Redondo triunfo del Real Madrid (0-3) en el Martinez Valero frente al Elche, que llevó como pudo su partido contra el líder. Para ellos, colistas, fue demasiado. Hicieron lo que pudieron.
El equipo de Ancelotti, cuajó una primera parte muy pinturera y hasta artística, saliendo desde el primer momento a sentenciar el partido. Algo que pudo conseguir si el VAR no le hubiese anulado hasta tres goles por fuera de juego, uno de ellos más que discutible.
Los primeros 25 minutos de los madridistas fueron una oda al buen gusto. Bordaron el fútbol y en más de una ocasión hasta sacaron los violines a relucir.
La orden de Ancelotti fue: nada de confianzas. Ni la temporada ni el mundo se acaban ganando el clásico. Y ese mensaje lo certificó, sacando una alineación de lujo. Apenas hubo rotaciones, solo la de Mendy. Alaba ocupó su sitio, en el lateral izquierdo y Rüdiger fue central junto a Militao. Modric y Kroo volvieron a jugar juntos, acompañados esta vez por Valverde, que sigue en estado de gracia. El otro que faltó a la cita fue Tchouaméni que fue sustituido por Rodrygo, un jugador que cada partido progresa un poco más. El Real no se guardó nada.
Fue un equipo muy versátil que permitía a Rodrygo permutas de extremo a segunda punta; y a Valverde de tercer centrocampista a exterior derecho.
El Elche, comenzó muy atemorizado ante el juego armónico y de toque del Real Madrid, pero pasado el avasallamiento madridista crecieron y dieron un par de sustos. Ellos tenían un plan, defender a muerte con las líneas muy juntas. Pero ese plan, ¿cómo no? Lo estropeo Vinicius con su velocidad que volvió a romper líneas. En su primera carrera,después de una jugada de altura a base de toques, le dio un gol a Benzema que el VAR, esa máquina infernal anuló semejante belleza. En el fútbol puro y sin tapujos, un auténtico golazo invalidado por el pelo de una ceja de Vinicius.
Otra gran jugada llena de plasticidad y buen gusto que finalizó con gol de Alaba, fue igualmente anulada por fuera de juego. Al parecer Benzema, que fue quien dio el pase, tenía la uña de un pie en terreno ilegal. ¡válgame Dios, pero si estaba en linea! Aunque solo fuera por la belleza de la jugada, el gol tenía que haber valido. No fue el único disgusto del francés, en el segundo tramo una media bota de Carvajal invalidó otro tanto de Benzema. El VAR está matando el espíritu del juego.
Entre chascos y chascos llegó el momento de ese súper portento llamado Fede Valverde. Un auténtico ciclón, que tienen por piernas dos auténticos cañones. Nadie en el fútbol actual remata como él desde larga distancia. Ya fue puntual contra el Barcelona, y lo volvió a ser en el minuto 10 contra el Elche, al que batió con un zurdazo desde el borde del área. Fue el sexto gol del charrúa, pasará de los 10 que apostó con Ancelotti, y el séptimo que el Madrid marca desde fuera del área.
Tras la ventaja madridista, quedó un encuentro muy vistoso y entretenido. El Real se estaba gustando, haciendo un ejercicio de creatividad casi constante y el Elche adelantó líneas y hasta perdió su timidez inicial, pero nunca llegó a puerto. Durante un periodo de tiempo equilibró el partido. Dos disparos de Nico y Boyé, acabaron con dos paradas de Lunin, quien está supliendo a buen nivel a Courtois. Se exhibió con una gran parada a un cabezazo a quemarropa de Clerc, ya en la segunda parte donde el Madrid fue menos explosivo.
Al equipo de Ancelotti, en el segundo periodo, tal vez se le fue la mano en su empeño de congelar el partido. Pero ante el empuje inicial de los ilícitanos en la reanudación, rápidamente respondió el Madrid echando mano de esa magia tan especial que atesora. Rodrygo, a lo Gutí, poniéndose el frac le devolvió de tacón una pared a Benzema y este definió a la perfección, haciendo el 0-2. El francés, lo celebró con rabia remitiéndose al VAR que estuvo toda la noche incordiando y con la escopeta cargada.
Asensio, aprovechó sus minutos para redondear el resultado con ese 0-3, que hace al Madrid un poco más líder.
En el Martinez Valero, se constató que estamos ante un buen líder, muy bien guiado por Benzema; sustentado por Valverde; sensacionalmente dirigido por Modric y Kroos; y con esa dupla endiablada que forman Vinicius-Rodrygo.
