Opinión

Por pura inercia, pero con Vinicius descartado

En un mediodía placido, el Real Madrid sin grandes alardes se impuso al Espanyol por 2-0. Un gol de Varane en la primera parte y otro de Benzema en el segundo periodo, liquidaron un partido cómodo del equipo de Zidane ante los blanquiazules, que mejoraron respecto a partidos anteriores pero que siguen en la zona oscura.

No fue el mejor partido del Madrid Verde ( así vistió,por el cambio climático)  respecto de los últimos a los que nos tenía acostumbrado, pero tiro de oficio con toques de fantasía de Vinicius, la eficacia de esta temporada de Benzema que suma y sigue con sus goles; y el buen anclaje del centro del campo con Valverde y Casemiro como sostenes y el compás de Kroos.

Fue un partido que pronto hemos olvidado, porque fue embarullado con muchas faltas y poco sosiego. El único que revolucionó el encuentro fue Vinicius, un jugador muy particular que arranca como nadie,dribla con facilidad pero a la hora de definir se le nubla la vista. La actuación del brasileño fue lo más destacado del mediodía en  el Santiago Bernabéu que para las fechas que estamos, registró una buena entrada

Vinicius, con su explosión en carrera se plantó en dos ocasiones  ante el guardameta, Diego López y naufragó, eso sí con dos grandes intervenciones del guardameta perico. El brasileño tiene talento, pero le sobra precipitación. Juega como si fuese la última vez . La pasión le puede y tanto es así que  llega hasta la desesperación y como consecuencia no llega a definir. Vinicius hace todo bien, menos el gol. Es joven y llegará lejos. Tiene el desborde que provoca el vértigo,una cualidad cada día más escasa en el fútbol tan físico de nuestros días. La paciencia debe acompañar con este jugador que puede ser la bomba cuando se quite la presión que tanto le atenaza por la falta de gol, y que a veces le lleva a cometer imprudencias. Estuvo a punto de ser expulsado por doble amonestación. Algo que no hubiese extrañado.

Junto a Vinicius y por la lesión de Hazard, jugó también Rpdrygo que estuvo menos participativo que su compatriota pero que ha entendido mejor a lo que juega el equipo de Zidane, que sigue creciendo en orden, en ritmo de juego y en anticipación.

El partido en sí no dio para mucho más. Zidane, a parte de las lesiones, sigue con su política de rotaciones. Está calcando la hoja de ruta que le dio el título de liga hace dos temporadas, la  del doblete en el 2017.

Para el Madrid fue un día más en la oficina, donde Varane, fue el curioso goleador inicial que culminó Benzema con su gol número once en la liga, que cerró el partido. La parte negativa para los blancos que vistieron  de verde, fue la expulsión de Mendy,tan justa como innecesaria que deja al equipo son laterales izquierdos. Marcelo está lesionado.

Del Espanyol hubo pocas noticias, justificó su mala clasificación. Un remate de Granero que sacó espléndidamente Courtois fue el único peligro que llevaron al área madridista.  Siguen  siendo unos pipiolos, como dijo su entrenador.

El Real Madrid continua obligando al Barcelona a ganar para seguir en la cresta de la ola. Ahora, lo que queda de diciembre, le espera subir  la gran cuesta con las visitas a Valencia y Barcelona. Las emociones están por llegar.

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