El Real Madrid, con su derrota frente al Mallorca por (1-0), se pega un tiro en el pie en sus aspiraciones para intentar revalidar el título de liga. El Barça se ríe de la derrota madridista al despejarle mucho el panorama en su pelea por el título de liga.
El partido disputado en San Moix, fue de todo menos un partido de fútbol. Más bien fue una crónica de sucesos con jugadores tendidos por el césped ante las refriegas de unos y otros. Faltas y más faltas por doquier, que interrumpían el normal desarrollo del juego. Ha habido de todo, menos fútbol. Ha sido horrible.
Fue un encuentro lleno de brusquedades y choques continuos, donde las guerrillas era lo que predominaba, con Vinicius como objetivo.
El Mallorca tenía un plan y lo ejecutó perfectamente; el Real Madrid no tenía ninguno para contrarrestar la gresca de su rival y así le fue, que dio un traspiés de mucha gravedad.
El equipo de Javier Aguirre, con once guerrilleros sacó del partido al Real Madrid que sufrió una emboscada en toda regla y de la que no supo salir,cayendo en la trampa de la guerra de guerillas del Mallorca.. El plan ideado por el técnico bermellón era muy clar: juego subterráneo con recados y contactos permanentes a los jugadores blancos a los que no dejaban maniobrar ni pensar.
En ese juego subterráneo, el blanco de todas las dianas era especialmente, Vinicius. Maffeo unas veces, las menos, de forma impecable y otras,muchas, rozando la ilegalidad, sacó al brasileño del partido. Desquiciado termino el brasileño que recibió una amarilla al filo del descanso, por un pisotón. Era un mal asunto para el equipo de Ancelotti. Mejor para las huestes bermellones,a los que le van los encuentro calientes.
Lo de Vinicius, que no recibió una entrada tan dura como la de Paulista pero si muchísimos recados en forma de contactos, a veces muy fuertes, se ha convertido en un asunto de Estado que requiere meditarse para que no se convierta en algo perturbante para el propio Madrid. Mallorca, fue el ejemplo.
Al Mallorca con esta estratagema le valió para desconcertar a su rival que no dio una a derechas. Le sacó del partido y tal vez de la liga. Más allá de la dureza del partido, al Madrid se le vio muy molesto ante un duelo tan áspero, con viento y en sobremesa en medio de un calendario muy apretado y frente a un adversario, con mucho diente que supo jugar sus bazas espléndidamente.
Las cosas no empezaron nada bien para el Madrid que, de inicio perdió a Courtois en el calentamiento. Si a eso, añadimos las bajas de Militao y Benzema, podría explicarse el pobre rendimiento de los blancos, pero no sirve de excusa. No jugaron a nada. Su juego fue lamentable. El plan renove suspendió. De principio no salieron Kroos y Modric. Ancelotti alineó un centro del campo más físico con Tchuaméni, CebAllos y Valverde, ayudados por Camavinga que como falso lateral, infinidad de veces ayudó en esa parcela a sus compañeros. De los tres primeros apenas hubo noticias si, de Camavinga que fue tal vez el que se libró del suspenso general de todo el Madrid, que jugó de forma muy lineal, sin imaginación, poco vertical. Vamos que estuvo horrible.
Más que un partido parecía un avispero con mucho encontronazo y muy poco fútbol, como ya hemos dicho. Todo era rudeza y dureza. Creo que el Mallorca ha batido el récord de faltas en lo que va de liga, hasta ahora. Apenas había algún destello. Si acaso de Muriqi, un jugador todo terreno que siempre está en la pelea. En una de ellas con Nacho llegó el gol local. Minuto 13, centro de Dani Rodriguez el kosovar que quiso peinar la pelota a la espalda de Lunin. No lo hizo él sino Nacho, que con la coronilla la mando a la red.
El Madrid tenía tiempo para contrarrestar ese gol de desventaja, pero su juego no fluyó por ninguna parte. No no era dueño del partido, siempre iba a rebufo de ese 5-4-1 que dispuso Javier Aguirre que habría requerido de los blancos un juego más profundo,más rápido y con más pases largos. Precisamente, en uno de esos pocos pases largos que dio,llegó el penalti de Rajkovic a Vinicius. El guardameta,después lo enmendó haciéndole una gran parada a Asensio, que falló la pena máxima. El Madrid reclamó la repetición por entender que algunos jugadores del Mallorca pisaron el área antes del lanzamiento.
Ancelotti, viendo el poco resultado de ese plan renove, sacó a Kroos,Modric y Alaba, pasando entonces Camavinga al centro del campo. Incluso dio carrete a Mariano que tuvo un par de remates de cierto peligro. El Madrid ya recurría a los disparos de larga distancia y a los balones aéreos que nada solucionaron.
El caso es que el Madrid perdió un partido que tal vez ninguno de los dos mereció ganar. Un empate hubiese sido lo más justo, pero la realidad es que esta dura derrota aleja al Real de la liga.
