Opinión

Un Madrid sin intensidad se deja dos puntos en Vallecas

Con el  empate  (1-1) del Real Madrid frente al Rayo Vallecano, se anima la liga que parecía estar en vía muerta. Por lo visto al Real  no se le da nada bien jugar en la sobremesa y menos aún, en un campo tan pequeño como el de Vallecas, donde  jugó con muy poca intensidad y le faltó entusiasmo ante el mayor brío de un Rayo Vallecano que hizo de la necesidad virtud.

Fue un apagón del Madrid que pagó cara su suficiencia a la que llegó más por displicencia que por las rotaciones de Ancelotti que dejó en el banquillo a Rodrygo, Kroos y Carvajal para que entraran Joselu,Modric, que mucho me temo está en caída, y Lucas Vázquez.

Nada hacía presagiar ese eclipse madridista por cómo comenzó el partido, a todo ritmo. La sensación de superioridad en esos primeros minutos era tan evidente que no se imaginaron que el Rayo se rebelase.

El conjunto del Sur de Madrid se olvidó de los temores que tenía con su anterior entrenador, Francisco y volvió a ser ese equipo arrojado y divertido que fue con Iraola y que ahora parece que vuelve apuntar con el que fue su segundo, Iñigo Pérez.

El Real Madrid nunca estuvo cómodo en Vallecas y terminó hasta frustrado como demostró Carvajal en su expulsión, a los veinte minutos de estar en el campo  por Lucas Vázquez.

El Rayo cumplió con el guión de un equipo metido en problemas de clasificación y luchó hasta la saciedad para conseguir un punto. Todo lo contrario que el Real Madrid , que jugó con poca ambición y hasta con cierta prepotencia. No se acordó que Vallecas, que estaba a reventar, es una plaza que no resulta cómoda para los blancos.

El caso es que el equipo de Ancelotti salió con muy buena disposición y a todo trapo, aunque la primera ocasión fue para el conjunto local. Un pase muy comprometido de Lunin a Camavinga hizo que perdiese la pelota pero entre Trejo y Raúl de Tomás se hicieron un lío  y  en nada quedó. De esa jugada partió una rápida contra de Valverde que lanzado vio la llegada de Joselu,marcando el 0-1. No habían transcurrido ni tres minutos y el Madrid ya había marcado, algo que no hizo en la primera vuelta, en el partido disputado en el Santiago Bernabéu que como recordarán terminó con empate (0-0).

El gol tuvo que ser revisado por el VAR  ya que el juez de línea se equivocó al señalar fuera de juego de Joselu.

Se dibujaba un buen panorama para el Real, pero al equipo de Ancelotti en esta ocasión le faltó arrojo ardiente y entusiasmo. En cambio, el Rayo le puso toda la intensidad que le faltó a su rival y fue entrando en el partido. Isi, Trejo y Pacha Espino llevaban por la calle de la amargura a Lucas Vázquez que con sus subidas dejaba muchos espacios por la banda izquierda. Y por ahí se fraguó la jugada del penalti que definitivamente despertó al Rayo y a Vallecas.

Entre Álvaro García y Espino le ganaron la partido al lateral derecho madridista, llegaron a la línea de fondo, pase  atrás  para Trejo que disparó dando el balón en la mano derecha de Camavinga. El VAR lo cazó y el colegiado señaló el penalti que transformó Raúl de Tomás, en el minuto 27.

El gol del empate revolucionó al Rayo que ya jugó con más chispa y a más revoluciones. Todo lo contrario le sucedió al Madrid, que se vino un tanto abajo de forma incomprensible. Durante casi toda la segunda parte  jugó casi más para atrás que para adelante. Le costaba recuperar la pelota y cuando lo hacía la movía con lentitud y con un juego muy previsible. Apenas creó peligro, salvo en una ocasión de Joselu tras centro de Brahim y en un lanzamiento de falta de Kroos, que despejó con una gran estirada

 El Rayo seguía esperando al Madrid. Tchouaméni, bastante despistado y otra vez de central, se hizo un lío con la pelota se la quitó Álvaro García  pero el francés se rehizo y bloqueó el tiro que llevaba marchamo de gol.

El Madrid se agarraba a su habitual empuje de los últimos minutos, pero el  Rayo no le dejó defendiendo con todo, incluyendo el alma y el corazón. Incluso jugó con valentía sacando a Falcao en el tramo final. Los de Ancelotti no encontraban los espacios y encima Vinicius estuvo muy desconectado.  De esta forma se explica este empate del Madrid que en Vallecas estuvo bastante plano. El Rayo ganó en motivación al Real.

El 1-1 sabe a miel al nuevo Rayo Vallecano de Iñigo Pérez y no es nada catastrófico  para el Real Madrid dada su ventaja en la liga, solo ha sido un aviso.

 

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement