Opinión

El Real Madrid aún más cerca de La Liga

Con su triunfo sobre la Real Sociedad (0-1), el Real Madrid  es un poco más campeón de liga. Un gol de Arda Güler, en su primera titularidad, deja a los blancos a cuatro puntos de la liga a falta de cinco partidos para finalizar el campeonato.

Los suplentes del Real Madrid, también  tienen el santo de cara y también ganan sin jugar bien,una de las virtudes que atesora este Madrid. No jugó nada durante todo el primer tiempo y se enmendó en la segunda parte donde el encuentro ya fue mucho más equilibrado. Si, porque durante los primeros 45 minutos, la Real era la que marcaba el paso, empeñado como está en afianzarse en el sexto puesto que le mande a Europa.

El equipo de Imanol Alguacil, era pujante y jugaba con más brío que un Madrid que lo hacía al ralentí. Lo que le falló a los donostiarras, fue  puntería y más acierto en el último pase para sacar provecho de su mejor juego.  Merecieron mejor suerte pero en el fútbol sin acierto no se va a ninguna parte.

Ancelotti, pensando en Munich,  dio refresco a mucho jugadores. En un principio, solo aparecieron dos de los que habían jugado contra el Barcelona, Tchouaméni y Modric. Los demás eran todos los que quieren demostrar al técnico italiano que también tienen sitio, sobre todo Arda Güler y tal vez Kepa, que estuvo muy seguro y a gran nivel durante todo el partido. A destacar también la titularidad de Militao 32 jornadas después de su grave lesión de rodilla que se produjo en la primera jornada de liga.

El Madrid estaba más en Múnich que en Donostia. Durante la primera parte solo llegaron en dos ocasiones al área de Remiro. En la primera sin pizca de peligro; y en la segunda llegó el gol de Arda Güler, minuto 29, que comenzó con un pase  largo en diagonal de Tchouaméni a Carvajal, el lateral cruzó ese centro al primer toque sin que nadie de la Real lo tocase apareciendo el turco que remató con su izquierda, colando el balón entre las piernas de Remiro. El Madrid encontró antes el gol que el juego.

Sin duda, Arda Güler tiene algo especial. Este chico tiene ese ángel que le hace ser un jugador diferente. Hasta ahora apenas había jugado 100 minutos en toda la temporada, solo 36 en liga. En su primera titularidad llegó su momento para demostrarnos que estamos ante un jugador de mucho talento y clase. En lo poco que le hemos visto, nos ha regalado grandes chispazos: como aquel tiro al larguero  desde el centro del campo en los últimos minutos contra Osasuna; y un gol frente al Celta a los dos minutos de saltar al terreno de juego. Tiene mucha personalidad y ha llegado para quedarse.

A lo que íbamos, tras el 0-1, la Real puso más empeño aún en acorralar al Madrid al que ahogaba con una fuerte presión por todo el campo y sobe todo, a la salida de balón.

En una de ellas, Kubo empató tras una falta indiscutible de Berrenetxea a Tchouaméni que el colegiado se tragó, pero no el VAR  que le instó a ver las imágenes. Una vez vistas, el árbitro anuló el gol ante la indignación de Anoeta que no tenía razón en las protestas.

Eran las protestas de la frustración, porque la Real estaba siendo superior al Madrid e inexplicablemente iba perdiendo. Los de Ancelotti, estaban haciendo un ejercicio de resistencia, sobre todo en los primeros 45 minutos ante las acometidas de los donostiarras. Zubimendi y Turrientes mandaban en el centro y Take Kubo era una amenaza por el costado derecho, pero no hubo manera de batir al bueno de Kepa.

La segunda parte ya fue más igualada. El Madrid no tenía ocasiones de gol pero se protegía con el balón, achicando los espacios a la Real Sociedad que ya no era tan efusiva.

Modric, el eterno Modric,  entonces se hizo dueño del partido. El croata llega a este final de temporada radiante, a un gran nivel físico y en un enorme estado de forma. Aguantó todo el partido como si nada. El Madrid le sigue necesitando, y ahora, más que nunca.

Llegado el minuto 70 Ancelotti fue metiendo titulares. Valverde y Vinicius fueron los primeros en entrar por Arda Gúler que tenía tarjeta amarilla, y Ceballos. Más tarde lo hicieron Camavinga, Rüdiger y Lucas Vázquez.

Imanol,  hizo cambios  ofensivos para tratar de buscar al menos el empate, dando entrada a André Silva y Becker.

La ofensiva realista era total. Oyarzabal tuvo una ocasión inmejorable que de forma milagrosa desbarató Rúdiger la vaselina que llevaba camino de gol. Camavinga, pudo ampliar el marcador con un remata a bocajarro, en los últimos minutos de partido.

Con esta trabajada victoria el Madrid da el acelerón definitivo para cantar el alirón y de paso,  centrarse exclusivamente en la Champions.

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