Opinión

Penalti y expulsión

Girona 2 Real Madrid 1 ¡Increíble! pero cierto.  En Girona vimos al peor Real Madrid en mucho tiempo.

El fútbol es pasión, lucha,entrega, sacrificio y ese algo más que hay que poner para poder ganar. El Real Madrid careció de esos atributos en el campo de Montilivi, donde fracasó  de forma estrepitosa.

El Girona ganó por entusiasmo, tesón y coraje. Y por ese algo más …. Su justa victoria mereció de algún gol más ante un decepcionante Real Madrid que se dejó el alma en el vestuario. Salió a pasearse y salió trasquilado.

El partido del equipo de Zidane fue de brazos caídos. Algo muy corriente en sus últimos partidos.  Salió con desgana y mucha prepotencia. Con esa falta de actitud de alguna forma les estaban faltando el respeto a los entusiastas jugadores del Girona que les han dado una lección de  cómo se debe jugar: con intensidad  y garra. Cualidades de las que careció el hipotenso Real Madrid. Ellos como son más ricos, más guapos y con más clase creían  que con su sola presencia sería suficiente para ganar sin bajarse del autobús.

El Girona, sabedor de su inferioridad técnica, le puso coraje, orgullo y esa pasión tan necesaria en todas las actividades de la vida, pasando por encima del peor Madrid de la época de Zidane, que no se trabajó el partido.

Los jugadores de Pablo Machín, un entusiasta entrenador al que hay que seguir, hicieron un partido de presión, fuerza y velocidad comiéndose a los acomodados jugadores blancos que puede que hayan perdido la liga en Cataluña.

Con esta estrepitosa derrota se sitúan a ocho puntos del líder, el Barcelona cuando solo se llevan disputadas 10 jornadas. Vergüenza les tenía que dar…

El gran trabajo defensivo del Girona, unido al esfuerzo físico de todo el equipo logró una victoria histórica -la primera en la liga- dejando a los de Zidane hundidos y en medio de una situación muy delicada. Las alarmas se encienden en el equipo blanco que en este comienzo de liga, no ha encontrado el norte del  que deslumbró al final de la pasada temporada y en el inicio de la presente campaña,  dejando tocado al Barcelona, en la Supercopa.

 Los madridistas nunca encontraron los recursos necesarios para poder ganar un partido que a los doce minutos se les puso de cara con el gol de Isco, el único jugador que se salvó del ridículo  espantoso de sus compañeros. El 0-1 fue simplemente un espejismo. La intensidad altísima  del Girona nunca tuvo continuidad por parte del Real Madrid, que le faltó de todo: actitud y aptitud.

Fue en el segundo periodo cuando el Girona creó el caldo de cultivo para imponerse al apático equipo blanco,  con goles de Stuani y Portu, este último en fuera de juego. Pero es igual, porque si alguien  mereció ganar  fue el equipo catalán, que mandó hasta dos balones más a la madera. El técnico Pablo Machín, con un 5-2-2-1 le ganó la partida táctica a Zinedine Zidane que no supo como contrarrestar la pasión y la presión del rival.

Tal vez me equivoque, pero tengo que exponerlo porque en caso contrario, reviento. Tengo la sensación que los jugadores le han perdido el respeto a Zidane, al jugar con prepotencia, dejando de trabajar y sobre todo, de correr. Ahora mismo el Real Madrid es un equipo  muy acomodado. Una situación en la que Florentino Pérez no es ajeno en esta crisis de juego, con tanta renovación que solo ha hecho que distraer a unos jugadores que han dejado de tener hambre de títulos. Al menos, eso parece en este inicio de campaña.

Hace tiempo que los blancos no juegan a nada de los que les hizo campeón de liga y de Europa. Queda mucha temporada pero ocho puntos son muchos puntos. Que se sepa, el Madrid nunca ganó una liga encontrándose a tanta distancia del líder. Además hay jugadores que están  en muy baja forma como son Cristiano, una sombra; Modric y Kroos que estuvieron horribles en el pase. Al igual que Marcelo que no debería estar jugando de titular porque su lateral es un pasillo abierto para cualquier rival. Asensio, ha perdido frescura y hasta está algo pasota; lo mismo que  Lucas Vázquez y hasta Sergio Ramos, que tuvo su día tonto.

Si este Real Madrid gana la  liga será un milagro. Aunque escuchando al propio Zidane que dice que “esto lo vamos a levantar”; y a Isco, asegurando  que nadie les de por muertos, uno puede llegar a creérselo. Pero jugando como lo están haciendo, nunca. Hay que trabajar más, correr mucho más  para poder jugar bien.

 Como bien dicen por ahí: El Real Madrid votó  “no”en Cataluña

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