Opinión

El Real Madrid está deprimido

No pintan bien las cosas por el Bernabéu, el Real Madrid sigue aletargado y sin poder de convicción, a pesar de ganar  2-1 al Málaga en un partido que no va a pasar a la historia. Con este triunfo termina la primera vuelta y por lo tanto se proclama campeón de invierno.

El titulo puede parecer pomposo,que lo es, pero así es. El peor Madrid en lo que va de ejercicio termina como campeón de invierno, un título, que con una jornada aplazada (la visita al Valencia  el 22 de febrero)  nada vale pero que certifica que durante los primeros 19 partidos ha sido el equipo más regular.
 Después de su derrota inexplicable de Sevilla, el Madrid sigue sumido en la depresión. Ante el Málaga volvió a dar malas sensaciones. Ganó, si, pero sigue sin convencer. Además lo hizo con un gol fuera de juego de Sergio Ramos, el segundo, que el colegiado y menos aún el juez de línea  no vio.

El Málaga, que venía de una crisis profunda, era un rival propicio para que los jugadores blancos recuperasen buenas sensaciones; pero ni por esas. Cristiano sigue sumido en las profundidades fallando goles cantados;y Benzema cada vez se acerca más a la nada. Lo suyo ya es preocupante. No solo falla goles sino que su pasotismo ya parece endémico. Se puede decir que el Real Madrid jugó con un par de inválidos en la delantera(y perdón por los discapacitados).

Menos mal que apareció Sergio Ramos allá en el minuto 30 para apaciguar los ánimos de un Bernabeú que ya empezaba a barruntar problemas, como después sucedió. El central marcó todo un golazo de cabeza a un saque de esquina de Kroos, que remató desde el punto de penalti. Poco después, pero en fuera de juego, hizo el 2-0 que tranquilizó a los aficionados que no están para regalar aplausos a este Real Madrid que les ha defraudado en los últimos partidos.

Los jugadores blancos sienten esa animadversión de su afición. Por eso, tanto Sergio Ramos,el  capitán, como Zinedine Zidane, han salido a la palestra para pedir un poco de cariño a sus seguidores. No saben que el público de Madrid es así: apenas aplauden  cuando van bien y silban cuando vienen mal dadas. Ahora toca lo segundo.

Solo el reencuentro con el buen podrá   recuperar a  la  exigente afición madridista que como el equipo, está alicaída.

La crisis en el juego del Madrid es ya un hecho.Ganó al Málaga pero no convenció. Ganó por un gol en fuera de juego y a balón parado. El equipo de Zidane, desde Sevilla, no funciona. Esta es la realidad,duela a quien duela. Y por si tuviese pocos problemas, va Marcelo y se lesiona y Modric se retira con molestias. A perro flaco todo son pulgas.

No obstante, y seamos justos, el Real Madrid independientemente de que el segundo gol fuera en fuera de juego, mereció  el triunfo por todas las oportunidades que tuvo. Cristiano Ronaldo que sigue en el lado oscuro falló  lo que no está escrito y sigue  gafado contra la portería. El equipo blanco echa en falta al mejor Cristiano que vuelve a estar ofuscado. Benzema, siguió a lo suyo, fallando y siendo un bulto sospechoso. El público del Bernabéu le despidió con silbidos cuando salió por Morata, y con razón. Su indolencia ya raya en la inmoralidad.

Pero a falta de Cristiano y de Benzema, apareció Sergio Ramos que de nuevo fue el alma del equipo blanco. Gracias al central, su equipo,  consiguió un triunfo imprescindible no sólo para alejar los fantasmas de la crisis, sino para el devenir de la liga y  para no entrar en depresión de resultados y mantener el liderato. Hasta el título de campeón de invierno viene bien a este equipo de repente de cristal, algo atacado también. La serie de lesiones de jugadores clave tampoco le ayuda: Marcelo y Modric, últimas víctimas.

El Málaga estuvo mejor de lo que dicen los últimos partidos, intentó ahondar en la herida madridista pero llegó tarde.

Sergio Ramos apagó el fuego cuando el runrún del Brnabéu empezaba hacer acto de presencia. Las dudas que dejó sobre todo el Celta en la Copa se fueron haciendo bola en el arranque contra el Málaga, avispado al ver la atmósfera rara del estadio y los nervios de su rival. En poco rato, después de que Benzema fallara un par de remates sin oposición en el área, Marcelo cayó lesionado y Chory Castro tiró al poste . Entonces el Madrid ya fue un flan incapaz de hilvanar buenas jugadas.

Con la lesión de Marcelo, Zidane tuvo que improvisar una nueva defensa. Nacho que salió de lateral derecho pasó a ala izquierda y Lucas Vázquez fue el lateral derecho, en detrimento de Danilo a quien Zidane ha terminado de condenar.

 Isco que salió por el lesionado  Marcelo, no aportó nada. Jugó andando y se merece un cero como una catedral. El tenía que haber sido el repulsivo y fue todo lo contrario.

El Madrid se acomodó en la segunda parte sobre el doblete de Ramos, sin fluidez sobre su improvisado dibujo, a veces con tres centrales y Lucas arriba.

En otro desajuste defensivo de los blancos llegó el gol del Málaga. Juankar, tras recoger un rechace de Keylor Navas, acortó distancias para el club malagueño. A partir de se momento, y ante el nerviosismo del Madrid, apareció la máquina de pitos del Bernabéu. El 2-1 equilibraba méritos y volvía a brotar el rostro frágil del Madrid de los dos últimos partidos. Charlas entre los jugadores, resoplidos y miradas. ¿Una crisis temporal o algo más serio? El entusiasta y confiado  bloque de hace apenas 10 días parece ahora un equipo roto y si fe.

El miércoles frente al Celta, en copa, tiene el examen definitivo.
 

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