Opinión

La Liga de Suarez. El Madrid rema y muere en la orilla

El Barcelona, después de 38 jornadas es el justo campeón de  liga. Un título donde  ha sido líder más tiempo que ningún otro equipo, ha sido el que más partidos ha ganado y el que más goles ha conseguido. Resultado: campeón de liga con todo merecimiento.
  De esta forma el equipo azulgrana conquista su segunda liga consecutiva, la sexta en ocho años lo que habla bien a las claras del dominio del juego del Barça en el fútbol español. En los Cármenes conquistó su título número 24, el 14 de los últimos 25 años. El equipo de Luis Enrique se llevó una liga, que tuvo que ganar dos veces, según ha confesado el vestuario azulgrana por haber dilapidado una diferencia  de 9 y 13 puntos que era los que sacaba al Atlético y Real Madrid, respectivamente.

   Durante el mes de abril, el Barcelona pasó de la gloría al infierno. Tras la derrota frente al Real Madrid en el Camp Nou, le entraron la dudas, los miedos y la inseguridad que supuso su eliminación de la Champions ante el mejor Atlético de la temporada, y darle  vida a su gran rival, el Madrid, en la lucha por la liga.
   En ese tiempo el Barcelona pasó de la prepotencia y la arrogancia con la que jugaba dando la liga por ganada a falta de tres meses para finalizar, a la humildad  de volver a pisar suelo firme. Iba a ganar la liga de calle y a punto estuvo de perderla. El club azulgrana fue el culpable de darle emoción al campeonato en las últimas cinco  jornadas. El Atlético y el Real Madrid le exigió  tener que ganar todos los partidos para ser campeón.

  El equipo de Luis Enrique, supo rectificar a tiempo y pasó de la abundancia a ser prácticos. Se dejó de exhibiciones  y apostó por la sobriedad, el sacrificio y el trabajo que finalmente le ha llevado a volver a ganar la liga que consigue con el mismo once que hace casi un año le llevó a coronarse campeón de Europa, en Berlín.

   Luis Suárez, que ha terminado como máximo goleador del campeonato (40), virtual bota de oro, ha sido el hombre clave en el resurgir del Barça en el momento que pintaban bastos. En los últimos cinco partidos ha marcado 14 tantos. Goles  que han sostenido al Barcelona en la consecución de su objetivo, el título liguero. El uruguayo ha completado un año mágico. Los azulgranas, en gran parte, le deben esta liga a Luis Suárez que en Granada, para no ser menos, fue el autor de los tres goles que derrotaron al equipo de la Alhambra.
 En los Cármenes, el Barça no le dio opción a un Granada ultra defensivo, salió con cinco defensas, dando toda la iniciativa a los culés que no tuvieron problemas para imponerse con claridad.

  A cada gol del Real Madrid que ganaba en Riazor 0-2 al Deportivo, respondía el Barça con otros dos. Todo estaba claro, había campeón, el Barcelona que dependía de sí mismo, y no falló.

  EL MADRID MURIÓ DE PIE

  El Real Madrid, por su parte, el gran animador del último tercio de la liga  murió de pié. Hizo los deberes en A Coruña  venciendo 0-2 al Deportivo. Los dos goles  de Cristiano le dieron la decimosegunda victoria  consecutiva que solo le vale para ser subcampeón a tan solo un punto del Barcelona. Durante 14 minutos fue campeón, entre su 0-1 y el primero de Luis Suárez, pero el alirón se le escapó a partir del minuto 15 que fue cuando se adelantaron los azulgranas. La liga se la dejó en la primera vuelta y lo último ha sido una fiesta inesperada que creó ilusión, pero que eran conscientes que dependiendo del Barcelona, era un sueño imposible... Fue bonito mientras duró, porque estaba muerto y resucitó.

  Al descanso Sergio Ramos, el capitán,  preguntó al banquillo por el Barça. El 0-2 que escuchó le hizo cambiar la cara a él y  a todos sus compañeros que ya dieron la liga por imposible. En la segunda parte, ya fue un Madrid distinto que cedió el dominio a un estéril Deportivo que en la primera parte había estado a merced de un Real Madrid que comenzó a tumba abierta para intentar meter presión a su gran rival. Lo intentó, pero no dio para más...La emoción  de la última jornada duró muy poco y los transistores no hicieron ni falta.Tampoco hubo interés en  la intentona de Cristiano de recortar los goles en la lucha del  Pichichi a Luis Suárez. El portugués marcó otro de cabeza y tocó los postes en dos ocasiones. En los vestuarios tiró de sentido común y, sin retos ligueros ya a mano, se ahorró 45 minutos, pensando en la final de la Champions.


  La segunda parte fue para olvidar, ya no había interés. Toda la emoción de la última jornada quedó diluida en los primeros 45 minutos. En Riazor  quedó un encuentro sin tensión donde un Madrid de gala, el once que saltará en Milán a por la undécima, dominó ampliamente al Deportivo en el primer periodo para dejarse llevar en la reanudación. Ya estaba vendido todo el pescado.

  En el césped quedó el merecido homenaje a Arsenio Iglesias, lo más emotivo de la tarde. Reconocimiento al padre del Super Depor, que sorprende haya tardado 20 años en celebrarse en Riazor. La segunda parte le sobró al Madrid, sobre todo cuando se sentó Bale, que llega como un cañón para la final de Milán.

  A este Real Madrid de Zinedine Zidane, que se acordará de ese 0-4 del Barcelona en el Bernabéu con Benítez en el banquillo, que a la postre le ha costado perder la liga, solo le queda la Champions para salvar la temporada. Si la gana, alcanzará la gloria y si la pierde será un gran fracaso. Así de claro y rotundo.
  Milán espera a Atlético y Real Madrid.
 

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement