Opinión

El Real Madrid en estado de alarma

Mientras las autoridades de Madrid  están sopesando si decretar el toque de queda en la capital ante el avance de la pandemia, en el Real Madrid  se ha declarado el estado de alarme.

Después del ridículo que hizo el pasado domingo frente al Cádiz, en liga,  se esperaba que en la Champions, su torneo por excelencia, reaccionase. Pues, todo lo contrario  volvió a las andadas con ese fútbol manso, triste que ejecuta sin pasión y mucho menos con corazón. Y, de nuevo, como no, volvió a perder (2-3) en su estreno de la Champions.

Este es el peor Real Madrid que uno recuerda. Un equipo histórico que era la envidia por su lucha, entrega y espíritu de sacrificio, se ha convenido  en un hazmerreir por culpa de unos jugadores que no tienen vergüenza y que no se  comportan como profesionales. Están jugando con la historia de un Madrid que si por algo se caracterizaba era por sus hazañas épicas, en Europa. La pelea, el coraje y esa fe que tenían de poder superar cualquier resultado o adversidad era la norma del club madridista. ¿ Qué queda de aquello? Nada, absolutamente nada. Ahora es un equipo sin ilusión,destartalado y un pelele en manos del rival de turno.

Los jugadores que componen la actual plantilla no merecen vestir esa camiseta.

El Shaktar Donetsk, sin ocho titulares contagiados por el COVID 19, pero con unos jóvenes con ganas e ilusión,  barrió del césped de Valdebebas  a este quebradizo Madrid  a base de un fútbol simple pero vivo y con energía. En la primera parte le dio todo un baño llegando  hasta ese escandaloso 0-3 con el que se llegó al descanso.

En esos 45 minutos iniciales, los ucranianos, uno de los equipos cenicienta de Europa,  sacó a relucir las miserias de este Madrid hipotenso, frío, acomodado y sin ninguna ambición.

Si el Cádiz le sacó los colores el pasado domingo; en la Champions, su torneo fetiche o al menos lo era, el equipo ucraniano le retrato y mostró la poca vergüenza de un Madrid que no tienen argumentos futbolísticos.

Los jugadores, por supuesto, son los grandes responsables de este nuevo episodio infame que ha protagonizado el equipo blanco; pero el máximo responsable no es otro que Zinedine Zidane, que ha perdido el norte. Cierto, ha dado mucho al club, pero ahora se lo está quitando. Tanto, que más que un equipo de fútbol, parece una reunión de zombies.

Este Zidane, a quien parece le ha  abandonado el jardinero que regaba su flor, vive al margen de todo y de todos. Después de su estrafalaria alineación ante el Cádiz, en el estreno de la Champions volvió a las andadas con otra equipo extravagante y mal configurado. Si frente al Cádiz, la banda derecha la ocuparon Nacho y Lucas Vázquez, dos jugadores no titulares, contra el Shaktar lo hicieron Mendy y Asensio, ambos al costado contrario al que ocupan habitualmente. Benzema se quedó en el banquillo, al igual que Vinicius y en ataque aparecieron Rodrygo y Jovic. Ninguno de los dos se puede considerar titular. El cambio de banda de Mendy dejó a Marcelo en la izquierda. Un jugador agotado y acabado que es más un problema que una solución.

La composición de la defensa, por lo tanto, con Varane, que se le atragante Europa, y Militao, ambos en el lado oscuro, tampoco ayudaron a este caótico Real Madrid, que lo más reconocible que tuvo fue el centro del campo formado por Modric, Valverde y Casemiro.

Zidane, ya está señalado con el dedo acusador. El, como ha confesado, es el gran responsable de este Madrid enfermo que no juega a nada y que está lleno de vicios con un juego estéril, carente de ilusión y con una frialdad que asusta. Manosea la pelota hasta  aburrir con pases al pie y en paralelo, despreciando el juego al espacio. Todo ello sin ritmo y sin ninguna movilidad. Vamos, que es un auténtico calvario.

Y el responsable de todo sin duda es, Zidane, que no me extrañaría que  presente su dimisión a Florentino Pérez. Sería su segunda huida. Florentino Pérez, salvo fuerza mayor, no lo va a echar porque  con su regreso,  le salvó la cabeza al presidente que empezaba a ser cuestionado por gran parte de la afición.

Creo, sinceramente, que el  tiempo de Zidane en el Madrid llegó a su fin. Si en su primera huida dijo que no podía sacar más rendimiento de los jugadores, ahora, en su regreso, ha vuelto a cometer los mismos errores. Los jugadores le han comido el terreno, se han apoderado del vestuario y falta ese entrenador que sea quien mande y ejecute. Y ese, Zidane, no es. Ahora el Madrid con él, parece más bien un equipo de vagos e indocumentados.

Así fue como salió a jugar frente al Shaktar Donetsk. Su inapetencia pronto encontró respuesta en el descarado equipo ucraniano que a los 19 minutos hizo el 0-1, obra de Teté,uno de tantos brasileños que tiene, que llegó a la portería de Courtois como Juan por su casa. La defensa blanca era un desastre, con Varane, Marcelo y Militao descolocados por completo. Cuatro minutos después el 0-2, disparo de nuevo de Teté, rechace de Courtois y autogol de Varane, que sigue con su infortunio europeo.

Antes del descanso, Solomon, muy hábil este jugador, puso la puntilla con ese 0-3 que abochornó a toda la afición blanca que desde sus casas, alucinaban viendo a su equipo como se arrastraba de forma miserable.

 En la reanudación, ya con Benzema que sustituyó al cada vez más invisible Rodrygo, se intuyó una reacción que no llegó a buen puerto porque este Madrid no está para la épica. Mejoró la actitud, pero poco más. Los goles tempraneros de Modric (golazo) y Vinicius nada más salir, presagiaban la remontada pero la realidad es la que es y el equipo de Zidane no da para más. Y suerte tuvo, porque el castigo pudo ser más grande en el segundo periodo,  de no ser por Courtois que dramáticamente es el que está sosteniendo a los de Zidane, y porque el cansancio apareció en los jugadores del Shaktar que fallaron hasta dos ocasiones claras de gol.

Tan preocupante como el primer tiempo fue la falta  de fuelle y recursos que mostraron en el segundo periodo. El gol de Valverde, en el descuento, que hubiese significado el empata a 3, fue  bien anulado por fuera de juego. Un resultado que no se merecía este tieso e irritante Real Madrid que está para llorar y que se le complica la Champions, al caer ante el rival más débil de grupo.

 En el Real Madrid se ha decretado el estado de alarma.

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