Opinión

El Real Madrid, un equipo sin alma

El Real Madrid sigue congelado en su versión de la temporada pasada. Continúa con desgana,falta de actitud e intensidad. Es un equipo sin alma. Que digo equipo, hoy es más una banda que un equipo de fútbol. Con esa falta de garra y energía no se puede ir por Europa.

 El París Saint Germain, sin sus grandes estrellas Neymar,Mbappé y Cavani, sancionado el primero y lesionados los dos siguientes, le dio un soberano sopapo a un triste y desangelado Real Madrid, imponiéndose por 3-0. Di María, con dos goles, castigó la apatía del equipo de Zidane que estuvo desorganizado, sin garra, sin remate y sin nada de nada. Como decía antes, no tuvo alma y en ningún momento dio la sensación de poder revertir la situación, con ese juego tan lento y previsible que practica.

 Lo que trasmite este Madrid es impotencia. Todo lo contrario que el PSG que estuvo pletórico y enérgico,ganándole en todos los terrenos: en fútbol, en intensidad,en ganas y en espíritu guerrero. Se los comieron con una presión que ahogó a los desganados centrocampistas del Madrid que tienen en Kroos a su exponente más claro. La apatía del alemán clama al cielo. Así como la de otros jugadores que no están dando la talla.

 La defensa es de chiste. Varane es una sombra de lo que parecía que iba a ser; Militao, parece un bulto sospechoso; Mendy es un tanto alocado y no mejora en nada a Reguilón que se tuvo que marchar cedido al  Sevilla; Carvajal está falto de forma y de confianza. Hazard, el llamado a liderar a este equipo estuvo desaparecido. James, comenzó muy bien pero se fue diluyendo. Benzema, estuvo en plan Benzema. El único que se puede salvar es a Bale, a quien anularon un gol por claras manos.

 Por no hablar de Courtois, que está mostrando una inseguridad alarmante. Balón que va a puerta gol seguro. El calvario del belga queda reflejado en el 1-0 de Dí María, que le mete el gol por el palo suyo, un palo de obligada vigilancia. En el 2-0, también de Dí Maria con un disparo desde fuera del área, de nuevo falló. En cambio Keylor Navas, el portero titular del PSG, tuvo tal vez su noche más plácida porque no le tiraron ni una sola vez a puerta. En cierto modo el belga pasaba un examen ante el costarricense, y suspendió.

 La dura derrota del Real Madrid , por la forma en que se ha producido, es de las que hacen enfadar a su afición que si algo no perdona es la falta de orgullo, de fe y de intensidad.Cualidades de las que careció este Madrid fantasma que sigue con falta de hambre, a pesar de lo que dijo Florentino Pérez en la Asamblea de socios compromisarios, que como siempre fue una balsa de aceite en torno al presidente, el gran culpable de la caída de los dioses que se barrunta en el horizonte.

 EL París Saint Germain, comandado por Dí María que le puso la firma al triunfo de un equipo con peores jugadores pero con mejores intenciones y más coraje, cogió de la solapa a los de Zidane y los destrozó. El técnico francés, siento decirlo, va de resbalón en resbalón. No tiene trabajado al equipo que juega con una lentitud asombrosa. Muchas de sus decisiones no son acertadas. Si juegas con tres hombres en punta como son Hazard, Benzema y Bale; y en el centro del campo lo haces con James y Kroos, es para que domines de principio a fin a tu rival con la pelota. Pero,claro para eso te tienes que sacrificar y presionar como hacían los franceses y tener una defensa que acompañe en las acciones de coordinación. Algo que no existe en este Real Madrid porque no se ha trabajado en esa idea. Los desajustes fueron la nota predominante en este desastroso Real Madrid

 Con el once inicial de París con tanto delantero y con James y el desacertado Kroos acompañando al solitario Casemiro, Zidane dejó al equipo sin apenas protección, pese a que dispuso al grupo en un 4-2-3-1, que se desmadejaba a las primeras de cambio ante la presión de los franceses. Además, los madridistas no apretaban a los centrocampistas del PSG, que llegaban con margen de maniobra al borde del área. Así llegaron los dos primeros goles de Dí María, que jugó suelto y libre. El 3-0, llegó en el último minuto obra de Meunier, que junto a Bernat, los dos laterales, llevaron por el camino de la amargura a este lamentable Real Madrid, que insisto no está trabajado. Es un equipo frágil en defensa,muy débil en el centro del campo por falta de fichajes y y sin mordiente en la delantera.

El encuentro de París, era el primer gran test de la temporada y ha fracasado con estrépito , dando una imagen que raya en lo vergonzoso. La derrota contra el PSG sin Mbappé, Neymar Cavani pone en cuestión a varios jugadores del Real Madrid y a Zinedine Zidane en particular, que ha dejado de ser intocable.

Hay tiempo para resolver los problemas que se ciernen sobre este actual Madrid, pero hace falta otra actitud y que los jugadores den un paso hacia delante tirando de orgullo. Si en la cita liguera del domingo contra el Sevilla, en el Sánchez Pizjuán, pierde, habrá ruido de sables y Zidane estaría pendiendo de un hilo muy fino.

El técnico francés tiene que buscar soluciones ya, pero sinceramente, como dice Pedja Mijatovic, no veo a Zidane capacitado para encontrar esas soluciones. Porque, y no me voy a callar, este Real Madrid es un caos y el máximo responsable,después del presidente es Zidane, que desde que llegó para salvarle la cabeza a Florentino Pérez, se está mostrando cómo un errático entrenador sin personalidad, sin criterio y con decisiones absurdas como dejar ir a Reguilón, Ceballos y Marcos Llorente,cuando tiene al centro del campo huérfano de elementos.

Como diría un cazador: “No me gusta como caza la perrita”

 

 

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