Opinión

Macerlo evitó el desastre

   Cuando la angustia se había apoderado del Bernabéu con el empate (1-1) del Valencia y se marcaba la tragedia, apareció el mago Marcelo con su chistera que envolvió a todos, y  amagando por aquí y por allá disparó con la derecha, marcando el 2-1 un gol que puede valer una liga.

    El tanto de Marcelo a falta de cuatro minutos para el final le sirve al Real Madrid para seguir dependiendo de si mismo para llevarse el título de liga. Lo consiguió cuando estuvo en el abismo y de forma agónica, como ha ocurrido en tantas otras ocasiones. El autor de la nueva hazaña madridista ha sido en esta ocasión, Marcelo, uno de los pocos junto a Carvajal que se salvaron del flojo partido del Real Madrid, en general.

   El problema de este Madrid A o como le quieran etiquetar es que no sabe cerrar los partidos. Con las mismas ganas e intensidad con la que respondió tras el empate del Valencia, es como tienen que jugar los últimos partidos que le quedan. No hay especulaciones que valgan, deben salir a ganar  y si pueden dejar listo para sentencia  el partido antes de tiempo, mejor que mejor. En una palabra, tienen que salir a morir.

  Ante el Valencia, el equipo de Zidane jugó con fuego. En el primer tiempo fue un quiero pero no puedo. Había miedo, nervios y hasta ansiedad. Se jugaba al ralentí, con muchos pases horizontales y poco movimiento.  Él Madrid solo tuvo una ocasión de gol, el 1-0 logrado por Cristiano Ronaldo a pase magnífico de Carvajal. Un tanto que pareció que les quitó esa ansiedad con la que empezaron el encuentro.

    El guión del partido pudo tener otro desarrollo, antes de que se cumpliese el primer minuto de juego, si Santi Mina aprovecha la doble ocasión que tuvo para adelantar al Valencia. Falló las dos. La primera la sacó Keylor y la segunda se estrelló en el palo.

   Pasado el susto, el Madrid comenzó a meterse en el partido que fue de  ida y vuelta, con un Valencia muy ordenado atrás y aproximándose siempre a los dominios madridistas con mucho sentido. Era un partido muy abierto pero con poco fútbol. Apenas había ocasiones, pero en una de las pocas que hubo, Cristiano desde la posición de delantero centro -en la que debe jugar siempre – de espléndido cabezazo respondió con el 1-0 al perfecto pase de Carvajal.

    El Valencia, lejos de arrugarse, tiró hacia adelante y metió en algún lío a la defensa madridista que tuvo en Sergio Ramos a su jugador más nervioso e impreciso. La primera parte terminó con pocas cosas que contar. El Madrid no se había hecho con el partido.

     Tampoco lo hizo en el segundo periodo, donde jugó peor que  en el inicio con un juego lento y y previsible.. Los de Zidane con una actitud chocante para lo que se estaban jugando, no le pusieron esa intensidad que se supone debe tener un equipo que se juega la liga. Cristiano pudo conseguir el tanto de la tranquilidad si hubiese acertado con el penalti a Modric con el que fue castigado el Valencia. Diego Alves, volvió hacerlo de nuevo, se lo detuvo al portugués que lo tiró muy mal. Es el tercero que Diego Alves le para a Cristiano Ronaldo, que ya no volvió hacer acto de presencia

    Bien es verdad que el Madrid pudo hacer ese segundo gol en una jugada de Benzema que se fue al palo, pero el caso es que  de nuevo no supo dejar sentenciado el partido y les tocó sufrir. Y a falta de 10 minutos, en una jugada tan aislada como la del primer minuto, Parejo llevó la angustia  al Bernabéu. Falta de Casemiro y lanzamiento a la escuadra del capitán del Valencia para poner contra las cuerdas al Real Madrid. Fue un golazo.

