Opinión

El Real Madrid mucho juego y pocos goles

Increíble!! Que el el Real Madrid solo haya ganado (2-1) al Shakhtar después de todas las ocasiones que tuvo para haber podido golear. Como dijo Kroos al final del encuentro: “Ha sido un partido para ganar 7-1”. Y,lleva razón porque tuvieron ocasiones de todos los colores. Vinicius, autor del segundo tanto madridista tuvo hasta tres ocasiones más de marcar. Lo mismo que Benzema, que dentro del área remató hasta cinco veces y ninguna tuvo final feliz, aunque también es verdad que el guardameta ucraniano le hizo dos grandes paradas.

Al francés se le ve un poquito triste, necesita un gol como el comer. Ahora todo se le queda en un casi, pero al margen del acierto o no en el remate, en todos lo demás, en ayudar y combinar con sus compañeros, estuvo impecable.

A veces el fútbol es incomprensible y pierde toda lógica. El partido solo tuvo un color, el blanco del Real Madrid que dominó de principio a fin, con fases de muy buen juego, como fue el primer tiempo, donde el juego madridista fluyó por los cuatro costados. Hizo un fútbol brillante.

El público estaba disfrutando de lo lindo ante el gran juego que estaban  desplegando los suyos; el Shakhtar aguantaba, y bastante hacia dadas las circunstancias dramáticas que está viviendo Ucrania. Hasta 17 remates hicieron los blancos en el primer acto para terminar con 36 en total. Era un monólogo madridista. Al mando estaban Kroos y Tchouaméni, un jugador que se impone en todas las zonas del campo y maneja todos los registros; con Valverde,Rodrygo,Vinicius y Benzema como estiletes.

El Bernabéu se lo estaba pasando en grande. Pero resulta que al descanso se llega solo con 2-1, después de un buen gol de Zubkov que de una media chilena cazó un gran remate ante una defensa de brazos caídos que encorajinó a Ancelotti por la laxitud que mostró su defensa. Alaba, que no pasa por un buen momento, hizo la estatua. Fue el único acercamiento de los ucranios en todo el primer tiempo.

Y es que Carlo Ancelotti, después de la sorpresa que les dio el propio Shakhtar hace dos temporadas, o las más reciente del Sheriff, quiso evitar disgustos y tiro de sus mejores hombres, salvo del lesionado Courtois y de Modric, al que guarda como oro en paño. Así que el Madrid salió en estampida con el mejor equipo posible que dejó el buen apunte de Rodrygo como media punta casi pegado a Benzema, pasando Valverde a la banda derecha.

El Shakhtar, bastante tiene con el  drama que está viviendo su país, se mostró como un equipo muy encogido. Sin los brasileños ya no es el equipo que era antes.  Por primera vez  once ucranios formaron en el once titular. Seis de ellos nacidos en territorios que Rusia dice haberse anexionado.

Así las cosas, no fueron rivales para  un Real Madrid que cuajó un más que sobresaliente primer tiempo. Antes del cuarto de hora llegó el 1-0, obra de Rodrygo que casi lo hizo de forma accidental, al encontrar la colaboración de Stepanenko en forma de pared, lo que aprovechó para marcar desde la frontal del área.

El Real seguía en tromba y con ímpetu  para romper de forma definitiva el partido. Lo hacía jugando en equipo y de forma coral. El segundo gol es un claro ejemplo de lo que decimos. Valverde, Benzema, Rodrygo y Vinicius desmontaron a un toque a la defensa del Shakhtar. Vinicius puso el broche con una estupenda definición. Fue una jugada sinfónica  de toda la delantera.

Mientras el conjunto de Jovicevic, exjugador del Castilla, no daba pie con bola, el Madrid era pura caballería, acercándose innumerables veces  a la portería rival.  A Benzema, Valverde y Vinicius se le fueron ocasiones clarísimas. Tanto se estaba gustando el equipo que acabó descuidándose. Zubkov, recortó distancias a cinco minutos del intermedio en la única llegada de los de Ucrania en el primer periodo. Nadie daba crédito en el Bernabéu que filiaba con el 2-1, después de visto lo visto.

En la segunda parte, el Real bajó el pistón pero también gozó de buenas oportunidades para ampliar el marcador. Vinicius siguió desbordando una y otra vez a la espera de un pistolero que rematase. Ese tenía que ser Benzema, que no termina de enamorar al gol. Unas veces fue por imprecisiones, otras no llegaba por un instante y las demás se las detuvo el guardameta Trubin, que estuvo soberbio. Pero al margen de esos hechos puntuales, Benzema  estuvo impecable en las ayudas a sus compañeros y en los pases ilustrados que nos regala en cada partido

El Shakhtar siguió con su  guión, aguantar encogido y pillar alguna contra. Ahí apareció la joven perla ucrania de nombre Mudryk, un exterior con mucha clase muy por encima de la media de su equipo y que ya la temporada pasada fue aclamado por el Bernabéu,  se plantó ante Lunin, pero el portero resolvió la jugada con la ayuda de Mendy.

La corta victoria  (2-1), deja al Real Madrid a un paso de los octavos de final. Al tiempo que sigue sin conocer la derrota en lo que va de curso.

   

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