el distanciamiento social. Si uno de los jugadores da positivo habrá que poner a todo el grupo en cuarentena, y eso sería como volver a empezar. Vamos, que la vuelta de la competición, sería una auténtica irresponsabilidad e  imprudencia.

 La verdad es que el fútbol, como todo en la vida se ha complicado hasta límites insospechados por este minúsculo y asesino virus que ha puesto el mundo patas arriba, y el fútbol no iba a ser una excepción.

 El fútbol, teniendo en cuanta la que se nos viene encima, no es lo más importante, es prescindible. Por lo tanto, lo lógico y elemental sería que se suspendiese la liga de fútbol, la de baloncesto y todos los demás deportes de masas.
NO me cansare de repetir que la vida está por encima de todo, pero mucho me temo que la Liga, la Federación y los clubes, movidos por el interés y el negocio impondrán sus reales y habrá fútbol.
 Los jugadores, deberían hablar claro y alto que es lo que desean. Una gran mayoría están por la labor de no volver hasta la próxima temporada. He hablado con alguno de ellos y todos coinciden: “No es cuestión de dinero, sino de vida o muerte”.  A lo que  que añado: La liga debe suspenderse.

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