Opinión

Inesperado soponcio del Madrid en La Liga

Cuando menos lo esperas, salta la liebre. Eso fue lo que pasó en el Santiago Bernabéu entre el Real Madrid y el Girona, partido que finalizó con un inesperado empate (1-1). Saltó la sorpresa cuando todos esperaban una tarde tranquila.

El equipo catalán se llevó un más que meritorio empate frente a un Madrid que no tuvo su mejor día. Salió dormido, le faltó ritmo y enjundia. Vamos que estaba con la caraja.

El empate del Girona, llegó por un penalti absurdo de Asensio. Digo absurdo porque fue por una de esas manos que cada arbitro o el VAR interpreta como les da la gana. Vista la jugada, pienso que no se deben pitar esos penaltis. En este caso por no haber intencionalidad del jugador.

Es un penaltito que según el jefe de lo árbitros, Medina Cantalejo, no se pitarían. Desde luego en la Champions ni se habría mirado. Me pareció demasiado castigo, teniendo en cuenta que es  una mano que se adivina junto al cuerpo, como tantas otras que se han pitado o no está temporada. Así de confuso está el asunto

La pena máxima fue magníficamente ejecutada por Stuani, que había salido en el segundo periodo y que logró empatar el partido. Un resultado, visto lo visto, más que justo.

El Real Madrid, como diría un castizo no estuvo fino. Amodorrado de entrada, al final se le echó el tiempo encima y llegó tarde al encuentro frente a un Girona muy bien plantado sobre el terreno de juego que se defendió con la pelota, llegando a tener más posesión que el Real en toda la primera parte.

Ancelotti, apenas hizo rotaciones. Rüdiger por Militao y Camavinga por el lesionado Tchouameni. El conjunto blanco dio la sensación de estar cansado. De ahí, posiblemente, su falta de claridad. El centro del campo no fluyó, solo Camavinga ofrecía algunos detalles de frescura. El Madrid se mostraba muy espeso. Todo lo contrario que el Girona, que se sintió muy cómodo y le salió muy respondón ala campeón, en todo un Santiago Bernabéu.

Los de Michel, estuvieron muy ordenados y salieron con el guión muy bien aprendido. Tiene más futbol que puntos. Aunque el primer avisó lo dio Modric a los dos minutos. A lo que respondió el delantero gerundense, Castellano,  un minuto después, con una buena oportunidad. 

El Girona, partió desde un gran orden defensivo, con las líneas muy juntas tapando a Vinicius y a Rodrygo. Y desde ese orden defensivo, comenzó a crecer con Oriol Romeu como adelantado y hombre para todo y, siempre tocando la pelota no mucho criterio.

Valverde aprovechándose de un resquicio, pudo dar un pase a Rodrygo que mandó el balón a la base del poste. A lo que respondió el club catalán con otra gran oportunidad por mediación de Yangel que remató con violencia al larguero de Courtois.

Las ocasiones se repartían y ya empezó cierto murmullo en el estadio.

En el segundo periodo el Real Madrid entró como más convencido de la necesidad que tenía de aumentar el ritmo, la velocidad y llegar, si era posible, hasta el vértigo. Pero las ocasiones no llegaban y llegaron los cambios. Entró Asensio por Camavinga, pasando Valverde al centro del campo y se ganó en poder ofensivo. En el Girona, Michel dio entrada a  Riquelme para tener más presencia atacante. El equipo catalán fue valiente hasta última hora.

El Madrid comenzó el cerco y así, en el minuto 69, llegó el 1-0, gol de Vinicius a pase de Valverde. Fue un calco del tanto  de la final de la Champions. Parecía que lo más complicado ya había pasado. Incluso el guardameta Gazziniga evitó el segundo tanto a un remate a bocajarro de Asensio, con una gran intervención.

Pero en un saque de esquina posterior, el balón se fue a la mano de Asensio. No lo vio el colegiado Melero, pero si el VAR. Stuani se encargó de transformar ese penaltito.

El Madrid estaba sin estar, le faltaba un poco de todo. El último tercio del partido lo jugó con más corazón que cabeza y llegó tarde. Encima tuvo la gran actuación del guardameta Argentino Gazzaniga, que no conforme con hacerle un paradón a Asensio, le quitó otro a Rodrygo que le rebaño la pelota de las manos y el gol fue anulado, según el nuevo reglamento. Ese gol, antes, hubiese valido.

El caso es que el Girona, jugó con la sufíciente personalidad para arrancarle un empate justo a un Madrid adormilado que no hizo lo suficiente para cambiar las tornas. Con los dos puntos perdidos le da vida a la liga, aunque sigue líder con un punto de ventaja sobre el Barcelona.

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