Opinión

Messi ya tiene su Mundial

Argentina, consiguió su tercer mundial al vencer a Francia en la tanda de penaltis tras un partido descomunal con Messi y Mbappé como auténticos colosos.

Ha sido sin duda alguna, la final más apasionante de la historia que elevó a lo máximo a Messi y a su tropa  tras un partido trepidante, emotivo en el que Francia con un gran Mbappé  sucumbió en la tanda de penaltis. Antes de llegar a esa lotería de la penas máximas, tenemos que destacar com mayúsculas que el partido, fue sencillamente espectacular y emocionante a más no poder. Fue de auténtica locura

Después de los  90 minutos reglamentarios y prórroga, todo se resolvió desde el punto de penalti, que resultó fatídico para Francia y que supo a Gloria para Argentina, que ganaron la tanda final por 4-2.
Hacía tiempo, yo no lo recuerdo, que no se vivía una final del Mundial con tanto suspense.  Eso, a pesar de que Argentina se  llegó a poner con 2-0 en el marcador durante el primer tiempo, periodo que dominó de principio a fin. Campeaba a sus anchas con buen fútbol, lleno de entrega y sacrificio. Francia, era una sombra que deambulaba a por el césped sin ton no son. Estaban perdidos, con Griezmann desaparecido y Mbappe casi escondido en la banda izquierda. Argentina había salido a jugar una final y Francia,no, como reconoció el seleccionador Deschamps, que abroncó a los suyos al descanso e introdujo cambios, que de alguna manera cambiaron la dinámica. Dinámica, que no llegó hasta la fase final del encuentro.
Así fue hasta que llegó el minuto 80. El colegiado polaco Marciniak señaló penalti a favor de los franceses. Un penalti tan riguroso  como el que señaló a favor de los argentinos en el primer periodo y que Messi transformó en el 1-0, para luego después Di María, otro de los destacados,marcase el segundo tanto de la Albiceleste.

El caso es que  Mbappé, no perdonó la pena máxima que regalo Otamendi a Kuolo Meani, poniendo el 2-1. Acto seguido,cuando apenas había pasado un minuto, de nuevo Mbappé de espléndida volea a pase de Coman, lograba el empate (2-2), ante la consternación  de los argentinos  y alegría de los  franceses.Nadie daba crédito a lo que estaba sucediendo. Argentina caía en una preocupante melancolía,mientras que Francia, subía su autoestima.

El fútbol es así de maravilloso. Es difícil encontrar en cualquier otro deporte algo semejante, como fue convertir al equipo que había sido infinitamente inferior en 80 minutos, como fue el conjunto francés, en favorito en apenas 90 segundos de inspiración.

Y es que Argentina a base de lucha, entrega, con Da Paul como baluarte,y con mucha determinación había sido infinitamente superior durante  ochenta minutos casi perfectos a una apocada Francia. Había anotado dos goles y hasta mereció alguno más. Pero, en apenas 90 segundos,desde el tonto penalti de Otamendi al empate de Mbappé, la copa del Mundo se fue de las manos de la  Albiceleste . Argentina quedó sonada.

Era el fútbol y sus instantes. Dos ocasiones tuvieron los galos en el tramo final espabilados por Mbappé y agitados por Thuram y Kolo Muani, que habían sustituido a Giroud y Dembelé . Los argentinos estaban tocados o eso parecía.

En medio del jolgorio francés y la cabeza gacha de los argentinos, se llegó a la prórroga.Y ahí, cuando Francia parecía mucho más fresca y hasta se sentía superior, regresó Argentina con Messi a la cabeza para cambiar el signo del partido. Creció y creció hasta que Messi hizo el 3-2. Resultado que parecía definitivo. Pero no, otro penalti por manos  de Montiel a  tiro de Mbappe,llevó a a la estrella gala al punto fatídico para llevar el empate (3-3) al marcador. El relato iba de Messi a Mbappé.  

Ya se jugaba con las cartas marcadas y cualquiera pudo marcar. Dibu Martínez, el guardameta argentino, en el último instante hizo la parada del Mundial al salvar con la pierna derecha el tiro de Kolo Muani, cuando ya  los franceses cantaban el gol. Esa fue la pierna de Dios, como después reconocieron muchos seguidores argentinos.

Y a penaltis se jugó la final. De entrada , acierto para Mbappé y Messi,acertó Dibu Martínez ante Coman y falló Tchuaméni. Después acierto de Dybala y Montiel, y Argentina tricampeona del Mundo, con Messi que sube a los cielos y tras un partido grandioso y apasionante.

En una noche de infarto, Argentina miraba al cielo agradecida, y Francia lloraba.

Ya el mundo puede estar tranquilo, Messi tiene su mundial. Un mundial muy merecido que le sitúa como uno de los mejores de la historia. Ahora está en paz con los suyos, consigo mismo y con su propia historia. Ha ganado todo lo posible. Puede irse de la selección, pero la memoria ahí queda. Argentina, ya tienen su nuevo Dios, se llama Lionel Messi.

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