   Entonces, si reaccionó el Real Madrid. Dejó esa cierta apatía con la que nos estaba obsequiando en un lamentable segundo tiempo, para encenderse y  echar mano de la épica. Con fuerza, pasión y determinación se volcaron al ataque, no quedaba otra, con Asensio y Morata a los que dio entrada Zidane en sustitución de Benzema, que salió entre división de opiniones, y Modric.  En esta ocasión la agonía duró poco porque a falta de cuatro minutos, como ya relataba, Marcelo se sacó de la manga un disparo con su pierna mala, la derecha, para conseguir el definitivo 2-1. Un gol que vale un potosí: el privilegio de depender solo de ellos  mismos para levantar el título  de una  liga que se le resiste desde hace cinco años

   En esta ocasión el Madrid sujeta  la liga gracias a sus dos laterales: Marcelo y Carvajal, que han sido los mejores con mucha deferencia  sobre sus demás compañeros. Carvajal, por su banda fue el dueño y señor. De sus botas salió el magnífico pase para que Cristiano abriera  la cuenta. Marcelo,  fue vital para la suerte de su equipo. Con su profundidad y su magia, rescató al Real Madrid del precipicio en el que se encontraba.

   De todas formas, los de Zidane que se lo hagan mirar. Da la sensación que  no le van las cosas sencillas y simples. Necesita adrenalina para reaccionar y jugar como se debe. No aprenden la lección, cuando se juega con fuego normalmente  uno se se termina quemando.

   Después del esplendoroso  partido del otro Madrid, en Riazor, Zidane tiro de su equipo base con el cambio de James por el  lesionado Bale. Y visto lo visto, la verdad que no aguantan la comparación. De la exhibición ante el Deportivo, pasamos al sin fuste contra el Valencia. A este Madrid le faltó la lozanía y pujanza de  Riazor. Al once titular de Zidane, le faltó alma. No me sorprende que haya discusión sobre este asunto porque en A Coruña, con el llamado equipo de la segunda columna, vimos al mejor Real Madrid de la temporada.

   El once tipo del técnico francés juega más al pie, se mueve menos y es más especulativo; el otro Madrid se asocia más, es más solidario y busca los espacios.

    Dicen que en el equilibrio está la virtud. Tal vez lo deseable sería sacar del once titular a jugadores de dudoso rendimiento por otros que se han ganado a pulso la titularidad. No puedo entender la obsesión  de Zidane por alinear  a Benzema un jugador que aparece y desaparee como el Guadiana. El francés tardó más de una hora en hacer acto de presencia contra el Valencia, con un regate  en el área que le permitió tener toda la portería a su alcance, pero el balón fue al palo. No está para ser el delantero  centro del Madrid. Ese puesto, ahora mismo, debe ser para Cristiano Ronaldo que estaría  muy bien acompañado por Isco y Asensio.

   Kroos es otro de esos jugadores que no pasa por su mejor momento, que puede ser moneda de cambio. Ahí está Kovacic que puede jugar perfectamente junto a Modric o sustituir a Casemiro, que sale a tarjeta por partido.

    Lo he dicho muchas veces, no seré yo quien dude de Zidane, a quien injustamente le están disparando últimamente a través  de una campaña sin sentido. Pero creo, que sería de justicia que le diera más oportunidades a los jugadores de la mal llamada segunda unidad del Real Madrid.

    Convencido estoy que el reparto de minutos lo tienen muy pensado. Ser justo no significa repartir, sino escoger lo que el equipo necesita. Y sinceramente, al día de hoy, el Real Madrid no necesita a Benzema.

       Que este Valencia, que lleva penando toda la temporada, haya estado a punto de quitarle la liga al Real Madrid, denota bien a las claras que los de Zidane  hicieron un mal  partido. La liga no se gana con milagros de última hora, se gana jugando bien al fútbol.  Pues de, eso.

     En definitiva, que el Real Madrid jugó con fuego, pero Marcelo evitó que se quemase.

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