Opinión

El Bayern, nuevo rey de Europa

Dicen que no hay peor cuña que de la propia madera, pues eso es lo que ha ocurrido con Coman, ese jugador parisino y ex jugador del Paris Saint Germain, autor del único  gol  de la final de la Champions que se ha disputado en Lisboa, estadio Da Luz, y que da al Bayern Múnich su sexta copa de Europa, ganada con pleno de victorias frente a un PSG en donde sus dos grandes estrellas Neymar y Mbappé han estado minimizados.

El Bayern, que ha rozado la perfección en esta Champions tan especial, partía como favorito y no ha defraudado. No fue su mejor partido en esta fase final, pero demostró más empaque que el imberbe PSG, que pagó cara su inexperiencia en cuanto a jugar finales (la primera que juega).

Los alemanes han vuelto a lo más alto, y han honrado su historial con el fútbol europeo, volviendo a ser de nuevo uno de los equipos tradicionales en las finales europeas. Además, lo hizo a lo grande ganando no solo todos los partidos en esta fase final sino también en las eliminatorias anteriores. Diez victorias en 10 partidos, una trayectoria sin mancha que le otorga al equipo alemán su sexta orejona, ya solo por detrás de Milan y Real Madrid.

Si esta Champions ha sido tan especial por culpa del COVID 19,también ha sido especial para el Bayern que ha demostrado que hoy por hoy es el mejor equipo del Continente. Hans Dieter Flick, el ayudante del seleccionador alemán Joaquim Low, que   aterrizó a mitad de temporada para ocupar de forma momentánea el puesto de primer entrenador  después de la destitución de Kovacs, resulta que ha conducido a la gloria al Bayern rescatando las esencias y valores que llevaron a la primera plana al equipo alemán. Igual que hiciese Jupp Heinckes en 2013, ultimo año del Bayern campeón, Flick que llegó con apariencia de interinidad, ha acabado por llevar a la gloria de nuevo al Bayern, que ha regresado para quedarse. Tiene equipo para hacer grandes cosas en los próximos años.

Los alemanes son los nuevos reyes de Europa, y lo hacen sin renunciar a su estilo de juego. La fe en esa propuesta tan arriesgada de jugar con la defensa adelantada, teniendo enfrente tal vez a la delantera más rápida con  Neymar, Mbappe y Di Maria jugando con espacios, no les hizo cambiar un ápice su planteamiento, demostrando una gran personalidad. De esta forma se explica el gran éxito del campeón alemán.

Claro está que su gran racha, tanto en Europa como en la Bundesliga que ganó con autoridad y después la Copa alemana, invitaba a dar continuidad a su sistema de juego que tantos triunfos le ha dado. Su receta de futbol total, se impuso al PSG que tendrá que seguir esperando para alcanzar el máximo entorchado europeo. Esta temporada lo han hecho mejor que nunca,  pero no les ha alcanzado para imponerse al rodillo alemán, que sin tanto dinero han conseguido lo que los parisinos con tanto gasto no han sido capaces de lograr. El dinero, no lo es todo.

La final entre Bayern y PSG, fue el peor partido de esta fase final que se ha jugado en Lisboa. La practicidad y eficacia alemana no dio tregua a la estética del Paris Saint Germain, que no pudo realizar su juego y donde sus dos grandes estrellas, Neymar y Mbappe, brillaron muy poco, sobre todo Mbappe que malogró la ocasión de gol más clara de todo el partido.

La final se resolvió por el jugador más dinámico del encuentro, el francés Coman, ex canterano del PSG que fue un suplicio para la defensa de su ex equipo. Marcó de cabeza mediada la segunda parte a pase de Kimmich, todo un jugadorazo que fue de lo más sobresaliente junto al central Alaba. Pero si hemos de destaca a alguien ese es,  el guardameta Neuer, el jugador clave, sobre él en gran medida, el Bayern comentó su sexta copa de Europa.  En el primer tiempo hizo dos grandes intervenciones que pudo cambiar el signo del partido. Una fue a Neymar y la otra, a Mbappe que tuvo un fallo incomprensible para su categoría. Luego después, cuando los franceses querían morir en la orilla, también salió a relucir la gran clase del guardameta alemán, declarado el mejor jugador de la final, y que ha vuelto a ser quien era, olvidándose de los tiempos pasados donde tantas dudas  tuvo.  

El técnico del Bayern, sorprendió con la alineación de Coman por Perisic, titular en los anteriores partidos. Visto lo visto fue un acierto,  no solo por el gol, sino por la frescura que aportó a su equipo y por entrar por la banda izquierda como Juan por su casa.

El PSG, atado por la eficacia alemana, tuvo poco protagonismo, sobre todo sus figuras que estuvieron apagadas y sin chispa. Neymar, estuvo más desdibujado que nunca, y Mbappe  asomó muy poco. Sin sus máximos exponentes, los franceses apenas ofrecieron respuestas. Pero sus llegadas, cuando se producían, eran pura velocidad y estaban cargadas de gran peligro. Ahí Neuer, se hizo más grande aún.  

Tras el gol del Bayern, todos esperábamos la reacción de los franceses. Pero, entonces, sorprendentemente, el PSG careció de personalidad. Era el momento para que apareciesen los líderes, y nadie dijo presente…. Tuchel no encontró a ninguno.  Al final llegaron las lagrimas de Neymar, que desconsoladamente vio como se le fue una oportunidad para estar definitivamente en la elite.

El PSG, tendrá que seguir esperando. Un nuevo proyecto ha hecho aguas, pero en esta ocasión al menos han llegado a la final. Algo es algo. Algún dia lo conseguirá. Ya conoce el camino. En esta ocasión, el bloque se impuso a la pléyade de fichajes que fallaron en el día más señalado.

 Quien conoce el camino a la gloria perfectamente es el Bayern, que vuelve a reverdecer viejos laureles con un futbol de muchos quilates, y que le convierte en el Rey de Europa. La Champions más especia de la historia no culmino con el cambio de orden.  El campeón fue todo un clásico.

 Con el triunfo del Bayern Múnich, se ha demostrado que la supremacía de la vieja aristocracia europea sigue vigente.  

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