Opinión

El fútbol le devuelve a Asensio lo que le quitó

El Real Madrid yendo de menos a más ganó 3-0 al Valencia en el Alfredo Di Stéfano de Valdebebas, reivindicando su candidatura  a la liga. Lo hizo, tras un inicio oscuro donde la luz no aparecía frente a un buen Valencia que se estaba imponiendo en todas las facetas del fútbol y al que se le anuló un gol  en una acción que va a levantar polémica. Antes, el mismo Rodrygo  había mandado un  balón al poste izquierdo de la portería defendida por Courtois, que en más de una ocasión echó en cara el poco acierto de su defensa en la primera parte.

El Valencia en cambio, se defendía muy bien con un  joven jugador como estandarte, el central   Hugo Guillamón de 19 años que promete. Destacó por su sobriedad y por su tranquilidad y saber estar.

Durante el primer acto, el equipo “che” fue mucho mejor que un triste Real Madrid, que no encontraba los caminos del buen fútbol. Era un juego muy lineal, lento de mucho toque pero de poca profundidad, nadie intentaba el uno contra uno y Valverde en la banda derecha estaba perdido y sin esos arranques que tanto daño hacen al rival. La banda no es lugar para el uruguayo, necesita campo. En esa posición está muy limitado.

El partido estaba para dudar muy seriamente de las opciones del Madrid para competir por  la liga. Fue un mortecino primer tiempo por parte de los blancos, mientras que el Valencia quemó sus últimos cartuchos. Y más aún, después de que el colegiado  anulase un gol de Rodrigo a instancias del VAR. En un primer momento Sanchez Martínez concedió el tanto, pero  le pidieron que revisase la jugada. Así lo hizo, y se descubrió a Maxi regresando de una posición irregular y tapando a Varane. El árbitro revisó la jugada a conciencia y decretó fuera de juego. Algo que no convenció y enfadó a los jugadores del Valencia, que quedaron muy contrariados.

Llegó el segundo periodo y los dos equipos se transformaron. El Madrid ya fue más reconocible y comenzó a funcionar la sociedad Benzema-Hazard junto a Kroos y Modric que se dejaron de tanto pasecito  para buscar con más ahínco y fuerza la portería rival. Por su parte, el Valencia desapareció siendo una sombra de lo que fue en el primer tiempo. Luego las circunstancias no le acompañaron como la expulsión rigurosa de Kan In, y la lesión de Coquelin, aunque el resultado en ambos casos ya era de 3-0.

Hemos destacado la buena sociedad que en el segundo acto hicieron Hazard y Benzema autor de dos goles, el segundo espectacular. Pero, si hay que destacar a alguien, ese es Marco Asensio, por el hondo significado de su vuelta.

Asensio, el reciente fichaje del Madrid para este tramo final, regresó a jugar un partido diez meses después de caer gravemente lesionado, concretamente el 24 de julio, en pretemporada. Y debe ser de esos jugadores bendecido por la mano de Dios, porque en el primer balón que tocó, hizo el 2-0 tras un buen servicio y buena jugada de Mendy, que culminó el balear de un zurdazo de clase. Era el gol de la tranquilidad que además servía para compensar el esfuerzo y el sacrificio  que durante estos diez meses ha pasado en  soledad, Marco Asensio, un fichaje para Zidane. Con Asensio, el Madrid tiene otra pinta. En Valdebebas, el fútbol comenzó a devolverle lo que le quitó aquel desdichado 24 de julio del 2019.

El técnico francés, se la jugó con la apuesta de Asensio. Fue su primer cambio sustituyendo a Valverde. Sinceramente,  pensé que no era el cambio que pedía  el partido, no por Asensio sino por Valverde. Pero, veces nos pasamos de listos, el caso es que la jugada le salió   perfecta a Zidane. Primer balón que toca, gol del mallorquín y a otra cosa. Además después el propio Asensio dio un buen pase a Benzema que marcó todo un señor ¡golazo!

El francés ya antes había marcado el primer tanto en una buena combinación con su gran socio Hazard, que va mejorando conforme van pasando los partidos.

Fue un partido que tuvo dos caras. Nada empezó  como acabó. Zidane quiso en los primeros minutos buscar el control, y lo único que encontró  fue el desbarajuste y el descontrol con un juego muy plano. En la segunda parte, este Madrid de contrastes, nos ofreció  ya mejor cara. No deslumbró pero jugó con más criterio y con más alegría. Más aún cuando entraron a escena, primero, Asensio  y después, Vinicius.

Este triunfo rotundo traslada la presión al Barcelona que rinde visita este viernes al Sevilla.    

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