El Real Madrid rompió su buena racha de diez victorias consecutivas, empatando (0-0) con el Cádiz en el Santiago Bernabéu. Quien lo iba a decir, pero sucedió. El líder y el equipo más goleador del campeonato no pudo con el penúltimo de la clasificación y de los equipos más goleados, el Cádiz.
La razón de este empate es muy sencilla de explicar. Gran defensa de los gaditanos, y falta de inspiración y de gancho por parte del Madrid. El equipo de Cervera, que aleccionó muy bien a los suyos, consiguió un punto muy valioso gracias a una defensa numantina que desactivo a los madridistas que salieron con cierta dosis de superioridad, desperdiciando la primera parte.
Para muchos espectadores la forma de jugar del Cádiz es lo más cercano al anti fútbol, pero dadas las circunstancias y ante el rival que jugaban, el líder y que lo hacía e casa, era la única forma de poder sacar algo positivo jugando enteramente a la defensiva. Hicieron su partido y les Salió bien. Apenas dejaban huecos con una defensa, más bien un muero, muy bien estructurada que desactivo a un Real Madrid muy chato y lento durante todo el primer periodo.
Se mire como se mire, es un tropiezo insospechado para el Real Madrid. Esto viene a demostrar que la liga no la tienen ganada, como ya aventuran algunos. Queda mucha tela que cortar.
A pesar del brote del coranovirus que castiga a los blancos, Ancelotti presentó un once inicial muy competitivo y aparente. Aunque eso sí, la banda derecha era totalmente nueva con Lucas Vázquez por Carvajal; Valverde por Modric y Hazard por Asensio. Tres novedades suficientes junto al resto de titulares, para doblegar a un peleón Cádiz.
El Madrid comenzó muy confiado, pensando que poco a poco iría madurando a su rival. No le ponía velocidad a las transacciones que hacían con lentitud y parsimonia. El Cádiz, seguía a lo suyo, defendiendo como auténticos jabatos. En uno de sus contados ataques a cargo de Iván Alejo, Casemiro, sin venir a cuento, hizo una muy fea entrada por detrás que debió ver tarjeta roja. El colegiado, Jaime Latre, le perdonó la vida, sacándole la amarilla, que le impedirá jugar el próximo miércoles, en Bilbao.
El partido transcurría en la nada. El Madrid cayó en la trampa que propuso el rival, limitándose a tener el balón sin causar ningún daño. Movía el balón de un lado a otro con especial predilección por la banda derecha por donde estaba Lucas Vazquez, que la verdad sea dicha, no hizo ningún centro bueno. Vinicius, a pesar de no ser el de otras noches, era el único que con sus chispazos intentaba hacer algo distinto.
Lo mejor del primer tiempo fue un fuerte disparo desde fuera del área de Valverde al que respondió el guardameta argentino Ledesma, con una parada descomunal. Eso fue todo en unos primeros 45 minutos que dejaron mucho que desea por parte del Real Madrid, que los tiró por la borda.
El segundo periodo fue mejor por parte madridista pero no acertaron por falta de inspiración. Lo intentaron de todas las maneras posibles, martilleando una y otra vez el área gaditana que seguía con esa gran defensa, cerrando todos los huecos por lo que los constantes ataques de los blancos caían en saco roto.
Y lo que son las cosas, el Cádiz gozó de la mejor ocasión del encuentro para marcar, en una jugada entre Sobrino y Negredo que este mandó fuera por muy poco.. No hubiese sido justo, pero en el fútbol ya se sabe…
Tal vez la mejor noticia para el Real Madrid, a pesar de perder dos puntos, haya sido que Hazard, por primera vez en dos cursos, completó un partido completo. Fue de menos a más hasta ser uno de los jugadores más destacados del segundo periodo. Se le vio muy activo, con ganas de protagonismo. Puede ser una ayuda muy importante en el devenir del conjunto blanco. No olvidemos que un Hazard en forma, es un jugador top. Suya fue la mejor ocasión del Madrid en el segundo tiempo, al raspar con la cabeza un centro medido de Kroos, que el guardameta argentino Ledesma atrapó en una gran intervención.
El caso es que el Madrid sufrió un tropiezo inesperado que no le hace peligrar su liderato. Saca seis puntos, al segundo clasificado, el Sevilla. Y es que su soso inicio de encuentro fue una rémora que no pudo remediar con el arrebato del segundo periodo.
