Opinión

El Real Madrid barre al Valencia en la Supercopa

Con una facilidad y superioridad pasmosa, el Real Madrid se impuso 1-3 al Valencia en la primera semifinal de esta renovada Supercopa que solo por cuestiones económicas, el presidente de la Federación española de Fútbol, el inefable  Luis Rubiales, se ha llevado a Arabia Saudí. Algo que nos parece aberrante. Pero, ya se sabe:  “poderoso caballero es Don Dinero” como diría el insigne  Francisco de Quevedo.

Lo que se suponía iba a ser un partido muy igualado tras el recuerdo liguero de Mestalla, se convirtió en un paseo militar del Real Madrid  que no solo ganó con autoridad a un mustioValencia, sino que pudo golearle porque el dominio de los madridistas fue absoluto de principio a fin.

El equipo de Zidane, salió muy serio y concentrado. Estuvo muy bien posicionado sobre el terreno de juego, y todos sus jugadores hicieron un ejercicio de solidaridad. Fue un equipo muy coral que sabía a lo que jugaba con el objetivo de maniatar a un Valencia que igual que hizo en el partido de liga disputado en Mestalla, optó por esperar a su rival y salir en rápidas contras. Pero el Madrid estaba tan bien colocado, que abortó con suma facilidad los pocos contra ataques que pudo hacer un desafortunado y raquítico Valencia que pasó de puntillas por Yeda, el insólito lugar donde se disputa esta Supercopa.

Lo que más brilló fue el centro del campo de los blancos que vistieron de pistacho; la defensa también estuvo a gran altura cuando el equipo perdía de vista el balón, que fue muy poco. Y es que este Madrid es  muy aplicado, muerde hasta robar el balón y no se cansó de presionar ni tan siquiera cuando iban ganando 0-3. De forma colectiva y con ayuda de jugadores como Valverde -impresionante lo de este jugador que vale para todo-, la labor defensiva de Mendy, que no será un prodigio de técnica pero que aburre a quien tenga que marcar, y la escoba de Casemiro, que siempre da un recital en el  robo del balón, el Madrid completó un señor partido en la primera semifinal de la Supercopa.

Un título que el Madrid va a intentar ganar. No fueron campeones de liga ni de copa, como sus rivales se han encargado de recordar en estos días, pero eso a los jugadores blancos poco les importa. Están en la final, y tal y como llegan con muchas opciones de alcanzar el primer trofeo de la temporada.

 El Madrid barrio del terreno de juego  a un Valencia dormido y hasta anestesiado por el centro del campo madridista que bordó el juego. Valverde,Kroos,Casemiro,Modric e Isco rozaron la perfección.

Zidane echó mano de todos sus centrocampistas que respondieron haciendo un monumental partido. Es difícil destacar a uno, porque los cinco estuvieron a un nivel máximo, pero si hubiese que destacar a alguien me inclinaría por Kroos, que fue quien abrió el marcador, con ese gol olímpico lleno de picardía y que se aprovechó de la empanada que tenían los jugadores del Valencia junto a su guardameta Domenech que andaba colocando a la defensa, cuando el madridista, muy listo él, sacó rápido al primer palo. Un gol que pilló por sorpresa hasta al realizador televisivo que estaba en una de tantas repeticiones absurdas. Ese gol, que hay que meterlo, descolocó ya del todo a un pobre Valencia que ya no levantó cabeza.

Como decíamos, el Madrid rodeó a su único delantero Jovic, el invisible, con cinco centrocampistas que se comieron a los del Valencia, que también pobló su centro del campo con Parejo,Coquelin,Kondogbia más Soler y Ferrán, con Gameiro como único punta.

Zidane, sin sus jugadores determinantes arriba como Benzema, Hazard y Bale, y además porque sabe que la pólvora en la delantera está mojada, quiere que su equipo ahora  mande desde la posesión. Y eso fue lo que hizo, aunque para mi gusto tocaron demasiado y les faltó más velocidad. Pero nada se les puede objetar, porque el juego del Madrid fue preciosista y efectivo.

Tal vez una de las mejores noticias de este buen Madrid sea la recuperación para la causa de Isco, que realizó un gran encuentro marcando además el 0-2 y que se gustó durante toda la noche, con pases y regates de todos los colores. Al igual que el maestro Modric, otro de los destacados, autor del tercer gol que fue pura delicia. El croata con esa bota de seda que tiene, el mejor jugador a la hora de manejar el empeine exterior, la puso en la portería de Jaume ante el delirio de la grada.

Con todo amarrado, Zidane dio minutos a los olvidados Mariano y James. El VAR, también quiso asomarse al encuentro en la recta final con un penalti señalado por manos involuntarias de Sergio Ramos. El gol de Parejo puso el punto final

El equipo de Zidane lleva ya 15 partidos sin perder. Está en la buena onda, transmitiendo muy buenas sensaciones. Hoy por hoy, este Real Madrid es un señor equipo.

 

 

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