Opinión

Asi, asi, asi remonta el Real Madrid

Del ridículo en Alemania, al éxtasis del Bernabéu en menos de una semana. De lo que olía a un fracaso, a la gloría de alcanzar por sexto año consecutivo las semifinales de la Champions. El Real Madrid, en su gran cita de la temporada no falló y consiguió remontar el 2-0 adverso que traía  de la ida. Ganó 3-0 al Wolfsburgo con tres goles de Cristiano Ronaldo,que marcó la diferencia en un partido donde el Real Madrid volvió a escribir otra de esas noches históricas y épicas en el Bernabéu.

  Cristiano Ronaldo fue el principal autor de la remontada, muy bien acompañado por Carvajal que siempre estuvo en combustión y que fue quien abrió la brecha para que el portugués comenzase su recital goleador. No creo que a Zidane se le ocurra ya nunca más prescindir de Carvajal y dar entrada a alguien como Danilo, que al menos , hasta ahora, no ha justificado los 30 millones de euros que el Madrid pagó por él. Otro que  también tuvo su protagonismo fue Benzema,  más activo que nunca y con  grandes momentos en su juego.

  La verdad, es que en esta ocasión nada se le puede achacar a este Real Madrid que se dejó el alma para devolver a su afición la ilusión y la confianza a un equipo que hace una semana, les falló. Les debían una y han pagado esa deuda a base de intensidad,concentración, ratos de buen fútbol, cabeza y corazón.

  El Madrid consiguió su enésima remontada europea pasando   por varios estados de ánimo. Comenzó con determinación y hasta con excitación rayando su futbol a mucha altura. Así estuvieron hasta los primeros 20 minutos. En ese tiempo, fue el dueño y señor jugando en el terreno del Wolfsburgo y haciéndolo muy bien.  Como consecuencia de ese dominio, a los quince minutos llegó el primer gol de Cristiano que levantó a un Bernabéu a reventar  que se frotaba las manos porque todo salía según los planes previstos:  marcar  un gol al primer cuarto de hora. De la alegría del 1-0, se pasó a la locura cuando CR7 marcó el
2-0.  En 17 minutos la eliminatoria estaba igualada. Todo había salido perfecto, el Madrid tenía el partido soñado.
  Pero curiosamente, a partir del minuto 20 y conseguido el objetivo de la igualada y hasta llegar al descanso, al Madrid  le vinieron las dudas y hasta el miedo. Dio un paso atrás, y con ello le dio vida al rival que se acercó con cierto peligro a la portería de Keylor Navas. Jugaba con fuego tratando de administrar demasiado pronto  una ventaja que era insuficiente. La inquietud en ese tiempo se apoderó del Bernabéu y del propio equipo madridista que ya entonces dejaron de presionar y cuando ejercían esa presión, la hacían tarde y mal con mucha distancia entre las líneas. El equipo de Zidane había cambiado la determinación por el cálculo
  El  Wolfsburgo, fue entonces el dominador de la situación y Luiz Gustavo hasta tuvo una buena ocasión de marcar.   Los alemanes volvieron al partido y a la eliminatoria  después de haber estado groguis. La salida del terreno de juego de Draxler, su mejor jugador, por  lesión le quitó brío al conjunto alemán que no obstante seguía acechando en las inmediaciones del área madridista, aunque sin mucho peligro que digamos.  Lo que ocurría es que un gol de los germanos  le daba la vuelta a la eliminatoria y eso hacía que la situación resultaba temeraria.

  El descanso le vino a pedir de boca al Real Madrid, que en el segundo periodo salió con los mismos argumentos que en el primer tiempo, es decir en tromba. Zidane ordenó zafarrancho de combate y con la defensa más adelantada así como todas las líneas, acorraló al Wolfsburgo.  Después de la determinación, de jugar con la cabeza fría y hasta con miedo en la primera parte. En el segundo acto, el Madrid puso el corazón y el coraje  para darle la vuelta  a una eliminatoria que  con 2-0 en contra del encuentro de ida,era a todas luces muy complicada de superar, independientemente de la naturaleza del rival.
  En este segundo periodo los de Zidane se volvieron a reencontrar  con el futbol. Jugaron con más seguridad. Volvieron a la  la presión, aunque a veces se desajustaba, las transiciones eran más rápidas y las posesiones  más largas. Sergio Ramos a  punto estuvo de marcar de cabeza al rematar un saque de esquina  que tras dar el en el palo no quiso entrar en la portería de Benaglio. El Madrid lo seguía intentando entrando sobre todo por las bandas, y especialmente por ese cuchillo que es Carvajal. Pero esas jugadas no se culminaban.
  El nerviosismo ya se empezaba a masticar en el Bernabéu. Cristiano no paraba de moverse y de dar ánimos a sus compañeros, además de  demandar el apoyo de la afición que se entregó de principio a fin.  La noche estaba destinada para un Cristiano quien en esta ocasión se comportó como la gran figura que es. Fue el rey del Bernabéu y tuvo que ser él,  quien pusiese la rúbrica y clasificase para semifinales al Real Madrid. Lo logró en el minuto 76  de falta directa que habían hecho a Modric. Por unos momentos, el Bernabéu guardó silencio,éramos muchos los que veíamos el gol. Cristiano, como siempre, dio sus tres pasos atrás,se paró, se concentró, miró y lanzó metiendo la pelota en un hueco imposible  que habían dejado Naldo y Guilavogui.

   El éxtasis entonces se apoderó del Bernabéu que elevó a los altares a Cristiano Ronaldo que estuvo enorme. Que digo enorme, estuvo inmenso, brutal en otra gran noche del madridismo que ya tiene al portugués en el listado de  las leyendas de la historia del Real Madrid.
  Tres goles, los tres de distintos colores, coronan a Cristiano como el héroe de la noche. ¿Quién dijo que no aparecía en los partidos difíciles e importantes?  Su partido fue para enmarcar. Jugó con una intensidad que contagió a sus compañeros. No solo trabajo a destajo en todos los terrenos, sino que exigía más a los suyos, corría como un poseso, remataba y mostró un poderío que hacía tiempo no se veía sobre un terreno de juego. Fue su partido perfecto, que lo encumbran de nuevo a lo más alto  del podio no sólo europeo sino mundial.
  Cristiano Ronaldo, sin duda es el señor del gol. Lleva ya 16 goles en la Champions, siendo el máximo goleador y está a tan solo un tanto del récord que el mismo tiene.
  Así  es como se tiene que comportar la máxima estrella de un equipo y Cristiano Ronaldo, se comportó como lo que es, la gran figura de este Real Madrid que por sexto año consecutivo se mete en las semifinales de la Champions.

   Chapeau al público que estuvo mejor que nunca; Chapeau  a Cristiano por su portentosa actuación; a Carvajal que tiene que jugar siempre; a Benzema por sus movimientos y esos momentos de lujo que nos ofreció; a Casemiro por su sacrificio; a Modric.... En definitiva a todo el Madrid por su trabajo coral.

PD. Imaginamos que el equipo blanco habrá aprendido la lección de no despreciar a ningún rival. Jugó con fuego en Alemania y estuvo a punto de quemarse. Toda la intensidad,coraje, corazón y fútbol  que le faltó en el partido de ida, es la que  le sobró  en otra noche histórica del Bernabéu. Así,así, así remonta el Real Madrid

 

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