Opinión

Un genial taconazo que puede valer una liga

Qué Benzema es un genio del fútbol, creo, que después del magistral taconazo que sirvió  para que Casemiro marcase el 0-1 definitivo ante el Espanyol, ya  nadie lo pondrá en duda. Fue lo único sobresaliente de un partido muy plomizo que el Real Madrid ganó con la ley del mínimo esfuerzo y que le bastó para hundir un poco más a un Espanyol que huele a segunda división.

 Al filo del descanso, exactamente en el minuto 45, Karim Benzema trenzó una de esas jugadas que quedan grabadas  en la retina, en la historia del fútbol y en  la liga española, en particular. El francés,  tuvo que ser. El muchas veces criticado por su indolencia y falta de pegada está siendo el hombre clave  del Madrid en los últimos cinco partidos, con pleno de victorias. Pleno al 15.

 La jugada de Karin es de las pocas cosas que merecen la pena verse de este fútbol un un tanto extraño en tiempos de pandemia. Es una de esas jugadas para enmarcar. Nos recordó a ese otro monumental taconazo de hace diez años en el estadio de Riazor, que tuvo como protagonista a Gutí y que todavía perdura en el recuerdo.  Benzema, no ha querido ser menos y dejó otra joya de tacón en Cornellá. Bernardo, su marcador, nunca pensó que en el encierro al que le estaba sometiendo, el francés pudiese encontrar salida con semejante genialidad. La pelota le pasó entre las piernas, pero no de cualquier manera sino de una forma sutil  y llena de colorido.  Fue un movimiento magistral que aprovechó Casemiro  para acercar al Real Madrid un poco más al título de liga, tras el tropiezo del Barcelona que deja ya a dos puntos. El taconazo de Benzema puede valer un campeonato.

Gracias a esa pequeña obra maestra del francés, en parte, se salvó un encuentro que fue como todos los que estamos viendo en reencuentro liguero, aburrido, poco vistorso y jugado a un ritmo muy lento. El Real Madrid es cierto que tuvo el control del juego, pero apenas creó peligro. La calidad, en esta ocasión de Benzema, fue determinante frente a un Espanyol que está con la soga al cuello. Su mala clasificación, en  puestos de descenso,   le ha costado  costó el puesto  como entrenador a Abelardo, sustituido para lo que resta de liga por Rufete,  que hasta ahora ejercía la labor de director deportivo.

 El Madrid siempre tuvo el mando del partido y aunque gozó de escasas ocasiones, siempre controlo a un Espanyol moribundo, que tuvo en Raúl de Tomás a su jugador más destacado. Este equipo blanquiazul atormentado por su difícil situación clasificatoria, poco podía sorprender a este Madrid  que tantos registros y fondo de armario tiene.

Zidane, está haciendo uso de las enormes posibilidades que le ofrece su amplia plantilla con constantes cambios de jugadores y de sistemas. Después del empate  del Barcelona ante el Celta, el técnico madridista entendió que tenía echar mano del esquema más seguro y de su once más utilizado. Es decir, jugar con cuatro centrocampistas con Isco como principal aportación, que reapareció tras una lesión muscular, aunque la verdad es que aportó más bien poco al igual que Hazard, que sigue sin confianza.

Vinicius, el jugador determinante de  los últimos dos partidos, no salió de inicio. Si lo hizo en el segundo periodo, sustituyendo a Hazard,  para intentar revolucionar un partido jugado a un ritmo muy lento. Rodrygo que llevaba sin jugar desde el primer partido del regreso, también Salió en la segunda parte en sustitución de un cansado y agotado, Isco.

El que no se cansó y estuvo más activo que nadie fue Casemiro, dueño y señor del centro del campo y que cuajó un sobresaliente partido. Además de culminar la gran obra de Benzema, se multiplicó en todas la zonas del campo y apunto estuvo de conseguir un gol a lo Pelé. Ese gol que nunca fue de la gran estrella brasileña, en el Mundial de Méjico 70. Diego López, en última instancia, logró despejar con la yema de sus manos.

El partido tuvo muy poquita historia, salvo la maravilla de Benzema. El Madrid no hizo un buen juego pero suficiente para ganar al Espanyol que está ya a diez puntos de la salvación. Tiene todas las papeletas para descender a segunda división a la que visitó por última vez en 1993.

En cambio el Madrid, con la espuela genial de Benzema que culminó Casemiro le da 2 puntos de ventaja sobre el Barça, y es más líder.

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