El Real Madrid jugó para ganar de sobra, pero pagó su falta de gol y su mala suerte (tres balones al palo) para cerrar el año ante el Athletic con otro empate (0-0) que deja al Barça como líder solitario con dos puntos de ventaja sobre los blancos.
El equipo de Zidane gusta, juega bien pero está incompleto por la falta de pegada que padece y que le condena a distanciarse a dos puntos de su máximo rival. El punto que ganó en el Camp Nou, se lo deja frente al Athletic, que puso el autobús y le salió bien.
Es el tercer empate consecutivo que firma el Madrid, que si hubiese tenido la pólvora que ahora le falta, estaría ahora como líder solitario. La falta de pegada es el martirio que está desdibujando a este buen Madrid que no encuentra el camino del gol. No lo encontraron ni Vinicius, Kroos,Benzema ni Jovic. Bien fuera por el guardameta vasco, Unai Simón, que estuvo soberbio o por la providencia. El caso es que esa sequía goleadora está convirtiendo su juego en una vía crucis.
Nada reprochare al juego madridista que no fructificó por auténtica mala fortuna, pero tal vez la falta de madurez de los dos jóvenes delanteros, Vinicius y Rodrygo; que fueron titulares en la vanguardia junto a Benzema, pudo ser un factor determinante porque Vinicius, sigue reñido con el gol. El brasileño te desborda en una baldosa las veces que haga falta pero en la definición es un auténtico desastre. Quizás sea la ansiedad la que le atenaza en el Bernabéu, que le hace precipitarse y no aprovechar esas ocasiones, como la que tuvo en la primera parte. Benzema le sirvió una pelota en el área, dejó sentado a Iñigo Martínez y en el duelo con Unai, que rechazó con el pie, perdió. Ahí se frustró. Tiene que tranquilizarse, porque el brasileño tienen ese algo que le hace ser un jugador diferente.
Rodrygo, está perdiendo protagonismo. Hace muchas cosas bien, pero le falta atrevimiento y correr más riesgos. No encara ni ataca a la defensa. Si no se arriesga, no triunfará en el Real Madrid. De todas formas, creo que el joven brasileño es más aprovechable dentro del área que como extremo derecha. Las vacaciones le van a venir de perla para reciclarse.
Con los dos brasileños más Benzema, se puede decir, empleando un símil taurino, que fue una delantera muy mansa. Pero excusar en la falta de definición de Vinicius la escasez de gol,sería irse por la tangente. Varios remates tuvo el Madrid a cargo de Benzema, Kroos,el propio Vinicius, Jovic y alguno más. Y se puede decir que en una gran mayoría no fueron mal resueltos, pero unas veces por el palo (hasta tres remates repelieron la madera) y otras ahí estaba Unai Simón, lo mejor del Athletic para abortar cualquier situación de gol. El guardameta vasco detuvo todo lo que se puede parar, no lo imparable. El Madrid necesita como el comer, un rematador de imposibles como era Cristiano Ronaldo. De esa forma pondrá en valor todo el gran trabajo colectivo que está realizando y que no aprovecha. Sin gol, no hay paraíso y está condenado a sufrir y a permitir crecer a sus rivales, como el Athletic, que se defendió muy bien con tres centrales y mucho orden, pero teniendo el santo de cara. El equipo vasco tuvo dos remates que pudieron cambiar el signo del encuentro y en las dos, Courtois respondió como portero grande.
Fue un buen partido, más vistoso en la primera parte donde los blancos hicieron su mejor juego con Modric en plan mandón, el trabajo incansable de Valverde y el dinamismo de Vinicius, que no tendrá gol, pero genera peligro con sus llegadas por las bandas. La segunda parte tuvo un tono más gris, pero también estuvo entretenida ante la incertidumbre del resultado.
El Athletic,que en los últimos 14 años solo pudo sacar un punto del Bernabéu, consiguió uno más en el 2019, gracias a su guardameta, a su buena y ordenada defensa.
La mala suerte y el infortunio también forma parte del fútbol. El Madrid hizo méritos para ganar con suficiencia a un ultra-defensivo Athletic, pero sigue negado ante la suerte suprema. Además,ante el Athletic, sufrió la frustración de tres remates a los postes.
Benzema al margen, el gol es hoy el gran problema para este Madrid que este curso quiere y desea morder la liga, pero que de momento deja en manos del Barcelona, el líder solitario.
