El Madrid presiona al atlético hasta el final

Durante veinte minutos, el Real Madrid tuvo la liga en sus manos con el gol de Nacho. Un gol que le acercaba a la cima del título ante las noticias que llegaban del Metropolitano, primero con el empate a cero entre Atlético y Osasuna; y después con el gol de los de Pamplona, que se adelantaron en el marcador para desesperación rojiblanca.

Al final, Luis Suárez en el minuto 89 conseguía aupar al Atlético de Madrid que vuelve a depender de si mismo y que toca el cielo de la Liga.

El Real Madrid sin hacer un buen partido, fue  suficiente para imponerse a un raquítico Athletic, que nada se jugaba, salvo el prestigio de ganar al Madrid, que siempre les motiva.

Los blancos hicieron lo que tenía que hacer, ganar. Pero después las circunstancias y ese gol de Luis Suárez, les devolvieron a la cruda realidad. Todo se va a desentrañar en la última jornada que de nuevo va a ser de infarto.

Los tres puntos logrados por el Madrid les permite, al menos, seguir enganchado en la pelea por el título aunque, eso sí, sin depender de sí mismo y sin el Barcelona que de nuevo volvió a defraudar cayendo en el Camp Nou ante el Celta por 1-2.

 Las cuentas para soñar con la liga, continúan siendo las mismas: Debe ganar en Valdebebas al Villarreal (la temporada pasada se proclamó campeón ganando  también en el último partido del campeonato, al Villarreal), ¿curioso no? Y esperar que el Valladolid, que se juega la permanencia, logre cuando menos empatar con el Atlético en el Nuevo Zorrilla.

En el día en que el equipo de Zidane, se jugaba las habichuelas, el técnico francés siguió confiando en la savia nueva. Puso a Miguel Gutiérrez  por encima de Marcelo; y a Rodrygo por delante de Asensio o Hazard. Optó por la juventud, en detrimento de unos veteranos que están defraudando.

Como era previsible, el Madrid llevó el peso del partido al tiempo que no perdía de vista el poderío del  Athletic en las contras. Ahí, la estupenda defensa formada por Odriozola, Nacho, Militao y Miguel Gutiérrez, estuvieron muy atentos domando a los leones.

 El encuentro fue un tanto oscuro. No se vio lucimiento por ninguna parte. Apenas hubo disparos a puerta en una primera parte para olvidar. El Madrid dominaba pero no profundizaba. Así transcurría el primer periodo, hasta que llegó la mano de Morcillo ante un centro de Odriozola. De nuevo, unas manos y el Madrid por medio. La polémica estaba servida.. El codazo pareció penalti, pero el buen árbitro  Mateo LaHoz que pitara la final de la Champions, no se dejó influenciar por nadie y estimó que esa mano era involuntaria y no atendió a las protestas de los madridistas. También era involuntaria la mano de Militao y el mal colegiado Martínez Munera, la castigo con la pena máxima en una decisión que induce a la sospecha.

 Lo que sucede es que la decisión final de no  señalar penalti alimenta la sensación de agravio arbitral que siente el madridismo en este tramo final de la liga.

 El fútbol necesita urgentemente una reunión para que de una vez se pongan de acuerdo de forma unánime, todos los árbitros. ¡Ya está bien de tantos sainetes jornada tras jornada!

 Tras un triste primer tiempo por ambos equipos, se pasó a un segundo tiempo mucho más dinámico. Los de Zidane dieron un paso hacia adelante. El equipo tuvo otro volumen y se descamisó para buscar con ahínco la portería  de Unai Simón. Era el momento de asumir riesgos. Y así fue como dejaron la zona de Courtois abierta con toda la tropa buscando la portería del Athletic. Era un Madrid desmelenado buscando huecos por las bandas y por donde fuera. Hasta que en el minuto 68 llegó el tanto de Nacho, que lo marcó con la espinilla. Fue un balón que le envió Casemiro, que pasó primero por Benzema (que estaba en fuera de juego posicional pero que no tocó la pelota) y le llegó a Nacho que marcó casi sin querer.. pero valía un tesoro. Un gol que en esos momentos, les situaba como líderes de la clasificación y más aun después de que se adelantase Osasuna, en la capital.

Pero todo cambió en unos minutos, primero con el empate de Lodi para el Atlético de Madrid. Y justo, cuando Mateo expulsaba a Raúl García, en el Metropolitano explotaban  de   alegría con el 2-1 de Luis Suárez, un gol que vale un Potosí  que puede valer una Liga.

El Madrid entonces, bajó la cabeza pero no perdió el orgullo. Tendrá que seguir remando para intentar llegar a la orilla donde hay un título de liga en disputa con su rival capitalino. Cumplió con su objetivo de seguir metiendo presión al Atlético, que tendrá que ganar en Valladolid si quiere conquistar la ansiada liga. El Madrid continúa en la pelea, pero no está en sus manos.