En esta ocasión quien mandó futbolísticamente hablando en la capital,fue el Atlético de Madrid que venció merecidamente por (3-1) al Real. Tres cabezazos, dos de Morata y otro de Griezmann, solventaron un derbi que como casi siempre resultó vibrante y emocionante, con una afición rojiblanca enardecida por el buen hacer de su equipo que fue mucho más intenso,enérgico y profundo que un triste Real Madrid.
Ancelotti, esta vez se lució, le dio un ataque de entrenador y fracasó con su idea de alinear a cinco centrocampistas con Rodrygo como único delantero que estaba perdido de espalda a la portería rival. Esta vez el sacrificado fue Joselú.
Por primera vez en en lo que de temporada alineó juntos a Modric y Kroos y fuese por casualidad o no, el caso es que el Madrid perdió el primer partido de liga. Nadie presionaba en el centro del campo por lo que dejaban unos desajustes por los costados que aprovechó muy bien el Atlético. Por los laterales llegaron los goles, todos de cabeza, dos de ellos contó con la colaboración de Alaba que tuvo su noche más oscura. Desastrosa la actuación del jugador austriaco, junto con la de Lucas Vázquez y Fran García. Con esta defensa, el Madrid no va a ningún sitio.Fue un juguete roto.
El Atlético, que Salió con mucho brío y muy bien tácticamente,fiel a sus planteamientos recientes lo hizo con tres centrales y dos carrileros como Nahuel y Samu Lino. El ya mencionado lino, lateral izquierdo, fue un cuchillo que una y otra vez cortaba al endeble centro del campo del Real con su empuje y verticalidad. Fue el mejor del encuentro. Por ahí comenzó a romperse el Madrid, que volvió a llegar tarde al partido. Sigue encajando muy pronto.
A los 4 minutos, llegó el gol de Morata. Lino metió un medido centro diagonal desde su banda, Alaba estaba en las musarañas y Morata de impecable cabezazo, batió a Kepa. El Madrid se quejó al colegiado por una falta anterior a Bellingham,que lo fue. Pero el voltaje del Atlético era superior a un Madrid desangelado y que no encontraba su patrón de juego. Mucho pase y poco desmarque. Las bandas eran un tormento para los madridistas, sobre todo la de Samu Lino. El equipo de Ancelotti, mucha pelota,muchos pases pero el que pisaba con peligro el área era el Atlético.
El segundo gol se lo apunto Griezmann en el minuto 18,también de cabeza. Centro cómodo de Saúl ante la mirada estática de Kroos y Camavinga,y gol del francés, más solo que la una. La cosa pintaba muy mal para el Madrid con todo el partido por delante. No había señales de mejoría por el bando blanco. Ni un tiro a puerta, ni un desborde, nada de nada. El Atlético, por su parte, estaba jugando el partido soñado por Simeone, defensa firme atrás y rápidas contras, con Griezmann ejerciendo de maestro de ceremonias.
El conjunto madridista, a partir del minuto 30 comenzó a entonarse un poco. Y así fue como Kroos en el 35,marcó un buen gol después de un recorte y un fuerte disparo. A ese gol, que acortaba distancias, le siguió un dominio con buenas arremetidas del Madrid, al que anularon un polémico gol por entender que Rüdiger estaba en posición ilegal, cuando no toca el balón. El Atlético llegó al descanso sin más daños.
Entonces, Ancelotti, comenzó a rectificar sobre la marcha, algo que seguramente va a levantar muchas heridas. De inicio del segundo tiempo, Modric se quedó en el banquillo y salió en su lugar Joselu por lo Bellingham regresó a su sitio en el rombo.
Pero nada cambió. El Atlético fue lo que quiso ser y en el minuto 46, Saúl ante la complacencia de Lucas Vázquez, volvió a centrar y gol de Morata de cabeza a la espalda de un nefasto Alaba, que miraba a Fran García como reproche, cuando el culpable del gol fue él.
El Atlético,por una vez, tuvo la suerte de cara al conseguir dos goles en momentos claves: al inicio de partido, minuto 4; y al comienzo del segundo periodo, minuto 46. Puede ser suerte, pero se lo mereció porque tenía un guión perfectamente establecido y estudiado ante un Madrid, que no supo a que jugar, con un Ancelotti perdido en lo táctico y en el estudio del rival. El solo se ha echado la culpa, por algo será.
El técnico italiano, totalmente descontrolado, volvió a intervenir, sorprendentemente, para hacer tres cambios totalmente defensivos. Salieron Fran García,Lucas Vázquez y Camavinga e introdujo a Mendy, no sé que habrá visto en este jugador,Nacho y Tchouaméni. Hubo algo de empuje por parte de los blancos pero apenas inquietaron a Oblack con tiros lejanos y balones aéreos en busca de Joselu. Nada. Solo fuegos artificiales que certificaron la dura y justa derrota del Real Madrid, que pierde la cabeza de la clasificación y a cabezazos le tumbó un bravo Atlético.
Mal juego madridista y mal arbitraje por parte de Javier Alberola, que debió expulsar primero a Giménez, por una dura entrada a Rodrygo al que se llevó por delante cuando se iba solo hacía la portería de Oblack, y segundo, a Bellingham, por otra acción dura e injustificada a Correa. Fue muy protestado.
Ancelotti, tendrá que buscar soluciones a una situación que se veía venir tras los últimos partidos del equipo blanco, que ganó con muchos apuros. Lo primero que tiene que hacer es poner en orden su cabeza, dejar de ser tan condescendiente con sus jugadores y no tener esos ataques de entrenador que algunas veces le da.
También habrá que mirar al palco. Florentino Pérez es tan culpable como Ancelotti. A nadie se le escapa que la plantilla del Madrid no es completa. Hay posiciones sin cubrir. Diría que hay peor plantilla que la temporada pasada. Que se lo haga mirar el presidente
El Atlético de Madrid, se reengancha a la liga. Suma diez puntos y tiene un partido menos, el que tendrá que jugar con el Sevilla. Si sigue jugando como contra el Madrid, no tendrá problemas para escalar posiciones. El Atlético cuenta, y mucho.
