Opinión

Se encienden las alarmas en el Real Madrid

No se pueden olvidar todas las cosas buenas que hizo  este equipo, el Real Madrid, en el 2017 pero después de holgazanear en  Gerona,donde cayó de forma vergonzosa; y salir derrotado de un escenario tan histórico como Wembley, por 3-1  en su competición fetiche, la Champions, frente al Tottenham que pasó por encima de los blancos, habrá que convenir  que este Real Madrid pasa por un momento muy delicado..  Las alarmas se empiezan a encender.

Todos los males que está prodigando en la liga doméstica los ha trasladado también a la Liga de Campeones. Llevaba brillando en los grandes escenarios europeos- desde octubre del 2012 el Madrid no perdía en la fase de grupos- , y precisamente en uno de los más grandes, Wembley, protagonizó uno de sus peores partidos de Champions.  

En este encuentro europeo contrariamente a lo que sucedió en Montilivi, no hubo falta de actitud. Lo que fallaron fueron las ideas y todas las líneas. Empezando por el guardameta Casilla, que en el primer gol, aunque Tripier  partiese en fuera de juego, debió atajar ese centro; siguiendo con la defensa que se desajusta y se agrieta  con una facilidad pasmosa; en el centro del campo no fluyen las ideas con Kroos y Modric a cada cual peor; y la  delantera que está  lastrada por la ansiedad de Cristiano y la  apatía del indolente Benzema.

El Tottenham, de inicio volvió a sorprender al Madrid con tres centrales y dos laterales de largo recorrido, que cuando defendían eran cinco. Zidane, tampoco está vez supo contrarrestar la treta de Pochettino, la misma que le hizo en el Bernabeú. El francés  intentó sorprenderle en el segundo periodo metiendo entre Sergio Ramos y Nacho a Casemiro, pero no funcionó porque Casemiro ahí pierde toda su efectividad.

 Mauricio Pochettino, en el doble enfrentamiento, le ha ganado con toda claridad la partida táctica a Zidane. Lo digo desde ahora mismo, apúntenlo; Pochettino, será el próximo entrenador del Real Madrid.

Zidane, igual que a  sus jugadores, le ha faltado reaccionar y rebelarse ante el juego compacto del rival. A la pasión y chispa con la que jugaba el Tottenham, el Real Madrid respondía con blandura y  hasta con inocencia. Solo hicieron seis faltas a lo largo del partido frente a las 14 de los ingleses. Eso lo dice todo.

El fútbol  del Tottenham estaba envuelto en una fortaleza que el Madrid no tenía.  El juego  de los madridistas  era deshilachado y sin fuste, y cuando por algunos momentos se pusieron   en plan dominador, le faltó acierto y sosiego.

 La mayor propulsión de los Spurs les hizo volar  en su primer gol obra Delle Alli, cuyo  origen fue en fuera de juego, y donde  todo el Madrid quedó retratado, sobre todo Marcelo, con serios problemas para defender. El brasileño pasa por un momento de crisis. Algo que están aprovechando los equipos rivales que ven en su lateral el lugar propicio para sus incursiones.

 El Madrid pareció recomponerse tras el 1-0 y se acercó al área del buen guardameta Lloris, que no tuvo problemas para parar los disparos poco envenenados  de  Cristiano y  Benzema.

 Tras el descanso, el equipo de Zidane salió dispuesto  a empatar y en eso estaba, cuando en una contra Delle Alli con algo de fortuna (el balón  rechazó en  Sergio Ramos) conseguía el 2-0. Las caras de los jugadores del Madrid eran un poema, estaban hundidos y más aún cuando poco tiempo después en una contra de libro, Eriksen marcaba 3-0.  Los olés de los aficionados ingleses empezaron a tronar. Tierra trágame, dijeron muchos jugadores blancos . No obstante, al final sacaron algo de orgullo y maquillaron  el resultado con el gol de Cristiano Ronaldo.

Así terminaba una de las noches más tristes  del Real Madrid en Europa , en uno de sus grandes escenarios donde nunca antes había jugado, Wembley.

Dice Marcelo que “no es para volverse loco” e insiste Zidane que el “Madrid no está en crisis”. Puede que sea verdad, pero los síntomas que está dando el equipo es para preocuparse. Y sin duda, algo pasa porque esa alegría que tenían antes ha desaparecido. Sus jugadores más importantes están fuera de foco y hasta parecen cansados y abúlicos. Por perder, han perdido hasta el factor suerte. A Zidane, se le ha marchitado la flor.

Zizou es  quien tiene que tomar medidas pero ya mismo. Hoy los jugadores que antes eran titulares indiscutibles  no lo son tanto. El banquillo blanco es suficientemente amplio para encontrar soluciones. Ceballos, tal vez merezca una oportunidad supliendo al agotado Modric.

La caída en Londres es más grave por el momento por el que atraviesa el Madrid, que por la clasificación que no corre peligro tras el tropiezo  en casa del Borussia Dortmund que no pasó del empate a 1 con el Apoel.

Su clasificación no peligra, pero este Real Madrid  da síntomas de enfermedad que puede derivar en grave en cualquier momento.  Enfermedad que solo se cura con trabajo, trabajo y más trabajo.

 Ah! Se me olvidaba, y que no permitan que los halagos les lleve a la debilidad. Algo que está sucediendo.

www.penaltyyexpulsion.com

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