Cualquiera de los dos entre Real Madrid y Valencia,dada la gran igualdad, podía haber ganado la primera semifinal de la Supercopa. Todo se resolvió,tras prórroga y todo, en la tanda de penaltis donde el Madrid por 4-3 se clasificó para la final.
Ni la prórroga de 30 minutos hizo cambiar el destino de un partido que había terminado con empate (1-1). Y allí, en ese límite de los penaltis, apareció la figura de Courtois, que claramente ha vuelto, para ser ese guardameta milagro del curso pasado que tanto hizo por su equipo, sobre todo en la final de la Champions contra el Liverpool.
En Riad, el belga,llevó a los suyos a otra final en la que el Madrid espera,, cansado y magullado, al vencedor del Betis-Barcelona. Y Para rematar sus grandes intervenciones, Courtois le detuvo a Gayá el último penalti de la esperanza, al Valencia.
Si el guardameta belga fue el mejor de su equipo, en el Valencia lo fue también su portero, el georgiano Mamardashvili con grandes intervenciones a disparos de Vinicius y Kroos.
No fue un partido para tirar cohetes, pero si intenso. El Valencia, jugó con mucho orgullo, fue competitivo y se le subió a las barbas a un Real Madrid menor, que ofrece síntomas preocupantes. Su juego por momentos, fue plano y muy previsible y en algunas fases, lento. El único jugador de campo que estuvo enchufado fue Kroos, que dio todo un recital de dirección. Benzema, tuvo algunos detalles técnicos que muchos de sus compañeros no acompañaron. Vinicius, comenzó muy apagado y Rodrygo tuvo poca presencia. Camavinga, que jugó por Modric en el centro del campo, tuvo esa explosividad incontrolada que le costó una tarjeta amarilla y estuvo a punto de recibir la segunda. En el segundo periodo fue sustituido por Modric.
Por lo que se está viendo en los últimos partidos, el Madrid está de Cuesta de enero. Ha perdido la alegría en el juego y está teniendo problemas con todos los rivales que ha jugado hasta ahora. El Mundial de Qatar les desconecto antes de que comenzara y siguen desenchufados. Solo en la prórroga, mejor físicamente que el Valencia, se vio algo de ese Real chisposo de principio de temporada.
El Valencia, muy aplicado y furioso, le llevó al límite con un buen guardameta,Mamardashvili, que salvó de tres grandes apuros a su equipo.El primero, en un disparo a bocajarro de Vinicius, el segundo, en tiempo de prórroga, otra disparo que llevaba veneno del extremo brasileño; y el tercero una gran intervención a un tiro con todas las intenciones, de Kroos.
EL Conjunto valenciano, comenzó agazapado ante el mayor empuje de los madridistas en los primeros minutos, con Benzema que dibujó una jugada de balón de oro que se le fue por poco. Al Valencia se le quitó el miedo inicial, y, en apenas dos minutos tuvo dos ocasiones claras. La primera en un cabezazo sin convicción de Cavani, y otra en una llegada clarísima de Lato.
El que dio primero fue el Madrid. Pase largo de Militao, arrancada de Benzema que es derribado, cuando armaba la pierna para el disparo, por Cömert. Penalti claro que transformó el francés en el 1-0.
Y poco más dio de si la primera parte. En la reanudación, ya con Modric en el campo, de nuevo apareció la inconsistencia defensiva de los blancos. A los 25 segundos, pase largo de Lato desde la derecha y gol de Lino que se adelantó a los centrales y especialmente a Lucas Vázquez, que estaba a por uvas.
El gol le sentó mejor al Valencia que al Madrid que anduvo un poco tocado. Se quedó sin mordiente mientras que los “ches” supieron colocarse mejor sobre el terreno de juego. El Real vio cómo fueron cayendo sus defensas. Primero fue Lucas Vázquez con una torcedura de tobillo y después, Militao mareado por un balonazo en la cabeza. Entonces los de Ancelotti, que esta vez sí alineó a jugadores españoles, Nacho y Lucas Vázquez y más tarde salieron Carvajal y Asensio, reculó hasta terminar el partido.
En la prórroga, impulsados por Valverde, el Real espabiló. Ahí Vinicius estuvo a punto de adelantar a los suyos con un disparo envenenado al que respondió Mamardashvili. Más tarde repitió con Kroos. Muy cerca del final, Courtois hizo su milagro ante Fran Pérez,haciéndole una parada descomunal antesala a los penaltis. En la tanda detuvo uno, que sumado al que Cömert mandó alto,hicieron finalista a un Madrid que le debe otra a Courtois.
El Real Madrid volverá a pelear por el título de la Supercopa. Un título balsámico para emprender otras grandes empresas. El sueño,ese sueño grandilocuente del sexteto, se mantienen vivo, pero jugando así será difícil cumplir el objetivo.
