El partido entre el Getafe y el Real Madrid era la crónica de una goleada anunciada, 1-5 ganó el Madrid en uno de los partidos más plácidos que han tenido los blancos en lo que va de temporada.
Una goleada que le permite seguir soñando con una liga que tenía perdida y que gracias a los tropiezos del Barcelona, se ha enganchado con posibilidades certeras. De momento, mete presión tanto al Atlético de Madrid, segundo clasificado, como al Barcelona, el líder que pasa por un mar de dudas.
El Real Madrid salió al Coliseum de Getafe advertido por Zidane que temía a este encuentro por la euforia que veía en el equipo tras eliminar al Wolfsburgo. Fuese por estos avisos, el caso es que salieron a por todas desde el minuto uno. El gol rondó el área del Getafe en cada ataque madridista. Estaba claro que el gol iba a llegar. Un tiro al poste de Cristiano fue el preludio del excepcional pase de James a Karim Benzema para inaugurar el marcador. El francés no falló y abrazó con razón al colombiano: medio gol era suyo. Tanto Benzema como James, fueron dos de los jugadores más destacados de los blancos, sobre todo el francés a quien por lo visto no parece afectarle la negativa de su país para acudir a la Eurocopa que se jugará este verano en Francia.
James así como Isco estuvieron muy entonados, pero fue Benzema quien estuvo un escalón por encima. Además de abrir el marcador dio dos magníficos pases que sirvieron para que Isco, primero y después Bale, marcarán el segundo y tercero, respectivamente.
James, también fue de los que destacaron en el Alfonso Pérez, se le vio muy implicado (como debe ser), pidiendo el balón constantemente, haciendo el cuarto tanto, propio de un fuera de serie, y dando otro: el pase, en el tanto de Benzema.
La verdad es que el Madrid fue muy coral. Todos eran conscientes de lo que se jugaban y todos dieron la cara. Tal vez, el menos lúcido fue Cristiano Ronaldo, el guerrero reposó tras la noche del pasado martes, en el Bernabéu. No obstante, extrañaba que el Madrid llevase 4 goles a favor y Cristiano no hubiese marcado. Este dislate, lo solucionó Jesé en el último suspiro de partido, regalándole el quinto.
El partido para el equipo de Zidane fue como coser y cantar ante un Getafe muy deprimido que se asoma peligrosamente al descenso a segunda división. Apenas opuso resistencia, a pesar de quererle jugar de tú a tú al Real Madrid. Su prueba de valor le costó cara, pero es de agradecer su valentía. Este no era su partido. Su liga empieza ahora. A falta de cinco jornadas se va a jugar la vida.
El debut de Juan Eduardo Esnáider en el banquillo del Getafe no fue un revulsivo. Apenas ha tenido tres días para entrenar a sus nuevos jugadores y ante el Madrid, era difícil prever el renacer de los azulones que llevaban doce partidos seguidos sin conocer el triunfo. Mucho trabajo y suerte es lo que necesita el nuevo técnico del Getafe que huele a segunda división.
Zinedine Zidane, solucionado el partido en los primeros minutos del segundo periodo con el tercer tanto de Bale, aprovechó para dar minutos a los otros. Les tocó salir a Nacho por Carvajal; Lucas Vázquez por Bale y Jesé por Benzema que recibió la bendición del Coliseum en forma de gran ovación por su buen hacer.
El Madrid, sin ser exigido, y sin alardes, cumplió a la perfección con el guión establecido, confirmando su buen momento tanto anímico como físico. Su juego va en aumento y ante la nueva oportunidad que otros le han brindado, se ha cargado de optimismo y está con ganas de tocar el cielo en alguna competición: La liga, la tiene más complicada, pero tiene opciones, mientras que la Champions está a tiro de tres partidos.
De momento, los de Zidane creen en el milagro de la liga; meten presión a sus dos rivales que van por delante, y quieren coger esa senda que puede conducirles a la redención.