Opinión

Al Real Madrid le faltó dar la puntilla

Sin Cristiano Ronaldo, seria  duda para el partido de vuelta, y con la presencia testimonial de Benzema que ya no salió en la segunda parte, el Real Madrid no sólo aguantó al Manchester City sino que incluso pudo y debió ganar por gozar de hasta tres oportunidades para deshacer el empate a cero. Un buen resultado, pero muy peligroso para el partido de vuelta que se jugará en el Bernabéu el próximo 4 de mayo.

  No es mala cosa tener que jugarse el pase a la final de la Champions, en Chamartín  y ante un rival con mucha carrocería externa pero con poca enjundia dentro. Eso al menos fue lo que vimos en el Etihad Stadium, a un Manchester City muy apagado, mal físicamente y con poca profundidad.  Su estrella, el Kun Agüero, no compareció, estuvo desaparecido toda la noche. El City  rayó en la vulgaridad.  Su comportamiento fue decepcionante. Nunca inquietó al Real Madrid  que supo aguantarle sus pequeños escarceos en el primer periodo, para imponerse después en la segunda parte de forma clara y hasta rotunda.
 El partido en líneas generales, fue muy soso y feo en los primeros 45 minutos. En la reanudación ya fue otra cosa, sobre todo por parte del Real Madrid que fue claramente a por el triunfo. Una victoria que mereció pero que impidió el guardameta Hart que estuvo especialmente brillante en dos intervenciones.
 Fuera por la ausencia de su mejor atacante como Cristiano o por la poca aportación de Benzema que nunca debió salir si no estaba en plenitud física, el caso es que el Madrid salió a verlas venir. Pero es que el Manchester tampoco demostraba que jugaba en casa y que estaba ante el partido  más importante de su historia.  Los dos conjuntos estaban atenazados. Había miedo y se notó, la primera parte fue de tanteo. Se tuvieron mucho respeto, pero el Madrid era el que controlaba la situación. El equipo de Pellegrini dominaba el tempo del partido, pero sin ninguna profundidad y sin crear problemas a la defensa del Real Madrid, que tuvo en Pepe a todo un coloso. Fue el mejor jugador del partido. Lastima que no lo coronase con el gol que tuvo en la misma cara de Hart, el guardameta del Manchester City, que fue quien impidió el triunfo de los blancos.
 Sin apenas nada que llevarse a la boca , sin emoción, solo la inherente a unas semifinales de Champions, se llegó al descanso donde ya se descartó a Benzema, que no estaba para jugar. Su ritmo siempre fue lento y carente de sangre. No aportó nada. Fue una rémora más que una solución para el Madrid por no estar curado de su lesión. Ahí Zidane tuvo la culpa por alinearlo cuando  estaba tocado. Debió quedarse fuera al igual que Cristiano. Los dos son más que duda  para el partido de vuelta.

  En la segunda parte, viendo el Madrid el bajón físico del City se fue a por el partido a tumba abierta. Modric  junto a otro notable Casemiro, comenzó a tirar líneas, Kroos le acompañaba en el manejo y en la conducción con Bale, ahora de delantero centro, abriendo huecos para que Lucas Vázquez y Jesé entrasen por banda. El Manchester, de forma descarada se echó atrás, esperando una contra  que le diese vida como hizo en la anterior eliminatoria frente al  París Saint Germain. Se conformaban  con el empate a 0. Los de Zidane, en cambio buscaban el gol que les diese el billete definitivo para Milán. Y a fe que lo buscaron con ganas y decisión.
  A los 70 minutos, Jesé  mandó un cabezazo al larguero. En un saque de esquina Hart respondió con una parada de balonmano a otro cabezazo de Casemiro, y Pepe falló un gol cantado o mejor dicho el buen guardameta del City realizó una parada sensacional. Ahí estuvo la eliminatoria para el Madrid que mereció más, y la vida para el Manchester City, que sin juego ni pegada, no mereció nada. Por esta circunstancia y a pesar del 0-0 en casa, respiró aliviado al final del encuentro.

   Es increíble que el Manchester haya salido vivo de este partido porque no creó ni una sola ocasión de gol. Solo, en tiempo de descuento, Keylor Navas hizo una parada a una falta de ese joven pecoso llamado De Bruyne, que apunta muy alto como futbolista.
  Tácticamente, Zidane y sobre todo Pellegrini, dejaron mucho que desear. El chileno, lejos de la doctrina que predica de un fútbol de ataque, se comportó como un técnico muy conservador que se conformó con (0-0). Hizo suya la filosofía de Simeone: “que no nos hagan gol”.
  Zidane, a parte de que no tenía que haber alineado a Benzema, estuvo poco avispado en los cambios. El bajón fisco del rival a mitad del segundo periodo, pedía un cambio. Creo que la presencia de James en ese momento no hubiese estado mal. A parte de Jesé por Benzema, solo hizo un cambio Isco por Kroos cuando el partido entró en el minuto 88.
 De todas formas, aunque este empate sin goles haya dejado cierto mal sabor de boca por los méritos que hizo el Madrid ante un apocado Manchester,el madridismo salió lleno de optimismo y esperanzado del Etihad Stadium a la vez que frustrado y temeroso ante lo que pueda suceder en el partido de vuelta de la próxima semana. Un empate a cero siempre es un resultado peligroso. Pero no veo yo al Manchester en condiciones de ganar en  Chamartin, donde el Real Madrid se va a jugar el pase a la final de la Champions. Quedan 90 minutos, y ya se sabe cómo son esos minutos en el Bernabéu cuando  de Europa se trata.

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