Opinión

Injusta y polémica victoria del Real Madrid

Un más que discreto Real Madrid ganó de forma injusta (1-2) al Levante en el Ciutat de Valencia. Dos penaltis, con el VAR como protagonista, dieron el triunfo a los blancos ante el equipo levantino que jugó con más mordiente y chispa que un Madrid triste y desdibujado.

   Ganó el partido con un penalti que no fue. El contacto de DouKouré a Casemiro solo existió en la imaginación del colegiado Iglesias Villanueva. Casemiro se tiró al sentir el aliento del jugador del Levante, y el arbitró picó. No fue penalti bajo ningún concepto. Lo extraño es que él VAR diera el visto bueno después de revisar la jugada.

   Errores como este desvirtúan este invento que está creando más polémica que soluciones.

   El Levante que luchó y jugó para no perder el partido,se fue con gran enfado del terreno de juego por dos razones: el árbitro y el marcador.

   El Madrid se puso por delante en el marcador casi sin quererlo, en un centro rutinario de Modric que sorprendentemente Bardhi interceptó con la mano para evitar que le diese en la cara, el colegiado a instancias del VAR señaló el claro penalti que transformó Benzema en el 0-1. Pero antes de todo esto y después, fue mucho mejor el Levante, que metió más el diente y la pierna al encuentro, jugando con más ahínco e ímpetu que un abúlico Madrid, al que el partido antes de los dos clásicos, le sentó muy mal.

   El Levante, puso el juego, la presión y las ocasiones, lo único que le faltó fue precisión. Por dos veces estrelló el balón en los postes (Roger lo hizo en el izquierdo y en el derecho). Con 0-1 finalizó el primer periodo.

    En la segunda parte, más de lo mismo. Roger en el tercer intento, tras arrancada y pase de Morales, conseguía el justo empate (1-1) quitándole al Madrid la ventaja irreal sobre la que se estaba durmiendo. Un gol de justicia que pareció dar alas a los azulgranas del Levante, pero que curiosamente ya dejaron de pisar tanto el área de Courtois. El Madrid tampoco reaccionaba aunque Vinicius tuvo una ocasión clara al encarar a Aitor Fernández, que hizo una buena intervención.

   Así transcurría el partido, cuando el colegiado en un exceso de vista, vio una patada en el gemelo de Casemiro,que se tiró por un golpe de viento. El árbitro en esta jugada se puede equivocar, pero lo que es incomprensible es que el VAR no le corrigiese. La pena máxima la transformó un desganado Bale, que huyó de la celebración con malos modos, despreciando a Lucas Vázquez cuando iba a felicitarle, y pasando del resto de compañeros. Su actitud fue impresentable. La desidia del galés ya clama al cielo. Si quiere tener protagonismo que se lo gane, como lo está haciendo Vinicius, que claramente le ha ganado la partida.

   El Real Madrid hizo un partido gris y sin pizca de gracia. Salvo Varane, en defensa, y Vinicius, que de nuevo fue la alegría de la huerta, los demás estuvieron en el lado oscuro. Modric, tuvo poca presencia igual que Kroos, que fue sustituido en la segunda parte por Valverde. Benzema volvió a las andadas, estuvo ausente y Lucas Vazquez jugó de forma muy atropellada.

   El único jugador que aportó chispa y ese algo diferente, fue de nuevo Vinicius. Hizo de todo: regateó,desbordó a base de velocidad,gambeteo y hasta ayudó a Reguilón. Se ha hecho un jugador imprescindible. No hay jugada en la que intervenga en la que no haya peligro. Cuando sea más preciso en el área va a ser un jugador enorme. Ya lo es, ¡y con tan solo 18 años!

    El Madrid jugó mal, seguramente no le venía bien en este momento del calendario cuando se avecina el gran Everest y es por eso que tal vez tenían más la mente puesta en los tres próximos partidos que contra el Levante, que no era un equipo de transición, como demostró jugando con más brío que los blancos que estuvieron taciturnos.

 Este partido le coge en medio  del doble enfrentamiento con el Barcelona y posteriormente con el Ajax, en la Champions. De todas formas no hay excusas al mal partido de los blancos.

 La mejor manera de afrontar esa semana grande, hubiese sido haciéndolo con un juego convincente que no se vio en Valencia. En cambio su gran rival, el Barcelona, llegará al Bernabéu con la autoestima en alza después de su buen partido frente al Sevilla y con Messi, rozando la perfección.

   Con lo que se ha visto contra el Levante es difícil apostar por un Real Madrid capaz de eliminar al Barcelona en la copa y después ganarle en la liga.  Aunque,nunca se sabe porque lo cierto es que los blancos se crecen en las dificultades, como han demostrado a lo largo de la historia. Los Real Madrid-Barça son imprevisibles,

   En resumen, que con dos penaltis y mucha polémica, el Real Madrid se mantiene agarrado a la liga. En los próximos seis días ante el Barcelona, primero en copa y después en liga, se juega el devenir en las competiciones domesticas, copa y liga. Al tiempo que Solari y más de un jugador se juega su futuro en el equipo blanco. Puede ser una semana de gloria o trágica.

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