Opinión

Fue como coser y cantar

Lo del Ral madrid en Marruecos no fue como la marcha verde que promovió el viejo Rey alauita, Hassan en tiempos de Franco por quítame unas tierras, la del Real madrid en Marrakech fue la marcha blanca, donde triunfó en toda regla ante una enfervorizada afición marroquí que disfrutó tanto o más del triunfo madridista en la semifinal de Mundialito de clubes que la propia afición blanca.

 El Real Madrid  está en la final del Mundial de Clubes tras conseguir su vigésima primera victoria de forma consecutiva. Sergio Ramos, Benzema, Bale e Isco fueron los autores de los goles del 4-0 al Cruz Azul de Méjico, cuyas únicas opciones pasaron por el penalti que les paró Iker Casillas con 2-0 en el marcador.

Se impuso la lógica, el equipo del Ancelotti fue superior de principio a fin a un  Cruz Azul que salio con mucho respeto hacia su rival. Y como resultado, el partido fue una marcha blanca  sobre el estadio de Marrakech que de principio a fin, y de forma fervorosa, se rindió complacido al Real Madrid. Fue como jugar en el Bernabéu, casi si me apuran los aficionados marroquíes animaron más a los blancos que lo que lo que lo hacen en la capital. Era una grada entregada al Real Madrid que se sorprendió muy positivamente con los olés que les dieron nada más comenzar el encuentro.

El Madrid entró al partido entre flashes y ovaciones, se sentía como en casa en un encuentro que parecía más uno de gira que de pura competición. Todo tuvo cierto aire festivo y así se lo tomo el equipo blanco que en todo momento  con su juego vistoso, quiso agradar a la cariñosa y fiel hinchada marroquí.

Cristiano era el que despertaba más expectación. Todos esperaban su gol, pero en esta ocasión no llegó. Su noche estuvo dedicada  en jugar para sus compañeros. Fue el asistente en el gol de Bale y de Isco, aunque el malagueño después se fabricó un gol de bandera: regateando a uno y otro rival dentro del área para después marcar por el palo cortó. Una auténtica  maravilla.

 Fue el gol de un mago del balón.

 El Cruz Azul, como esperábamos, demostró ser un equipo muy endeble que jugó ensimismado por lo que tenía enfrente. Su defensa estuvo temblorosa, las líneas de presión no ejercieron su función y delante, la pólvora la tenían mojada con tan solo Pavone como solitario luchador, acompañado por Rojas que se perdía en mil regates pero que metió en algún apuro a Marcelo.

Así las cosas, el Real Madrid que vio que la agresividad que se le suponía a los mexicanos la dejó en el vestuario, se apropio del balón con más toque que chispa, con la velocidad justa  y asumiendo su destino desmontó por completo al Cruz Azul, que a final le rindió pleitesía.  Carvajal, otro gran partido el suyo, fue el primero en darle alegría al ataque madridista por su banda derecha. Isco se desplegaba entre cabriolas así como Cristiano espoleado por la afición que le idolatra. Todo transcurría  con un juego templado y con dominio madridista. El gol tenía que llegar más temprano que tarde y  en el minuto 16 en un saque de esquina, Sergio Ramos revivió sensaciones pasadas y reapareció en otra gran noche. De su cabeza salió en mayo  pasado el pasaporte para disputar este Mundial de Clubes que el Madrid debe coronar el próximo sábado ganando su cuarto título de la temporada. Sería el broche de oro a un año sensacional.

Y también no deja de ser  curioso que Casillas, culpable de la angustia de Lisboa en la final contra el Atlético, apareciese parando un penalti a Torrado y evitar así  que los mejicanos entrasen en el partido cuando el resultado era de 2-0. Con este resultado se llegó al descanso.

    En la reanudación, los de Ancelottí salieron a sentenciar el partido y lo consiguieron a base de un juego mucho más rápido y fluido. En uno de esas contras mortales de los blancos la BBC funcionó a la perfección.

 Benzema  pasó a Cristiano al hueco y este levantando la vista centró de forma muy certera para Bale de cabeza, marcase el tercero para echar el cierre a esta semifinal que fue como un entrenamiento con público.  Después llegó el golazo del artista de Isco, que puso la guinda a un partido que fue  como coser y cantar para el Real Madrid.

 Con 4-0 en el marcador el partido quedó para ver si Cristiano hacia su gol. No llegó, pero como dijo Ancelooti,  seguro que dejó la pólvora para la final del sábado

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement