Opinión

El Real Madrid se dejó el duende en Sevilla

El fútbol  no hay quien lo entienda. Cuarenta partidos consecutivas llevaba el Real Madrid sin perder y de una tacada pierde dos seguidos. El último, en el partido de copa  ante el Celta que ganó 1-2 en el Bernabéu, dejándolo helado. El Madrid pierde en tres días lo mismo que en todo el año pasado.
¿Se acabó la magia de este Real Madrid de Zidane?
No sé qué pensar, porque visto lo visto frente al Celta de Vigo, es evidente que la derrota de Sevilla les pasó factura  en  el partido de ida de los cuartos de final de copa.
 El gol en el último suspiro  de Jovetic en el Sánchez Pizjuán, les ha sentado a cuerno quemado a los blancos que de sopetón parece que han perdido la confianza y el oremus que le ha acompañado durante 40 encuentros.
 Allí, en la ciudad hispalense, los de Zidane perdieron por los avatares del fútbol después de haber sido mejor que el Sevilla durante 80 minutos; pero en el partido copero  frente al Celta,vimos a un Madrid mustio, apocado,sin entusiasmo y con poca intensidad. Les faltó energía, el esfuerzo que le ha exigido los partidos de Sevilla  ha dejado al equipo de Zidane tocado. Por esta circunstancia, el técnico francés debería haber dado entrada a los menos habituales como hizo en el primer partido copero contra los andaluces, donde vimos a un equipo muy fresco que noqueó al Sevilla en el primer acto. No es una crítica a Zidane, ni mucho menos, es simplemente mi punto de vista. También es verdad que las lesiones se han cebado con el Real Madrid.
 De todas formas no hay excusa al pobre juego desplegado por los madridistas que parece que no tomaron en serio al Celta, un equipo guerrero como el que más y que está en un gran momento de forma. Los gallegos están siendo el equipo  revelación del año nuevo. Es un conjunto muy firme, muy peleón y muy bien colocado. Además de bien trenzado por Berizzo.
 Si el primer tiempo de los blancos fue más o menos aseado, en el segundo periodo desaparecieron por completo ante el orden defensivo del Celta que tuvo en sus dos centrales Roncaglia y Cabral dos auténticos colosos que secaron a los delanteros madridistas, sobre todo a Cristiano Ronaldo que está en un estado de forma lamentable. Nunca llegó a tiempo a un remate de los muchos centros  que le hicieron desde las bandas tanto Lucas Vázquez como Marcelo o Asensio.  Es como si después de los premios individuales que ha conseguido se hubiese desinflado. Por sus últimos partidos, donde ha sido más una rémora que una solución, desde luego no ha demostrado ser el mejor, ni mucho menos.Ni remata, ni tiene velocidad, y mucho menos se va de nadie. Seguro que Cristiano volverá, pero de momento no está. Menos balón de oro y The Best, y más sacrificio e implicación.
  Además la defensa del Madrid no estuvo bien sobre todo a raíz de la salida del campo de Asensio que se retiró lesionado. Los dos goles celtiñas vienen de dos desajustes defensivos. En una acción por la izquierda, el Celta armó una salida rapidísima, aprovechando la mala colocación del Madrid (Danilo fuera de sitio junto a Ramos ). Marcelo Díaz la colgó al área sin que su tocayo blanco pudiera hacer más que despejar de mala manera hacia atrás. Aspas fusiló sin piedad a Casilla. El gol encendió el partido, que en la reanudación estaba un poco plomizo y quedó roto entonces.Al momento, Marcelo arregló su mala pata en el 0-1 y empató de violenta volea. Pero, mientras todavía celebraba el empate el Madrid, llegó otra pérdida absurda en el centro del campo blanco. En esta ocasión fue Lucas Vázquez quien la perdió y de ese regalo  nació el 1-2 obra del lateral Jonny, que definió como un delantero al uso.
  Una pena lo de Lucas Vázquez, porque esa pifia empañó su buen partido. Fue el jugador con más chispa y el más vertical. Era el único que abrió el campo con sentido y el que trajo en jaque a la defensa del Celta. Su peligrosa perdida le mandó triste al vestuario.  Benzema entró después, con lo que el Madrid jugó los últimos minutos con tres delanteros centros y tres centrales. Ni los tres centrales, y mucho menos los tres delanteros centros solucionaron la papeleta.Ni Cristiano, ni Morata y mucho menos, el abúlico Benzema que falló un gol clamoroso que pudo significar el empate a dos, aportaron esa profundidad que los blancos necesitaban.El partido de los tres puntas fue para olvidar. Todo lo tuvieron que hacer los tres centrocampistas:Modric, Kroos y Casemiro, que terminaron agotados.
  Mal los delanteros,mal Sergio Ramos y pésimo Danilo. Lo siento pero este  jugador no está para jugar en el Madrid. Pone ganas y hasta entusiasmo, pero su lateral es un caldo de cultivo para los rivales que entran como Juan por su casa. Sin Carvajal lesionado para un mes, Zidane tiene un problema por ese costado derecho. Nacho debe ser la solución.

  Tal vez lo más preocupante del partido del Madrid, es que después del 1-2 del Celta,  no tuvo ese poder de reacción que otras veces ha tenido y que le han hecho salvar el resultado. Se quedó sin juego, y lo que es peor, sin fuerza y energía.Le faltó el arrebato de otras ocasiones

  El Celta dejó congelado al Real Madrid que ha pasado de la abundancia de 40 partidos de gloria, a que se disparen las alarmas. De momento está con el agua al cuello en la copa. En el partido de vuelta tiene que marcar al menos dos goles en Balaídos, si no quiere quedar eliminado. Lo tiene crudo.

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