Opinión

El Real Madrid dejó con vida al Barça

Máxima igualdad en el primer asalto copero entre el Barcelona y el Real Madrid, que se ha saldado con un justo empate (1-1) en  partido de semifinales.

El partido empezó con desazón. No jugaba Messi y eso despertó muchas dudas en el Camp Nou. Esas dudas azulgranas contrastaban con el renacido Real Madrid  que apareció dispuesto a imponer su nuevo orden futbolístico  con los jugadores de confianza de Solari. Jugaban Llorente,que luego se retiró lesionado, Lucas Vázquez y Vinicius. La única concesión fue la presencia de Marcelo por Reguilón. Ahí Solari se equivocó.

 El choque, fue muy físico y tuvo mucha energía, pero siempre desde la más absoluta deportividad. Ha sido uno de los clásicos más limpios que he visto en mucho tiempo, sin  apenas jugadas polémicas y nada que enturbie la buena convivencia. Así da gusto.

  En  casa de su máximo rival, el Real Madrid demostró que está en pleno despertar, que vuelve amanecer. Y para certificarlo, comenzó en plan dominador, robándole la posesión al Barcelona y llegando con suma facilidad a los dominios de Ter Stegen, con un Benzema, de nuevo muy clarividente, apoyando a todos sus compañeros en la salida del balón.

  El Madrid salió siendo consciente de que no hay mejor escenario para certificar su mejoría futbolística que el campo de su gran rival. Y así  fue durante los primeros 25 minutos iniciales, donde  además de marcar el 0-1, pudo hasta hacer algún gol más. Vinicius, todo desparpajo y atrevimiento, tal vez preso de la presión de jugar en el Camp Nou por primera vez, desperdició un par de contraataques que en otro jugador de más experiencia hubiesen tenido distinto final. Al brasileño le pudo la ansiedad. No es una crítica, con 18 años es normal que todavía le falte precisión y temple. Digamos que estuvo arrebatador por fuera e ingenuo en el área. Ya aprenderá, porque estamos ante un jugador que está destinado a marcar toda una época en el Real Madrid. 

   El equipo de Solari, empezó con una presión muy alta para privarle de la pelota al Barça. Le dio resultado porque dominó a los azulgranas en los primeros minutos del duelo con Benzema y Vinicius asociándose de maravilla. Entre los dos gestaron el gol de Lucas Vázquez a los seis minutos. Centro desde la izquierda del brasileño, templó Benzema el pase  y le sirvió el tanto al gallego. Pudo ampliar su renta el Madrid, pero como ya hemos dicho, no decidió bien Vinicius y el Barcelona respiró tranquilo. En la primera parte, de alguna forma el Real dejó vivo a su rival. 

   El Barça, como hacen todos los equipos cuando juega Marcelo atacaron por su banda.  Lo de Marcelo clama al cielo, es alarmante su baja forma. Más bien parece un ex jugador o tal vez esté en su etapa crepuscular.

  En esta ocasión Malcom, que salió por Messi, le llevó por la calle de la amargura, hizo con él lo que le dio la gana, entrando como Juan por su casa. El sustituto de Messi, que estaba en el banquillo, fue el único que generó peligro en la primera parte por parte azulgrana. De sus botas salió la ocasión para empatar, al lanzar una falta que Rakitic mandó al larguero.

   Del buen primer tiempo de los madridistas, se pasó a un segundo periodo donde les tocó sufrir como consecuencia de renunciar a la presión. Entonces, el Barcelona se encontró en su hábitat natural y ya fue capaz de hacer posesiones largas, que es como le gusta jugar. El empate llegó en el minuto 57, en una jugada un tanto atropellada. Jordi Alba, muy ausente toda la noche, le ganó la espalda a Lucas Vázquez y Carvajal. Keylor tuvo que salir, le tapo pero el balón salió rechazado hasta llegar a Suárez que disparó al poste, y después Malcom no falló al  encontr el hueco entre varios jugadores blancos. Era el empate (a un gol.  Fue un gol un tanto extraño, porque Sergio Ramos dejó pasar el balón pensando que iba fuera.

   El Barcelona con el empate amplió su dominio, y más con la entrada de Messi, que jugó media hora pero esta vez no fue decisivo, aunque con su salida se arrugó el Madrid que solo apareció en los últimos ocho minutos. Al argentino  se le vio un poco mermado físicamente. Como se le ve a Bale, que también salió en el segundo periodo sustituyendo a Vinicius. El galés, sigue con desconfianza y con esa falta de espíritu que le hacer ser un jugador muy frío. Pudo volver a ser decisivo, como lo ha sido en otras ocasiones, si hubiera controlado bien un envío de Benzema cuando Ter Stegen, que salió a cortar un envío a Casemiro, se encontraba fuera de la portería. El galés, falló y ahí al Madrid se el escapó la posibilidad de romper el empate, que deja la eliminatoria en ascuas para el partido de vuelta del próximo 27, en el Bernabéu.

   El primer partido  de ida de las semifinales de copa, deja a dos jugadores muy señalados: Coutinho, que sigue sin estar y sin aparecer en un día donde tenía que haber sido el referente ante la ausencia de Messi; y el otro es Marcelo, todo un agujero negro en la defensa del Real Madrid.

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